En medio de pugnas, se inicia juicio político contra Trump
El juicio político contra el presidente Donald Trump comenzó ayer con un debate sobre las reglas del proceso Los demócratas exigen que declaren al menos cuatro testigos nuevos
WASHINGTON. El histórico juicio político contra el presidente de EEUU, Donald Trump, comenzó ayer en el Senado con un enconado debate sobre las reglas del proceso en el que la oposición demócrata acusó a la mayoría republicana de “encubrir” al mandatario.
Los senadores deberán decidir en un tribunal que preside el jefe de la Corte Suprema, John Roberts, sobre los cargos que la Cámara de Representantes -controlada por los demócratas- le imputó a Trump el mes pasado: abuso de poder y obstrucción al Congreso. El juicio, que concluirá probablemente con la absolución del mandatario, dada la mayoría republicana en la Cámara Alta, comenzó con un debate sobre las reglas del proceso.
Si los demócratas llevaron la voz cantante durante la fase de investigación en la Cámara Baja, su pérdida de poder quedó clara ayer poco después de empezar el juicio en el Senado.
El proceso, conocido en inglés como “impeachment”, comenzó con un debate sobre las reglas diseñadas por Mitch Mcconnell, jefe de la mayoría republicana, quien propuso inicialmente que los “fiscales” demócratas y la defensa de Trump tuvieran cada uno 24 horas divididas en dos días para exponer sus argumentos. Pero las presiones de algunos en su propio partido obligaron a Mcconnell a cambiar su propuesta a última hora y a establecer que esas 24 horas se dividirían en cambio en tres días, para evitar las sesiones de madrugada a las que se exponían los senadores. El líder republicano anunció que el Senado aprobaría ayer mismo a toda costa las normas del juicio político, lo que inició un largo debate al que asistieron, en silencio, los cien senadores convertidos en “jurado” del proceso contra
Trump. “Necesitamos que el presidente deje de esconder las pruebas” de sus presiones a Ucrania, subrayó una de las “fiscales” demócratas, la congresista Zoe Lofgren. La legisladora defendía así una petición del líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, de incluir en las normas una citación judicial para que la Casa Blanca entregara a la Cámara Alta decenas de documentos sobre la relación entre Trump y Ucrania. Pero los republicanos del Senado hicieron valer su mayoría y rechazaron tanto esa enmienda como una segunda medida para acceder a papeles del Departamento de Estado, tumbadas en ambos casos por 53 votos contra 47.
Fue el preludio de una dinámica que se repetirá previsiblemente a lo largo del juicio político, un proceso guiado por el partido del presidente y abocado a acabar en su absolución, a no ser que se produzca un improbable aumento del apoyo público al “impeachment” que obligue a algunos senadores republicanos a cambiar su voto.
Sin embargo, los demócratas se anotaron dos pequeñas victorias: la concesión de última hora de Mcconnell para evitar debates de madrugada y su visto bueno a incluir como prueba la investigación completa de la Cámara Baja sobre el caso de Ucrania.
Testigos. Schiff dijo antes del inicio del proceso que los republicanos buscan celebrar un proceso “amañado”. Después, en su alegato inaugural, afirmó que el esquema planteado por los republicanos “no tiene sentido” y está orientado a que no se expongan las pruebas y que Trump sea exculpado.
Las reglas de Mcconnell apuntan a hacer que el caso “sea despacha
do lo antes posible para encubrir sus fechorías”, agregó Schiff, que lideró la investigación en la Cámara Baja.
Si bien los republicanos cedieron en el cronograma y mostraron flexibilidad para la presentación de pruebas de la investigación al comienzo del juicio como quiere la oposición, no hay indicios de que Mcconnell ceda a las demandas demócratas para que se permita citar a testigos desde el principio. Los demócratas quieren el testimonio de altos funcionarios, como el jefe de gabinete de Trump, Mick Mulvaney, y el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, con la expectativa de que aporten detalles de los intercambios del mandatario con Ucrania. Bolton dijo estar dispuesto a testificar. Para lograrlo, deberían convencer a cuatro republicanos que, junto a ellos, sumen una mayoría de 51 sobre 100. Los demócratas que lideraron la investigación acusan a Trump de obstruir la investigación llevada a cabo en el Congreso al negarse a que sus principales asesores testificaran.
La defensa de Trump. La jornada inaugural del juicio político incluyó el estreno de los protagonistas de la defensa de Trump, sus abogados Jay Sekulow y Pat Cipollone. “Acabemos con esta farsa ridícula y demos paso a las elecciones” presidenciales de noviembre, sentenció Cipollone. El abogado de la Casa Blanca definió como un “acto de patriotismo” la negativa de Trump a permitir que testifiquen varios de sus asesores y exsubordinados como John Bolton, un tema que promete suscitar el debate más tenso del juicio político.
La apuesta. La Casa Blanca no quiere que el proceso dure más de dos semanas, por lo que confía en afrontar “un juicio acelerado y con pocas pruebas”, en palabras del demócrata Schumer.
Por ahora, se espera que los argumentos de los “fiscales” demócratas comiencen hoy y duren hasta el viernes, mientras que la defensa de Trump efectuaría su exposición del sábado al lunes. A continuación, las reglas de Mcconnell contemplan un periodo de preguntas y respuestas de 16 horas, seguido por un debate y una votación acerca de si se deben considerar más pruebas y testigos; lo que implica que, como pronto, el juicio político podría concluir el 1 de febrero, aunque es probable que dure más.
“no escuchamos un solo argumento sobre por qué no deberían presentarse los documentos y testigos que solicitamos”
CHUCK SCHUMER
Líder demócrata