Sector bancario hondureño se mantiene estable
“Infraestructura física limitada y la vulnerabilidad a los shocks externos seguirán afectando el crecimiento económico del país”, dice informe de Standard & Poor’s
SAN PEDRO SULA. El sector bancario hondureño se muestra estable y no se enfrentará a distorsiones significativas en los próximos dos años, según la calificadora de riesgo Standard & Poor’s.
En su último informe Banking Industry Country Risk Assessment (Análisis de Riesgos de la Industria Bancaria por País), Standard & Poor’s le concede a Honduras la calificación de 8 al riesgo económico y le otorga 7 al riesgo de la industria.
Esas mismas calificaciones las ha mantenido Standard & Poor’s para Honduras y con ellas al país dentro del grupo 8, el cual está integrado esta vez por Armenia, Azerbaiyán, Jordania, Kazajistán, Uzbekistán, Costa Rica, Jamaica y Paraguay.
Para este informe que publica periódicamente, Standard & Poor’s analiza la situación de la industria bancaria en más de 80 países y, según las calificaciones que alcancen en la evaluación de riesgo país de la industria, los distribuye en diez grupos. Antes del covid-19, en el informe del 30 de diciembre de 2019, Standard & Poor’s le concedió las calificaciones 8 (riesgo económico) y 7 (riesgo de la industria) y lo mantuvo en el grupo 8. En el reporte del 28 de abril de 2023, le otorgó las mismas notas. En una escala de 1 a 10, los países que están próximos a 10 enfrentan un mayor riesgo. Los cercanos a 1, menor riesgo. Con mejores calificaciones se destacan Suiza, Finlandia, Austria, Noruega, Luxemburgo, Bélgica, Liechtenstein, Hong Kong, Canadá y Singapur.
En el ámbito regional, Honduras está en una mejor posición que El Salvador. El vecino país, ubicado en el grupo 9, recibió las calificaciones 9 (riesgo económico) y 8 (riesgo de la industria), de acuerdo con el informe actualizado el 24 de marzo.
En el informe para Honduras, Standard & Poor’s plantea que “la estrecha diversificación de la economía de Honduras, su alto nivel de pobreza y un gran sector informal restringen el acceso al crédito” dice, además, que “el Estado de derecho y las instituciones políticas débiles, así como la alta percepción de corrupción siguen planteando riesgos para la resiliencia de la economía”.
“Aunque es probable que las finanzas públicas de Honduras se mantengan en gran medida estables en los próximos dos años después de la reducción del déficit fiscal del gobierno general el año pasado, consideramos que la infraestructura física limitada y la vulnerabilidad a los shocks externos seguirán limitando el crecimiento económico del país para mejorar la situación económica de la población”, dice.
Por otro lado, según Standard & Poor’s, “el sistema bancario seguirá expandiendo el otorgamiento de créditos a aproximadamente 12% en los próximos dos años, manteniendo al mismo tiempo los activos improductivos en línea con los de países con un riesgo económico similar, entre 2.3% y 2.5% durante 2024-2025”.
La regulación bancaria, de acuerdo con Standard & Poor’s, “sigue estando rezagada respecto a los estándares internacionales. El regulador bancario está proponiendo algunas iniciativas para alinearse con las normas de Basilea III. Sin embargo, es una implementación muy lenta (...)”. “El sistema bancario hondureño está fondeado principalmente a través de una amplia y bien diversificada base de depósitos de clientes, aunque su limitada gama de alternativas de fondeo (...). Esperamos que el sector bancario ofrezca principalmente productos bancarios simples y tradicionales; por lo tanto, no esperamos distorsiones significativas del mercado en los próximos dos años”.