Programas de alivio no son condonaciones
El sistema bancario juega un papel fundamental en el funcionamiento de la economía. En tiempos excepcionales, como los que estamos viviendo, su papel es aún más relevante. La caída de ingresos debido a las necesarias medidas sanitarias que se han adoptado en los países para combatir al covid-19 ha generado una fuerte demanda por liquidez por empresas de distintos tamaños. Para resguardar la capacidad productiva del país es clave que el crédito fluya y que de esta forma se puedan recuperar mayores niveles de producción y empleo. Y lo anterior debe ser hecho resguardando la solvencia del sistema financiero.
Lo que hemos visto en diversos países, incluyendo Honduras, es que los bancos han reprogramado créditos a quienes lo necesitan. Y los distintos bancos centrales en el mundo han abierto líneas de liquidez especiales al sistema financiero precisamente para permitir que dichas reprogramaciones no afecten el funcionamiento del sistema financiero.
Lo anterior ha ocurrido porque estamos enfrentando un período excepcional.
Es muy importante comprender que las medidas que implementen los gobiernos y los legisladores deben buscar aliviar a los deudores que se han visto afectados por la pandemia, pero al mismo tiempo deben resguardad la solvencia del sistema financiero. Por ejemplo, los programas de alivio no son condonaciones de deuda.
En el caso de Honduras, el Gobierno ha creado mecanismos muy importantes para fortalecer la entrega de crédito en la etapa de reactivación de la economía: los fondos de garantía.