Estancada la mayoría de obras para las que destinaron más de L460 millones
LA PRENSA Premium analizó una base de datos de 238 escuelas y colegios del país por infraestructura dañada en 2022. A la fecha, los avances de reconstrucción han sido pausados
SAN PEDRO SULA. A raíz de los múltiples daños que aún hay en la infraestructura escolar tras el paso de las tormentas Eta y Iota en 2020, para el año pasado se colocaron sobre la mesa de financiamiento más de 460 millones de lempiras.
El objetivo era reparar daños en 238 escuelas y colegios del país durante el primer año de gobierno de la presidenta Xiomara Castro. Un reporte estadístico oficial que analizó LA PRENSA Premium indicó que la reconstrucción de
80 centros aún está sin comenzar o se consigna con un 0.00% de avance, de 16 no aparece ningún dato, de 85 no hay reporte de avance de las obras, seis se lograron concluir, cinco aparecen como formulado y enviado al Fondo Hondureño de Inversión Social (Fhis), 43 con avances entre el 4% y 99%; pero varios de estos trabajos están suspendidos o en ejecución. Según los análisis, la mayoría de fondos se destinaron a reparaciones varias en infraestructura ya existente, intervenciones
Dato
En 2022, el presupuesto de la Secretaría de Educación subió a 35,553 millones de lempiras, equivalentes a un 4% del PIB.
integrales y mejoras múltiples en baños, cocinas, aulas, comedores, entre otros espacios. Del total, más de L96 millones se dispusieron para el departamento de Gracias a Dios, por encima de L52 millones en Francisco Morazán y superior a L44 millones en Intibucá.
Las inversiones se concentraron en municipios como el Distrito Central (Francisco Morazán), Wampusirpi , Villeda Morales y Ahuas (Gracias a Dios). Según se conoció, más de L253 millones se desprendieron de fondos del programa de cooperación de Promine KFW, más de L133 millones producto de la emergencia nacional y arriba de L32 millones se derivaron del proyecto Joven/banco Interamericano de Desarrollo (BID). A inicios del año pasado, en el marco de la transición de gobierno, la Secretaría de Educación diseñó un plan maestro que involucraba las múltiples necesidades en 17,525 planteles educativos en todo el país, de los cuales 6,247 estaban sin agua potable, 15,304 carecían de un sistema de tratamiento de aguas residuales y 7,400 presentaban problemas de electricidad.
A la fecha, según la matriz corroborada, pese a las inversiones hechas, un gran porcentaje de centros continúan y enfrentan los mismos problemas de antes, sobre todo en departamentos como Gracias a Dios, Cortés, Francisco Morazán, Santa Bárbara y Yoro.
Insuficiente. Denis Cáceres, director de Educación de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), declaró que, aunque hay un avance importante en infraestructura, en los análisis propiamente hechos encontraron que no se habían terminado ni 50 centros escolares. “Miramos que hay voluntad del Gobierno, pero los mandos intermedios no ejecutan el presupuesto de manera ágil.
Por tanto será complicado intervenir más centros este 2023, pues ahora lo que deberán hacer más bien es concluir los que no pudieron el año pasado”, especificó.
Cáceres lamentó que para este 2023 muchos estudiantes corren el riesgo de no recibir clases presenciales o en condiciones no dignas debido al estado físico de los centros educativos. Desde el magisterio concuerdan en que la situación del sistema escolar ha avanzado poco. René Dubón, conocido dirigen
“AUNQUE HAY AVANCES, LA INFRAESTRUCTURA SIGUE DAÑADA Y NO HAN TERMINADO VARIAS OBRAS”.
te magisterial en el norte del país, recordó que el problema en infraestructura educativa viene desde hace muchos años y todo empeoró debido a las tormentas Eta y Iota. “Vemos cómo en el caso de Cortés las condiciones de muchos centros son pésimas, y esto se agravó en los últimos años. Aquí solo al menos el 30% cuenta con agua potable, pese a que estamos bañados por los ríos Ulúa y Chamelecón”, apuntó.
El docente pormenorizó que “durante 2022 en el valle de Sula sí comenzaron a realizar reparaciones e inversiones de parte del
“TENEMOS EXPECTATIVAS CON REPARACIÓN ESCOLAR ESTE AÑO, VAMOS A EVALUAR LOS AVANCES”.
Gobierno en infraestructura, aunque no se está al nivel deseado. “Como magisterio vamos a valorar los avances que se den este año”, finalizó.
Reconstrucción. Uno de los centros que logró ser beneficiado con una reconstrucción fue el jardín de niños Sonrisa Infantil, que funciona dentro de la escuela Dilcia Fernández , de la colonia San Juan Nuevo de La Lima.
En ese lugar, según la información de Educación, se destinaron 65,042.50 lempiras para la construcción de dos aulas de clases y reparación de baños, pero la obra aún no ha concluido. La construcción comenzó hace alrededor de un mes y solo tiene las bases y paredes, pues, según se conoció, han tenido dificultad para conseguir mano de obra, ya que el pago es poco.
Ante ese problema, la municipalidad de La Lima está apoyando con cuatro hombres que trabajan con dos albañiles contratados que esperan terminar las dos aulas de clases en alrededor de tres meses. El 8 de febrero, fecha fijada para el inicio de clases, los niños del centro preescolar no comenzarán ante el panorama desalentador. La escuela Dilcia Fernández, afectada hace dos años por las tormentas Eta y Iota, sufrió daños en la infraestructura, pero tuvieron la ayuda de organismos no gubernamentales como Cepudo, que construyó otras tres aulas del centro educativo. En tanto, en los campos bananeros de La Lima también una escuela en la comunidad de Flores de Oriente fue reparada e invirtieron 50,000 lempiras. De edificios nuevos solo se menciona la construcción en el centro de atención Apoautis, en el barrio San Miguel, de El Progreso, con un valor de L114,285.71, así también la construcción de un edificio en el centro de atención Cipie, con una inversión de L120,000.
La escuela Fesitranh II, ubicada en la colonia Céleo González, fue totalmente reconstruida, pues las fuertes corrientes de las aguas que dejaron Eta y Iota la destruyeron y ahora la comunidad tiene una mejor construcción de segunda planta. En otras escuelas detallan reparaciones de sanitarios, techos, pisos y aceras.
“Mire, por aquí pasaron los que inspeccionaban del Fhis y no entraron a este colegio”, manifestó una de las profesoras del instituto José Dolores González, de la colonia San Juan Nuevo de La Lima.
En ese colegio, a pesar de tener carreras de Agricultura y Contaduría y Finanzas, lamentan que no han recibido apoyo, pues carecen de mobiliario para alumnos y maestros, tampoco tienen herramientas para hacer sus prácticas.
Los maestros comentaron que aportan 500 lempiras de su sueldo para apoyar con algunas reparaciones, ya que están olvidados.