Jurado vuelve a revisar testimonios de narcos
Los miembros del jurado le solicitaron al juez Kevin Castel los testimonios de tres de los cinco narcos que declararon en la Corte de Nueva York
Los doce jurados del juicio contra Juan Antonio (Tony) Hernández pidieron ayer al juez Kevin Castel las declaraciones de los testigos cooperantes de la Fiscalía: Víctor Hugo Díaz, el Rojo, Alexander (Chande) Ardón y Fernando Chang Monroy, los tres narcotraficantes presos en Nueva York y con acuerdos para rebajar sus penas. Hoy sigue la deliberación del jurado para determinar el veredicto de culpabilidad o inocencia
NUEVA YORK. El jurado que determinará si el exdiputado hondureño Juan Antonio (Tony) Hernández (de 41 años) es culpable o inocente de narcotráfico continúa este día las deliberaciones luego de haber comenzado ayer a analizar extractos de los testimonios de los narcos colaboradores y evidencias presentadas por la Fiscalía de Estados Unidos en la Corte del Distrito Sur de Nueva York. En su primer día de análisis del caso, el jurado se enclaustró para deliberar a las 11:30 am (hora local en Nueva York) y concluyó alrededor de las 5:00 pm sin llegar a una conclusión. Al finalizar el primer día, Peter Kevin Castel, juez que ha ventilado el juicio contra Tony Hernández, se despidió de los miembros del jurado: “Tengan una noche muy agradable, nos vemos mañana”.
Ayer, el exdiputado, que no ha perdido la calma en todo este proceso, se veía pálido y movía constantemente sus manos, posiblemente porque pensaba que había sido convocado a la sala porque el jurado había tomado ya una decisión.
El juicio, que comenzó este 2 de octubre en la Corte Federal y concluyó el miércoles 16 de octubre, en su noveno día, con la presentación de los argumentos finales de la Fiscalía y la defensa, en un intento cada uno por inclinar la decisión de las diez mujeres y dos hombres a su lado.
La Fiscalía sostuvo su acusación de que Hernández, apoyado por sus cómplices, convirtió a Honduras en un “narco-estado”, de los sobornos a las campañas del expresidente Porfirio Lobo Sosa y del actual mandatario Juan Orlando Hernández y otros líderes del Partido Nacional, así como a jueces, policías y militares. La defensa, por su parte, sostuvo que la evidencia de la Fiscalía no vincula a su cliente con los cargos de narcotráfico, porte de armas y uso de arma destructivas para proteger su negocio de narcotráfico y de mentir a las autoridades estadounidenses.
Ayer, antes de iniciar la fase final, el juez Castel instruyó al jurado de que su veredicto debe ser por unanimidad y más allá de duda razonable basada en la evidencia, lo que es conspiración, lo que son armas de des
trucción, porte y posesión de armas, entre otros términos al explicar los cargos.
“Su responsabilidad es evaluar la evidencia y determinar si el Gobierno probó más allá de duda razonable si Hernández es culpable”, dijo el magistrado, quien excusó a los jurados alternos, pero con la advertencia de que aún estaban bajo juramento, que no debían comentar con nadie, leer o buscar información de este caso y que podían ser llamados nuevamente si era necesario. Una hora y media antes de cerrar el primer día de deliberaciones, el jurado le solicitó al juez Castel tres transcripciones de los testimonios ofrecidos en la Corte por los testigos cooperantes Alexander (Chande) Ardón, Víctor Hugo Díaz Morales, alias el Rojo, y el guatemalteco Fernando Josué Chang Monroy. Sin embargo, el magistrado negó la petición e instó a los miembros del jurado a escoger los fragmentos para luego ser leídos. Durante el juicio, además de esos narcotestigos, se sentaron en el banquillo a declarar Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder del cartel Los Cachiros, quien filmó una reunión que tuvo con Tony en un restaurante de Tegucigalpa. También compareció el narco Giovani Rodríguez quien, ante el juez, aseguró haber trabajado para Tony, pero que nunca lo conoció.
Los 12 miembros del jurado (10 mujeres y dos hombres) seguirán
deliberando para encontrar una conclusión unánime. En el caso de no coincidir hoy en una sola respuesta deberán continuar la semana próxima. El jurado deberá decir si el hermano del Presidente es culpable de los delitos que le imputa la Fiscalía: conspiración para introducir cocaína a Estados Unidos, posesión y uso de ametralladoras y dispositivos destructivos y rendir declaraciones falsas a agentes federales. A juicio de la Fiscalía es suficiente un testimonio de uno de los narcos que declararon ante el juez para dar un veredicto que culpabilice al hondureño. La Fiscalía ha argumentado que Tony Hernández participó durante años en el tráfico de cocaína, operando “con total impunidad” gracias a la protección de su hermano y contribuyendo a la “putrefacción” de las instituciones de Honduras.
Pero la defensa ha puesto en duda la credibilidad de los testimonios, entregados por exnarcotraficantes y reconocidos asesinos. El abogado defensor de Hernández estimó que la mención del mexicano Joaquín el Guzmán, condenado por narcotráfico en Estados Unidos, no reemplaza la ausencia de pruebas materiales. “El acusado está protegido por el actual presidente (de Honduras), quien ha recibido millones de dólares en sobornos de narcotraficantes, incluido (Joaquín)
Chapo Guzmán”, dijo el fiscal en la apertura del proceso, este 2 de octubre.
Pocos días más tarde, el excapo del narcotráfico y exalcalde Alexander Ardón declaró en la Corte que presenció una reunión en 2013 en la que el jefe del cartel de Sinaloa entregó un millón de dólares en efectivo a Tony Hernández para la campaña electoral de su hermano. El día que declaró, Ardón relató que “Tony Hernández le dijo al Chapo que ese dinero era para la campaña de Juan Orlando Hernández”, y aseguró haber ayudado a contar el dinero en fajos de $50,000 y $100,000. El Rojo aseguró en Manhattan que en 2009 contribuyó con $100,000 a la campaña presidencial de Porfirio Lobo (2010-2014) y a la reelección a diputado de Juan Orlando Heérnández, a través de Tony Hernández. Fernando Chang Monroy, el último testigo que declaró, que cumple sentencia en Nueva York, aseguró que vendió la droga que compró a Hernández, algunas con las marcas Tías y TH, al cartel de Sinaloa y los Caballeros Templarios en México. También aseguró haberle comprado armas a Tony.