Diario La Prensa

Ceibeños agobiados por falta de agua debido a bajo caudal del Danto

Los abonados ya no aguantan estar comprando agua, otros van a lavar a El Porvenir

- Carlos Molina carlos.molina@laprensa.hn

LA CEIBA. Ni en sus peores pesadillas doña Sandra Rodríguez se imaginó que algún día tendría que comprar el agua potable en La Ceiba para hacer sus quehaceres del hogar.

Ahora es una realidad que debe enfrentar a diario, al igual que los 21,700 abonados del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantaril­lados (Sanaa) de esta ciudad.

“Antes nos venía un chorrito de agua, pero desde hace un mes no viene para nada. Hemos tenido que estar comprando agua para el uso diario. Ya no podemos seguir así, todos los vecinos le van a decir los mismo”, se quejó.

Los técnicos mani- fiestan que la causa de la crisis de agua que se vive en la No- via de Honduras se debe al bajo caudal del río Danto, principal abastecedo­r del vital líquido. Esto hace que solo se estuvieran enviando unos 110 litros por segundo de 500 que se generan normalment­e y lo hacían por gravedad. Debido a la emergencia se tuvieron que hacer trabajos paliativos de canalizaci­ón del afluente para desviar el caudal que baja hacia los filtros. “Esto sirvió para encender la nueva bomba impulsador­a que se instaló y que no se encendía porque no llegaba agua a los filtros y no podía trabajar en seco”, dijo Darío Gómez, presidente del sindicato del Sanaa. Con el motor trabajando se aumentó a 300 litros por segundo, pero aún no es suficiente. Muchas personas tienen que ir a lavar a los ríos; otras como Cecilia Hernández, una habitante del barrio Solares Nuevos, compra el agua para cocinar y beber, sin embargo, para lavar ya no le alcanza y debe ir al aledaño municipio de El Porvenir, adonde no falta el agua para lavar. “Todas las semanas tengo que salir de la ciudad donde mis amigas a lavar ropa porque aquí nunca hay agua y el recibo siempre me lo mandan y hay que pagarlo”, aseguró.

El Sanaa cuenta con ocho tanques en diferentes sitios de La Ceiba, de los cuales solo seis funcionan. Estos pozos no son suficiente­s para abastecer de agua a una ciudad de casi 300,000 habitantes.

También hay tres pequeñas represas: la Carías, Bulgaria y la Calona. En la actualidad solo estas dos últimas están funcionand­o con los mismos problemas de desabastec­imiento. En La Ceiba hay unas 20 juntas de agua que manejan su propio proyecto.

Desde hace más de dos décadas, el Sanaa no invierte en nuevas fuentes de captación de agua.

Salvemos el río Danto. Ingenieros expertos en recursos hídricos han concluido que el río Danto se secaría del todo para 2050, según los estudios que han realizado. En sus recomendac­iones está que se deben tomar medidas urgentes de mitigación, como parar la tala ilegal de la cuenca, evitar la siembra de palma africana y las invasiones en la parte alta del río. Ante este panorama, solo un grupo de ciudadanos ha tomado acción promoviend­o una campaña llamada Salvemos el río Danto, que consiste en actividade­s de reforestac­ión en la cuenca.

Los ciudadanos se ven obligados a comprar agua en las pipas, que han florecido en los últimos meses como un gran negocio. Unos pocos son beneficiad­os cuando el Sanaa distribuye agua en las colonias, solo en ocasiones. La causa de la falta del vital líquido es el bajo caudal del río Danto, y los técnicos del Sanaa trabajan para canalizar la poca agua que baja para llevarla a la bomba.

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