CUIDARNOS PARA CUIDAR
No esperes un diagnóstico de una enfermedad para comenzar a cuidarte. El cuerpo habla, pero si no lo escuchamos grita. ¡Aprende a escucharlo!
Cuidarnos es fundamental para sentirnos bien, por dentro y por fuera. Alcanzar el equilibrio entre mente y cuerpo, es la receta mágica para disfrutar de la vida. Exigirse sin medir riesgos, es imprudente. Si no nos escuchamos a nosotros mismos, en algún momento aparecerán los dolores de cabeza y los malestares como muestra de inestabilidad emocional. Los medicamentos podrán surtir un efecto pasajero, pero el antídoto es un cambio de hábitos y/o prioridades. Solo así se solucionará de raíz. Hay etapas en la vida donde el estrés nos supera y creer que esta vorágine en la que estamos inmersos algún día terminará, es pura ilusión. Para reflexionar debemos parar y replantearnos la forma de seguir. Te lo pueden advertir una y otra vez, pero la decisión depende de cada uno. Aprender a mimarnos es un arte. Y nuestro bienestar personal es vital para la salud familiar. Todos, de alguna manera u otra, estamos al cuidado de alguien. Si las actividades recreativas son mínimas y no descansamos lo suficiente, terminaremos sin fuerzas y con un agotamiento peligroso. Por eso, para dar lo mejor, hay que aprender a escuchar el estado de nuestro cuerpo. Valorarnos, querernos y obviamente, conocernos para saber qué necesitamos. Si lo descubrimos, sabremos qué nos gusta y qué nos hace sentir plenos. No es egoísmo, al contrario, es un síntoma de madurez y responsabilidad. Nadie quiere llegar a situaciones extremas dónde por un mínimo detalle, rebalsa y se sale de las casillas. Si estamos bien con nosotros mismos podremos estar bien con los demás, proyectando buenas vibras a nuestro alrededor. Es una cuestión de actitud que todos merecemos disfrutar.