Luchan por un tratado para prohibir las armas nucleares
Una escalada nuclear por la guerra en Ucrania dejaría 100 millones de víctimas
Las potencias nucleares son EE UU, Rusia, China, Francia y Reino Unido; además, disponen de armamento atómico India, Israel y Corea del Norte.
Más de 80 países comenzaron ayer en Viena la primera conferencia del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TNPW, por sus siglas en inglés), con un llamamiento a la eliminación de esas armas para garantizar la seguridad de todos los países y personas en el planeta. El encuentro, que concluye el próximo día 23 y al que no acuden ni las nueve potencias nucleares ni la mayoría de los aliados de la OTAN ni otros importantes estados, como Japón o Corea del Sur, se produce año y medio después de que el tratado entrara en vigor. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, manifestó que las armas nucleares son “una lacra mundial, un recordatorio mortal de la incapacidad de los países para resolver los problemas mediante el diálogo y la colaboración”.
“La perspectiva de un conflicto nuclear, antaño impensable, vuelve a ser hoy una posibilidad”, agregó Guterres en referencia a la guerra de Ucrania, donde Rusia ha amenazado de forma implícita con el uso de armamento no convencional. Después de 35 años de declive del arsenal atómico mundial, el contexto actual empuja “a muchas potencias a repensar sus propias estrategias atómicas”, según un reciente informe del Sipri. Las referencias explícitas del presidente ruso, Vladimir Putin, al uso de la bomba atómica “demuestran la fragilidad de este sistema”, estimó este especialista en desarme. Los países de la OTAN se jactan de las virtudes protectoras de su arsenal, pero “en realidad, sus armas han demostrado ser inútiles para evitar la agresión rusa contra Ucrania”, coincide Daryl Kimball, director de la Asociación de Control de Armas, que intervino el lunes en una conferencia de expertos en Viena. Mientras que Rusia, con su poderío atómico, lidera una ofensiva potencialmente “mucho más peligrosa”, advirtió. Una escalada nuclear entre la OTAN y Rusia podría “dejar casi 100 millones de víctimas solo en las primeras horas” del conflicto.