TÁCTICAS DE GUERRA
Los efectos emocionales de la cuarentena nos afectan a todos, sin excepción. Aquí algunas claves para contrarrestarlas y poner tu mejor cara.
El estrés es una reacción física y psicológica normal en momentos de crisis como el que enfrentamos actualmente. Y aunque cada persona puede actuar de forma diferente, los efectos emocionales del Covid-19 empujan a la mayoría a manifestar enojo, irritabilidad, ansiedad, incertidumbre, miedo, desesperanza o tristeza. A ello le puedes sumar dificultad para concentrarse, cambios en el apetito, dolores corporales o problemas para dormir, entre otros síntomas que pueden ser normales hasta cierto punto. En este momento podría ser útil aplicar la técnica que en psicología se conoce como aceptación radical y que significa que estás reconociendo la realidad y sabes que luchar contra ello solo intensificará tu reacción emocional. Te dices a ti mismo que está bien sentirse ansioso, asustado o enojado, lo aceptas y lo validas para luego seguir adelante, tomar acción y pensar: ¿y ahora qué hay que hacer? Hasta aquí todo va bien, pero si detectas que las emociones negativas se vuelven tan frecuentes que te paralizan, te impiden desarrollar tu trabajo y tareas cotidianas y te provocan sensaciones extremas de tristeza por varios días seguidos lo mejor es pedir ayuda. No temas, no estás solo en esta situación, millones de personas en el mundo lidian ahora mismo con las consecuencias del confinamiento, lo importante es saber determinar en qué punto estas emociones pueden afectar tu vida y buscar apoyo para asumir de nuevo el control. Llama a un amigo cercano, a un pariente, un asesor espiritual, un profesional o incluso puedes escribirme, estamos unidos frente a esta crisis. Y con el propósito de ayudarnos, compartimos algunos consejos para una óptima salud mental en medio de la pandemia.