FREDDIE MERCURY
“Teatral, brillante, excesivo y condenado: nunca ha habido otra banda como Queen o un líder como Freddie Mercury”, así lo calificó acertadamente en una de sus ediciones la influyente revista Rolling Stone. Con su prodigiosa voz convirtió sus éxitos en clá
El mundo del espectáculo no daba crédito a la impactante noticia. El 24 de noviembre de 1991 a la edad de 45 años se apagó repentinamente una de las voces más potentes y extraordinarias en la historia del rock & roll. Freddie Mercury, vocalista de la icónica banda británica Queen, murió un día después de hacer del conocimiento público que padecía SIDA. Fue un golpe para la historia de la música, se apagaba una estrella pero nacía la leyenda. El 5 de septiembre de 1946 en la isla africana de Zanzíbar, una colonia comercial árabe perteneciente a Tanzania, nació Farrokh Bulsara, su verdadero nombre. Junto con su padre Bomi, un funcionario del gobierno británico; su madre de origen indio, Jer Bulsara y su hermana Kashmira Cooke, se trasladaron a la India, donde Freddie comenzó a tomar clases de piano a los 7 años. Pronto se distinguió por participar en bandas escolares, entre ellas The Hectics. Es entonces cuando sus amigos lo comienzan a llamar Freddie. En 1964 la familia se mudó a Middlesex, Inglaterra y el joven ingresó a la Escuela de Arte Ealing, de donde egresó como ilustrador gráfico. En esa época integró las bandas Ibex, Wreckage y Sour Milk Sea. Sus amigos Roger Taylor y Brian May lideraban la agrupación Smile, pero con la llegada de Freddie surgió Queen. La última pieza del rompecabezas fue el bajista John Deacon, quien se unió a ellos en 1971. Durante ese periodo de conciertos en tabernas y centros nocturnos conoció al amor de su vida, Mary Austin, una atractiva rubia de ojos verdes con quien convivió durante seis años. A pesar que el artista le dio un anillo de compromiso para sellar su unión en 1972, un año después le confesó que era bisexual. “Creo que eres gay... Y no se dijo más. Solo nos abrazamos”, le contestó una acongojada Mary, quien siguió en contacto con él hasta el final de sus días. “Todos
mis amantes me preguntaban por qué no podía reemplazar a Mary, pero es simplemente imposible... Para mí, Mary fue mi esposa de hecho. No podía enamorarme de un hombre de la misma forma que me enamoré de ella”, manifestó el artista en el documental Days of our lives. En el plano artístico siempre le acompañó el éxito. En 1973, su álbum debut Queen inmediatamente fue aclamado como una de las novedades más interesantes en el género rock. La fama, las fiestas descontroladas con sexo, drogas y alcohol, se convirtieron en una tendencia al alza. La banda lanzó su obra maestra Bohemian Rhapsody en 1975, tema legendario que alcanzó la cima en las listas británicas de popularidad y que aún hoy sigue siendo coreado por todas las generaciones. En 1979, ya habían conquistado los mercados de Europa, Japón y Estados Unidos, gracias a su nuevo éxito Crazy Little Thing Called Love. En 1983 conoció a Jim Hutton, su última pareja estable pese a las infidelidades de Mercury, quien le acompañó hasta la muerte. Tiempo después, Hutton falleció de cáncer de pulmón en Irlanda el 1 de enero de 2010.
Mercury, considerado como el mejor frontman de todos los tiempos, realizó junto a Queen la mejor presentación de su historia el 13 de julio de 1985, durante el concierto benéfico
Live Aid para combatir el hambre en Etiopía en el mítico estadio de fútbol de Wembley en el Reino Unido.
Un año después, ante 120 mil espectadores en Knebworth Park, el más grande de Inglaterra, presentaron el final de la gira Magic Tour. Era el principio del fin de una era de éxitos, excesos y fama. Fue el adiós de la mejor banda de rock de todos los tiempos, la última vez que compartieron escenario el guitarrista Brian May, el baterista Roger Taylor, el bajista John Deacon y Mercury.
Como solista apareció con Dave Clark en 1986 para la creación de Time, un musical del West End londinense. Un año después cumplió su sueño de grabar Barcelona con la diva de la ópera Montserrat Caballé, canción que posteriormente se convertiría en el tema de los Juegos Olímpicos de 1992. En esa época, justo en 1987, Mercury fue diagnosticado con SIDA, la enfermedad que finalmente desencadenó en una neumonía que lo llevó a la muerte el 24 de noviembre de 1991. Músicos de todas partes del mundo, incluyendo los miembros restantes de Queen, se reunieron en el estadio de Wembley el 20 de abril de 1992 para un concierto tributo a Freddie Mercury, y que dio origen a la creación de The Mercury Phoenix Trust, una fundación caritativa contra el VIH/SIDA. Para reconocer su legado, se estrena en unas semanas Bohemian Rhapsody, biopic protagonizada por Rami Malek, en la que se registra la historia de la mítica banda desde su formación hasta su consagración cómo una de las más importantes de todos los tiempos. “No seré una estrella de rock. Seré una leyenda”, solía decir Freddie, una premonición que sin duda se cumplió.