Cientos de personas llegan a despedir a la jueza Ginsburg
John Roberts, presidente de la Corte, remembró en un discurso la vida de la progresista
WASHINGTON. Cientos de personas se congregaron ayer en los alrededores del Tribunal Supremo de Estados Unidos para despedir a la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg.
El féretro de la magistrada fue expuesto la mañana de ayer en lo alto de la escalinata de la Corte, situada enfrente del Capitolio del país, y permanecerá allí hasta hoy para que los ciudadanos puedan rendirle respeto. Antes de sacar el féretro al pórtico del tribunal se celebró una ceremonia privada en el interior, a la que acudieron sus familiares, amigos y otros jueces del Supremo.
En un discurso, el presidente de la Corte, John Roberts, recordó que Ginsburg luchó por la igualdad de género. “Ella eligió el derecho, sujeta a discriminación en la Escuela de Derecho y en el mercado laboral por ser mujer, Ruth se convirtió en una defensora principal que luchó contra esa discriminación en la Corte”, afirmó. Y evocó una conversación entre Ginsburg y su madre, que trabajó en una librería en Brooklyn, en Nueva York. “Ruth solía preguntar ‘¿Cuál es la diferencia entre una librera en Brooklyn y una jueza en el Tribunal Supremo?’ Su respuesta: ‘Una generación’”, evocó Roberts. Tras la ceremonia, el féretro de Ginsburg fue trasladado fuera del tribunal para ser expuesto al público. Sus restos serán mostrados hoy, para ser traslados el viernes al Capitolio, convirtiéndose en la primera mujer funcionaria en ser objeto de un honor así. En 2005, los restos de la activista
Enfermedad Ruth Bader Ginsburg murió a los 87 años de edad por complicaciones del cáncer de páncreas. de derechos civiles Rosa Parks también yacieron en el Capitolio, pero al no ostentar ningún cargo gubernamental se le concedió ese honor como ciudadana, no como funcionaria.
Según medios de comunicación locales, se espera que el presidente Donald Trump acuda hoy a la capilla ardiente en el Supremo. Está previsto que la próxima semana Ginsburg sea enterrada en el Cementerio Nacional de Arlington (Virginia), en las afueras de Washington. Ginsburg fue la segunda mujer en la historia en convertirse en jueza del Supremo -que está integrado por nueve magistradostras Sandra Day O’connor, que se retiró en enero de 2006, y durante un tiempo fue la única hasta que el expresidente Barack Obama nombró a otras dos, Sonia Sotomayor en 2009 y Elena Kagan en 2010.
La muerte de la jueza ha desatado una disputa entre republicanos y demócratas para cubrir la vacante dejada en el Tribunal Supremo, que hasta su fallecimiento contaba con cinco magistrados conservadores y cuatro progresistas.