Rumbo a la leyenda mexicana
La versátil artista lanza el segundo volumen de “Un canto por México”, con el apoyo de músicos como Rubén Blades y Caetano Veloso
MÉXICO. Se trata de un disco sensorial que recorre los olores, los sabores, los paisajes, pero sobre todo los sonidos de México. Titulado Un canto por México, vol. 2, es la segunda parte de un proyecto “hecho en comunidad” de Natalia Lafourcade cuyo estreno ha dejado a la cantante con la necesidad de “regresar hacia adentro”. “El disco tiene el canto de la comunidad mexicana, de la alegría, el dolor, de la vida, de la muerte, el amor, el desamor, la protesta, el canto de las mujeres, de las lloronas, nuestra mística y cultura. Es fuerte decirlo, pero no estoy mintiendo”, agrega.
El disco está “más allá” de la propia artista que lo encabeza, afirma Lafourcade, quien trabajó con más de 50 músicos para este segundo volumen y cuya primera entrega la hizo acreedora a su segundo premio Grammy y le sumó dos Grammy Latino a su colección. Se trata de la continuación de un proyecto que comenzó con la intención de mantener vivo el patrimonio de la música mexicana al recaudar fondos por medio de un concierto homónimo realizado en 2019 para el Centro de Documentación del Son Jarocho en el estado de Veracruz.
Para la cantautora, la “liberación de toda esta energía” que ha sido lanzar el fin de semana el disco “colectivo” grabado desde “las dificultades” que trajo la pandemia, le ha dado también una necesidad de regresar a la música. “Estoy abierta al universo, tengo una hilera de canciones que espero poder grabar pronto. Son muy íntimas y personales, necesito mucho volver a mí después de este proyecto que es tan para afuera, tanta orquesta, tanta gente. Quisiera un poco invertir e ir hacia adentro y no sé qué va a pasar, no sé cómo va a ser volver adentro”, asegura. Mientas eso sucede, Lafourcade, de 37 años, celebra el
Las ganancias de este nuevo disco serán destinadas para reconstruir un centro de enseñanza del Son Jarocho, en Veracruz.
trabajo que logró junto con su productor Kiko Campos y un sinfín de ingenieros, artistas, músicos y amigos que formaron parte del proyecto, incluso Rubén Blades y Caetano Veloso.
Rumbo a la leyenda de la música mexicana. En el disco también participan Pepe Aguilar y Aída Cuevas, dos artistas que Natalia llama “leyendas vivas de la música mexicana”, término que no sabe si también la define a ella. “Las leyendas se hacen con el tiempo solamente, el artista consolidado sucede casi sin que se dé cuenta. En un momento usted voltea para atrás y dice, mira la vida (...), no sé si consolidada o más bien clara y segura de que esto es lo que me gusta, lo que disfruto y que para eso estoy acá”, asevera. Lo que es innegable es que desde su encuentro con la música de Agustín Lara en 2012, pasando por los sonidos del huapango de Hasta la raíz en 2015, el homenaje que hizo a las mujeres de la música latinoamericana en 2017, hasta Un canto por México en sus dos volúmenes, la cantante se ha afianzado como una fiel defensora y representante de la música mexicana actual. Con esta nueva producción, la cantante engloba un “trabajo de primer nivel” que contiene los sonidos más tradicionales del país azteca con sus instrumentos y sus letras y muestra una modernidad que muchos otros artistas han abrazado desde sus trincheras.