El valor del respeto
¿Qué es el valor del respeto? Es la consideración, miramiento o atención que se debe a una persona; nos lleva a honrar su dignidad y atender sus derechos. Respeto: (del latín) “respicere”, quiere decir mirar atrás para seguir contemplando algo digno de admiración.
Todas las personas poseen dignidad con independencia de su origen (raza, sexo, aspecto), su cultura (religión, creencias, ideologías), su estado (enfermo, sano, casado, soltero) o de cualquier otra circunstancia (rico, pobre, joven, anciano). Esa dignidad hace que toda persona tenga los mismos derechos, que nadie le puede quitar sin cometer una injusticia grave.
¿Por qué practicar el valor? El respeto es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. Todo ser humano, sin ninguna discriminación, merece un trato cordial y amable, comprensión de sus limitaciones, reconocimiento de sus virtudes, aprobación a su derecho de ser autónomo y diferente.
El respeto debe ser mutuo y estar por encima de cualquier opinión o creencia, estemos o no de acuerdo. La ausencia de respeto es una línea que no se puede traspasar porque no tiene vuelta atrás. Obstáculos: intolerancia, prejuicios, libertinaje, agresión. ¿Cómo practicar el valor?
1.- Conciencia de la dignidad de la persona. Dignidad: Cualidad de digno (del latín: dignitas, “excelencia, grandeza”). Se refiere al valor inherente al ser humano por el simple hecho de serlo, en cuanto ser racional, dotado de libertad. En la dignidad de la persona se fundamentan los derechos del ser humano que son: sagrados, inalienables e imprescriptibles porque están inscritos en su naturaleza.
2.- Autorrespeto: Es el modo digno con el que me trato a mí mismo y la manera elegante y educada con la que me comporto delante de los demás. Nace del amor a la propia persona. Se basa en el reconocimiento de la propia dignidad.
3.- Palabras y acciones: Al considerar el valor que tiene cada persona por sí misma, no es difícil vivir el valor del respeto con intensidad. Escuchar. Intentar comprender (empatía). Valorar el punto de vista del otro. Comunicar respeto en los diferentes ámbitos. Si contribuimos como individuos a generar una cultura de respeto, iniciando con los integrantes de nuestro núcleo básico, fomentando los valores como cortesía, urbanidad, tolerancia, compañerismo, empatía, solidaridad; podremos difundir y multiplicar la aplicación de este valor hacia nuestros semejantes.