Tres mitos de la mamografía
Aunque es el mejor aliado en la detección temprana del cáncer de seno, aún prevalecen ciertos mitos sobre la mamografía. Aclara tus dudas aquí.
Podrá parecer extraño, pero a pesar de las constantes campañas de prevención para la detección temprana del cáncer de seno que hacen énfasis en la importancia de las mamografías, los mitos sobre éstas todavía circulan. Para aclarar algunos de ellos, los médicos expertos del CHI St. Luke’s Health nos aclaran algunos de las más comunes.
MITO 1: LAS MAMOGRAFÍAS SON SOLO PARA LAS MUJERES MAYORES DE 40 AÑOS
Las mujeres pueden contraer cáncer de mama a cualquier edad. Mientras que las más jóvenes tienen un menor riesgo en comparación con las mayores, otros factores pueden aumentar el riesgo independientemente de su edad. El riesgo de una mujer es 1.8 veces mayor si una familiar inmediata ha tenido cáncer de seno. El consumo de alcohol y tabaco, sobrepeso, embarazos, lactancia materna y muchos otros factores, aumentan el riesgo de cáncer de mama. Haz esta evaluación de riesgo y pregúntale a tu ginecólogo cuándo deberías comenzar a hacerte mamografías. Recuerda realizar autoexámenes regulares para detectar cambios en tus senos.
MITO 2: LAS MAMOGRAFÍAS NO AYUDAN
Las mamografías son el mejor instrumento para que los doctores descubran el cáncer de seno y lo traten temprano. El 80 por ciento de las veces son precisos. Si bien es posible que den un falso negativo (lo que significa que la mamografía no identifica el cáncer, aunque esté presente), realizarse este procedimiento y otras pruebas de detección regularmente reduce la posibilidad de que el cáncer no se detecte. A veces, los mamogramas dan resultados positivos falsos, en los que el examen muestra que un paciente tiene cáncer de mama cuando en realidad no lo tiene. Afortunadamente, las pruebas de seguimiento siempre se utilizan para confirmar un resultado positivo de la prueba y demostrarán si una persona tiene o no esta enfermedad.
MITO 3: LAS MAMOGRAFÍAS SON PELIGROSAS
Sí, las mamografías, como los rayos X, emiten radiación. Sin embargo, la emisión de radiación en estos procedimientos es increíblemente pequeña. Además, a través de los años, los avances científicos han permitido que las mamografías se prueben con cantidades de radiación cada vez más pequeñas. Los beneficios de detectar el cáncer de mama son mucho mayores que la posibilidad de daño.
Si bien las mamografías son perfectamente seguras para la mayoría de las personas, consulta con tu ginecólogo para asegurarte de que sean adecuadas para ti. Si estás embarazada o crees que podrías estarlo, habla con tu obstetra / ginecólogo antes de practicártela. La radiación podría afectar al bebé en desarrollo. Igualmente, si has tenido una gran cantidad de radiografías u otras exploraciones que involucran radiación, pregúntale a tu médico si una mamografía es adecuada para ti.