Condenan uso excesivo de la fuerza contra inmigrantes en México
La CIDH urgió al Gobierno mexicano a investigar las “agresiones y golpes” contra los inmigrantes y pidió tomar todas las medidas para evitar que el éxodo se repita
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó ayer el uso excesivo de la fuerza contra migrantes en el sur de México y urgió al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a investigar lo ocurrido y tomar medidas para evitar que se repita. La CIDH, una entidad de la Organización de los Estados Americanos (OEA), pidió también reparación para las víctimas de violencia contra caravanas migrantes, ocurrida en el estado Chiapas, fronterizo con Guatemala, entre fines de agosto y principios de septiembre. “A fin de impedir su paso hacia la frontera norte del país, el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional, en contravención de los estándares interamericanos en la materia, utilizaron la fuerza en los operativos de control migratorio”, indicó la CIDH en un comunicado, citando videos publicados en redes sociales. Señaló que en los operativos se reportaron “agresiones y golpes” contra los caminantes sin que estos pudieran defenderse, y que estuvieron involucrados miembros del Ejército y de los Grupos Beta del IMM, creados para proteger a los migrantes. La CIDH dijo observar “con preocupación” que estos ataques hayan sido contra “familias enteras” de migrantes, incluidos menores de edad. También manifestó su inquietud ante reportes de personas expulsadas a Guatemala que recibieron toques eléctricos para obligarlas a abordar autobuses. El uso de la fuerza “se empleará únicamente cuando todos los demás medios de control se hayan agotado o fracasado, y siempre deberá ser estrictamente proporcional y necesario para alcanzar un objetivo lícito y razonable en las circunstancias de cada caso”, subrayó la CIDH. También recordó que “la seguridad ciudadana y las funciones de control migratorio deben corresponder a fuerzas policiales”, y no a integrantes de las fuerzas armadas y otros cuerpos de seguridad del Estado. Caravanas compuestas por cientos de migrantes centroamericanos, y también haitianos fueron frenadas semanas atrás por la fuerza por guardias nacionales en su avance al norte desde la ciudad de Tapachula, en Chiapas, cerca del límite con Guatemala.
Los migrantes, quienes huyen de la violencia y la pobreza en sus países, buscaban llegar a Estados Unidos para pedir refugio.
Sitio de asilo. México es una luz de esperanza para unos 300 migrantes haitianos que permanecen en la frontera con Estados Unidos luego que el Gobierno de ese país rechazó recibirlos.
“La verdad, nosotros queremos agradecer a la gobernación mexicana por todo lo que han hecho”, dice Ilfrid Alcide (de 26 años) quien, como los demás haitianos, quiere aprovechar la oportunidad de quedarse en México. Tapachula, unos 2,500 kms al sur de Ciudad Acuña, es descrita por los haitianos como “un infierno”, saturada con decenas de miles de centroamericanos y de paisanos suyos que sobreviven a duras penas entre la falta de trabajo y trámites migratorios estancados.
Unos 12,400 inmigrantes haitianos ya fueron liberados en territorio estadounidense, adonde unos 5,000 siguen detenidos aún tras haber cruzado la frontera con México pidiendo asilo, dijo Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos.