ACEPTEMOS NUESTRA REALIDAD
Es “agradable” vivir engañados, pero siempre debemos ser conscientes de nuestra realidad para no deprimirnos cuando vienen las derrotas. En deportes nos quedamos bastante rezagados en la última década. En estos días, en béisbol sub 23 panamericano solamente pudimos ganarle a Guatemala, a pesar de nuestra condición de local, lo cual nos costó un gasto millonario no prioritario en un país con 70% de pobreza. En fútbol femenino, la sub 20 fue goleada en sus partidos del premundial de Concacaf, mostrando que se encuentra en pañales. Teófimo López saca la cara por Honduras en boxeo porque vive en USA y está protegido por una organización millonaria. Entonces nos ilusionamos con el fútbol y quedan en nuestra mente las secuelas de la gran Selección que tuvimos hasta 2014, pero los problemas económicos, que son cada vez mayores en el país, han obligado a muchos talentosos deportistas a emigrar a USA. Es una realidad en Honduras que las personas a cargo de las decisiones en el país, y consecuentemente en el fútbol, no están preparadas y sus mandatos están políticamente condicionados. En Centroamérica, Costa Rica y Panamá nos llevan ventaja y pueden competir de igual a igual con equipos de la MLS o de México; pero los nuestros no, como lo demostraron Motagua y Olimpia, que por los problemas antes descritos no pudieron ejercer su verdadera condición de locales contra Atlanta y Seattle. Hay que tomar en cuenta la opinión de gente de otros países; por ejemplo, Ramiro Martínez, técnico de Real España, quien sostiene que el futbolista hondureño dentro de la cancha trata de perder el tiempo, del mismo modo -agrego yo- que los funcionarios lo hacen en las oficinas de Gobierno. Héctor Vargas, que fue futbolista profesional de primer nivel en Argentina, sostiene que Olimpia y Motagua no fueron suficientemente intensos para ejercer su condición de local contra los clubes de la MLS. Y podemos continuar, 6 de los 10 equipos de la Liga Nacional tienen problemas para pagar su planilla, esta semana el Vida lleva 4 días sin entrenar por falta de pago y también algo similar sigue pasando desde 2019 con el Real de Minas.