Lágrimas y euforia en el primer día del Brexit
A las 11:00 pm, el Reino Unido dejó de formar parte de la Unión Europea Comienza fase de transición que debe culminar el 31 de diciembre, y que podría prolongarse a pedido de Londres
LONDRES. El Reino Unido salió oficialmente ayer de la Unión Europea (UE), un momento histórico durante mucho tiempo incierto y que, con júbilo para unos y tristeza para otros, abre la página de un nuevo futuro en solitario.
Como si fuera una metáfora de lo que algunos consideran 47 años de preponderancia europea, el Brexit entró en vigor en el último segundo del día... en la Europa continental, las 23 horas para los británicos. Buena parte del país estalló en gritos de júbilo, aplausos, fuegos artificiales, globos y purpurina al aire, besos y canciones. “Esto no es un final sino un comienzo”, dijo el primer ministro Boris Johnson.
“Sé que podemos convertir esta oportunidad en un éxito impresionante”, agregó el hombre que, poniendo fin a años de crisis política que acabó con la carrera de sus predecesores David Cameron
y Theresa May, se apuntó una enorme victoria personal. Un reloj proyectado en la fachada de Downing Street marcó el momento en que, por primera vez en su historia, la UE perdió un miembro y ganó un poderoso competidor a sus puertas. “Queremos que este sea el comienzo de una nueva era de cooperación cordial”, aseguró Johnson, que organizó una recepción en su residencia oficial con vino espumoso británico y pequeños bocados de gastromonía puramente inglesa.
En Bruselas, se arrió la bandera británica frente al Consejo Europeo. Pero, la fecha es sobre todo simbólica porque, durante el periodo de transición previsto hasta finales de diciembre, casi nada cambiará. EEUU fue el primer país en reaccionar: “Me complace que el Reino Unido y la UE hayan acordado un acuerdo”, tuiteó el secretario de Estado, Mike Pompeo, asegurando que cultivarán su “relación fuerte, productiva y próspera con el Reino Unido”. Una marea humana celebró una gran fiesta frente al Parlamento de Westminster, que durante tres años fue escenario de acalorados debates sobre la cuestión más importante y divisiva en la historia reciente del país. “¡Lo hicimos!”, gritó ante la multitud enardecida el político eurófobo Nigel Farage. Pero a pocos metros, los detractores del Brexit, entre ellos jóvenes que no votaron en el referéndum de 2016 y ahora ven su futuro truncado, vertieron sus lágrimas. “Siento pena, tristeza. Es muy, muy terrible que esto esté sucediendo”, dijo Katrina Graham, de 31 años.
El Brexit es “una señal de advertencia histórica que debe resonar en cada uno de nuestros países”, consideró el presidente francés, Emmanuel Macron.