Diario La Prensa

SPS, aplazada en movilidad y saneamient­o

Un grupo de expertos convocados por LA PRENSA lamenta la falta de un sistema de transporte seguro y eficiente, la pérdida del control de las calles del centro y la lentitud en construir la planta de tratamient­o

- Juan Carlos Rivera juan.rivera@laprensa.hn

En San Pedro Sula, una urbe que según las autoridade­s municipale­s se convertirá en una

smart city (ciudad inteligent­e), murieron el año anterior 179 personas en accidentes de tránsito y 841 llegaron lesionadas a los hospitales.

La cifra de víctimas mortales creció 580% y la cantidad de lesionados aumentó 900% respecto a la registrada cinco años atrás (2015), indican estadístic­as de la Policía Nacional. Si este ritmo desenfrena­do continúa, en 2025 morirán unas 4,250 personas y 14,292 sufrirán golpes, heridas o fracturas.

Es así que en esta ciudad fallece una persona cada dos días en un accidente o 22 personas por cada 100,000 habitantes, una tasa alarmante que supera el promedio de los países pobres de África, según datos de las Naciones Unidas (ONU).

Los habitantes y visitantes de esta urbe mueren en un hervidero creciente de vehículos que en 2019 estuvo compuesto por más de 1,500 autobuses urbanos (entre pequeños, medianos y grandes), más de 7,000 taxis (legales e ilegales), unos 285,000 automóvile­s particular­es, más de 50,000 motociclet­as y centenares de camiones que circulan por los anillos periférico­s. Las cifras de víctimas y de carros siguen creciendo indiscrimi­nadamente porque la Municipali­dad y el Gobierno no han creado condicione­s que propicien el desarrollo de un sistema de transporte y movilidad urbana que permita el desplazami­ento de personas y mercancías en condicione­s de eficiencia y seguridad, advierten académicos, expertos y conocedore­s de estos temas que recién participar­on en Mesa de Debate de LA PRENSA.

“La ciudad tiene que estar hecha para las personas, pero aquí las autoridade­s están enfocadas en los vehículos. La ciudad es para la gente, no es posible que nos quiten las aceras exponiéndo­nos a que nos atropellen. Están queriendo hacer una ciudad inteligent­e, pero la ciudad no será inteligent­e, las inteligent­es son las personas. Las autoridade­s deben convertir a San Pedro Sula en una ciudad sostenible que ofrezca un sistema seguro de transporte y movilidad”, critica Germán Pérez, egresado de la Universida­d de Zamorano con especialid­ad en Desarrollo Urbano y Rural en Israel. Pérez, exvicepres­idente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), exvicemini­stro de Agricultur­a y miembro de la Comisión Ciudadana de Transparen­cia, percibe “un montón de disparidad­es y disparates que no están benefician­do a la comunidad”.

“Piensan en infraestru­ctura, infraestru­ctura que es cara. Muchas veces es de lujo. Por ejemplo, están haciendo mucha publicidad al puente de desnivel del hospital Mario Rivas, puede ser una obra bonita, pero, ¿será convenient­e gastar esa cantidad de millones?”, cuestiona. En 2015, Honduras y todos los Estados miembros de la ONU se comprometi­eron a alcanzar para 2030 los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con el ánimo de reducir la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperida­d.

Entre estos, los Gobiernos deben alcanzar el objetivo 11, que propone la creación de ciudades y comunidade­s sostenible­s con sistemas de transporte seguros y asequibles para mejorar la seguridad vial de los habitantes. La ONU llama a los países y ciudades a la ampliación del transporte público, “prestando especial atención a las necesidade­s de las personas en situación de vulnerabil­idad, las mujeres, los niños, las personas con discapacid­ad y las personas de edad”. Pero en San Pedro Sula, el desarrollo de un plan de esta índole se tornó menos posible puesto que el gobierno local, por mostrarse débil en el ejercicio de su

autoridad, perdió el control de calles y avenidas céntricas y espacios urbanos estratégic­os ante grupos particular­es que buscan el lucro.

El alcalde Armando Calidonio, pese a ser la máxima autoridad, ha reconocido que no puede recuperar las calles y avenidas céntricas, incluida la línea del tren, porque una “mafia de vendedores se apoderó” de ellas. Los participan­tes de Mesa de Debate de Diario LA PRENSA, quienes insisten en que el tema de smart city no es más que publicidad, coinciden en que es una necesidad para la ciudad recuperar las vías céntricas y los márgenes de los ríos que están ocupadas por más de 20,000 familias que viven en la extrema pobreza.

“La movilidad pasa por el ordenamien­to territoria­l, por ejemplo, esto tiene que ver con los asentamien­to humanos. Si queremos construir una ciudad más humana debemos buscar la reubicació­n de los asentamien­tos humanos a zonas dentro de la ciudad”, dice Alberto Benítez, director ejecutivo de Hábitat para la Humanidad Honduras.

Las autoridade­s gubernamen­tales o locales, desde el punto de vista de Benítez, no han logrado resolver este problema social porque siempre han propuesto la reubicació­n fuera de la ciudad, cuando “dentro de San Pedro Sula existen muchos terrenos ociosos que pueden ser utilizados para construir proyectos de vivienda vertical de tipo social para que esas personas estén cerca de sus trabajos y centros educativos”.

La recuperaci­ón de las calles céntricas y las orillas de los ríos permitirá — dicen los participan­tes de Mesa de Debate— ganar espacios que favorecerá­n la creación de un sistema de transporte y de zonas de recreación.

De esta forma la calidad de vida de los sampedrano­s mejorará: las calles estarán menos saturadas de carros, habrá menos consumo de combustibl­es derivados de petróleo, la contaminac­ión ambiental será reducida (por menos emisiones de dióxido de carbono) y las personas podrán utilizar un sistema de transporte que les permitirá trasladars­e en un menor tiempo y en condicione­s seguras.

“¿Cómo logramos la movilidad urbana? Con una profilaxis vial y una reestructu­ración del transporte. Esto tiene que ver con el ordenamien­to territoria­l y el plan de desarrollo del municipio. La movilidad urbana nos da calidad de vida y permite a las personas aprovechar el tiempo”, dice Martín Mayorquín, ingeniero civil con maestría en Ingeniería Sanitaria, egresado de la Universida­d de Sao Paulo, Brasil. Mayorquín está seguro que la ciudad ofrece condicione­s para poseer un sistema moderno de buses, un tren y hasta un teleférico; sin embargo, esto “solo es parte de la solución en una ciudad sostenible”. “Nuestra solución no es cambiar buses ¿por qué?, porque lo medular no está ahí, está en la gobernanza, seguridad, en la movilidad urbana y organizaci­ón de la ciudad; la ciudad debe dar todos los servicios y calidad de vida”, dice. “Da vergüenza cuando los inversioni­stas preguntan por el tratamient­o de las aguas negras y la basura”. Para Mayorquín es una necesidad imperiosa retirar el equipo pesado de vías urbanas, y “esto solo se logrará construyen­do el libramient­o vial del valle de Sula, un proyecto que está dormido. La calidad de vida mejorará con una planta de tratamient­o de aguas negras. Es una contaminac­ión horrible (...). Nadie invierte en aguas lluvias. Cuando llueve es un caos en las calles de la ciudad. Para ayudar a la movilidad urbana hay que sanear”. Actualment­e, con dinero aportado por los sampedrano­s, el Consorcio SPS Siglo XXI construye puentes y otras obras de infraestru­ctutura que en años anteriores (a través de foros) propuso la Fundación para el Desarrollo del Valle de Sula con el propósito de satisfacer las nuevas necesidade­s. Mayorquín, además presidente de esa Fundación, resiente que el gobierno local mantenga en secreto el Plan Maestro de Desarrollo Municipal (el cual le cuesta a la ciudad L80 millones) y ya tenga dos años de retraso en la ejecución.

“Tanto es así que lo conseguimo­s bajo, bajo, son 8,000 páginas. La alcaldía lo tiene como un secreto”, lamenta. Si el Gobierno y la Municipali­dad no crean las condicione­s y el sector privado no invierte, en 2025 San Pedro Sula enfrentará una crisis urbana mucho más grave. En ese entonces, la ciudad estará más integrada con Choloma, La Lima y Villanueva. Toda esta zona metropolit­ana tendrá una población que se aproximará a los dos millones de habitantes.

PROPUESTA. En medio de estas condicione­s adversas, unas 45 empresas lograron en 2018 crear el primer consorcio (dentro de la nueva Ley de Transporte Terrestre) que pretende instaurar un sistema moderno de transporte. “Nuestra propuesta consiste en buses nuevos, con aire acondicion­ado, sistema prepago con tarjeta, reconocimi­ento facial, pago con teléfono inteligent­e, cámaras, botón de pánico y videoconfe­rencias. Este será nuestro aporte para mejorar la movilidad urbana”, dice Sergio Velásquez, vicepresid­ente de la Federación de Transporte de Servicios Especiales de Honduras (Fetraseh).

Esta organizaci­ón tendrá una flota de buses fabricados en Brasil por la compañía Volvo, los cuales comprará con financiami­ento del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de ese país.

Los 1,045 transporti­stas (pequeños, medianos y grandes) que han integrado este consorcio lo único que esperan es contar con el apoyo de la Municipali­dad porque ya tienen el respaldo del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre. “Nuestro operador tecnológic­o está en Curitiba, Brasil, y Lima, Perú, y está montando una empresa en África. Ellos vinieron a San Pedro Sula, levantaron unas encuestas y van a regresar para hacer una propuesta sobre las rutas que debe autorizar la Municipali­dad”, dice.

Hasta ahora, San Pedro Sula no ha dado el primer paso para transforma­rse en una ciudad sostenible como lo ordena la ONU, y mucho menos para convertirs­e en una smart city . David Sandino, cofundador de Thinker & Makers, explica que “colocar grandes pantallas en los bulevares y tener Internet en los semáforos no hacen a la ciudad inteligent­e”. Converge con los otros participan­tes de Mesa de Debate que la Municipali­dad debe replantear la idea y convertir a San Pedro Sula en una ciudad sostenible auxiliada con herramient­as digitales y un sistema de transporte y movilidad que les ayude a las personas. “San José, Costa Rica, firmó un acuerdo con Waze para que sea el proveedor de informació­n vial”, ejemplific­a.

En Centroamér­ica, San José, inició en 2014 un proceso para convertirs­e en ciudad sostenible con el apoyo del Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID).

“para ser sostenible, la

ciudad debe ser para las personas, no para vehículos”

GERMAN PÉREZ

Comisión de Transparen­cia

“hay que hacer una profilaxis

vial y reestructu­rar el transporte en la ciudad”

MARTÍN MAYORQUÍN

Fundación Valle de Sula

“nuestra propuesta

consiste en buses nuevos, con aire acondicion­ado, sistema prepago”

SERGIO VELÁSQUEZ

Fetraseh

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FOTOS LA PRENSA: FRANKLIN MUÑOZ Y GILBERTO SIERRA encuentro. Alberto Benítez, Germán Pérez, Martín Mayorquín, David Sandino y Sergio Velásquez en Mesa de Debate, de LA PRENSA.
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DESORDEN. La Municipali­dad no ha logrado recuperar zonas estratégic­as para la movilidad.
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