Casa de Oración pide por la paz de Honduras y del mundo

María es el modelo misionero que todos debemos ser, reflexionó en su mensaje el obispo Ángel Garachana

La octava edición del rezo del Santo Rosario, realizada el sábado en el estadio Francisco Morazán, promovido por Casa de Oración, permitió que centenares de familias sampedranas pidieran por la paz, las familias y las misiones.

Con una devoción contagiante, las damas rezaron los misterios y pidieron a la Virgen intercesión por la tranquilidad en los cinco continentes.

Una de las peticiones especiales la hicieron en el segundo misterio, ofrecido por el continente americano que estuvo representado por el color rojo, simbolizando la sangre derramada por los mártires durante la evangelización en esta región. Mencionaron que América es de esperanza porque registra el porcentaje de católicos más alto; pero sufre por la escasez de sacerdotes. Pidieron la intercesión de la Virgen para que muchos jóvenes del continente vayan por el mundo a anunciar la buena nueva. En este misterio pidieron de manera especial por Honduras para que resurja el arrepentimiento y temor a Dios para lograr la salvación y la honra para Él.

Con el rezo del rosario, los feligreses claman por los cinco continentes, cada uno representado por un color.

Ejemplo. Monseñor Ángel Garachana, obispo de la Diócesis de San Pedro sula, explicó que el rezo del rosario es un acto simbólico con el que se contemplan los misterios de la vida de María, quien tuvo una vida entregada completamente a Dios. “María es el modelo de misionero que todos debemos ser. María es el ejemplo de todo creyente, como ella, estamos llamados cada uno a ser hombres y mujeres de fe, discípulos que creemos en Jesucristo y seguimos sus pasos”, refirió Monseñor.

Las damas de Casa de Oración se mostraron satisfechas porque se desarrolló un evento solemne con la participación de más de cinco mil personas. “Este octubre, los católicos lo dedicamos a los misioneros, es decir, a quienes se encuentran haciendo servicio afuera”, dijo Alicia de Figueroa, miembro de Casa de Oración.