Piñera anuncia mano dura contra las protestas en Chile
El Presidente presentó ayer una agenda de 10 puntos para controlar el estallido social que se torna violento Pidió al Congreso la discusión inmediata de la “ley antiencapuchados”
SANTIAGO. El presidente Sebastián Piñera endureció el tono ayer al anunciar una serie de medidas de control del orden público y citar a un consejo de Seguridad Nacional para hacer frente a las protestas sociales que se hacen sentir en varios puntos del país sudamericano. Tras casi tres semanas de un estallido inédito en Chile desde el retorno a la democracia en 1990, los camioneros bloquearon rutas y hubo manifestaciones en distintos sectores de Santiago y otras ciudades, incluidos los barrios más acomodados de la capital, como Providencia, donde la tarde del miércoles se registraron saqueos, incendios y violentos enfrentamientos con la policía.
El presidente anunció una agenda de diez puntos que contempla un proyecto de ley para endurecer la sanción de los saqueos, uno de los delitos más comunes desde que estalló el conflicto social el 18 de octubre. También solicitó la discusión inmediata en el Congreso de la “ley antiencapuchados”, una iniciativa que presentó en su primer mandato (2010-2014) y que castiga con más dureza a quienes cometan desórdenes cubriendo sus rostros. Piñera indicó que el Gobierno patrocinará otra iniciativa legal para sancionar como delitos el levantamiento de barricadas en las calles. “Estamos convencidos que esta agenda representa y constituye un aporte significativo e importante para mejorar nuestra capacidad de resguardad el orden público”, dijo Piñera en un mensaje en el palacio presidencial, donde también anunció la citación del consejo de Seguridad Nacional (Cosena), un organismo hoy en día solo de carácter consultivo que fue todopoderoso en la dictadura.
También anunció la creación de un equipo legal especial para perseguir los delitos de desórdenes, un estatuto especial
para la protección de policías y la modernización del sistema de inteligencia.
El mandatario dejó fuera de este anuncio nuevas propuestas sociales y políticas para hacer frente a la crisis, lo que despertó fuertes críticas en la oposición. “Es apagar el fuego con bencina (gasolina).
El problema es político y eso tiene que entender el presidente”, lanzó el senador de la opositora Democracia Cristiana, Francisco Huenchumilla.
“La convocatoria del Cosena es la peor señal que se puede dar a la ciudadanía que exige un cambio pacífico. Favorece el protagonismo de los grupos minoritarios violentos, que buscan la confrontación”, estimó por su parte el senador
del Partido Socialista José Miguel Insulza. Ayer, otra convocatoria por redes sociales llamaba a hacer un “gran tour al oasis” y llegar hasta la rica comuna de Las Condes, una zona de Santiago con los metros cuadrados más caros de Chile. Pocos días antes del inicio de las protestas, Piñera había considerado Chile como “un oasis” en América Latina. Otra manifestación llegó a Vitacura, sector exclusivo de residencias y sedes de organismos internacionales, embajadas y comercio de lujo. Otros cientos protestaron en el centro de Santiago. Empleados públicos de Salud llegaron hasta la sede de la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Vitacura.