MANAGEMENT
Mujeres en acción
III Conferencia Euro-Americana de Mujeres Líderes analiza las claves para potenciar a las emprendedoras
De seguir el camino de Chile, el país latinoamericano que mejor trabaja la inclusión de género, el PIB de la región crecería un 14 %
No parece muy inteligente desaprovechar el potencial máximo que puede ofrecer el 50 % de la fuerza laboral mundial. Pues bien, eso es lo que se ha venido haciendo en el mundo entero desde hace mucho tiempo, al no dar las mismas oportunidades de acceso al trabajo y al emprendimiento a las mujeres, que a los hombres.
Las mujeres son la mitad de la fuerza laboral mundial, pero solo aportan el 37 % del PIB, según el estudio “El poder de la paridad” de MCKINSEY Global Institute, en alianza con la Global Banking Alliance For Women. El 75 % del trabajo no pagado a nivel mundial es realizado por mujeres.
La III Conferencia Euro-Americana de Mujeres Líderes “Emprendedoras como Generadoras de Desarrollo y Riqueza” analiza las oportunidades para las mujeres, desde el emprendedurismo.
“Este año elegimos el emprendimiento como eje central de nuestro foro, pues consideramos que es uno de los principales motores dinamizadores de la economía y uno de los principales impulsores del desarrollo productivo”, explica Alexandra Kissling, presidenta de Voces Vitales, institución que coorganiza el foro, junto a Incae.
Acorde al estudio de MCKINSEY, de aprovecharse el potencial total de la participación total de la mujer en la economía, se sumarían US$28 billones (millones de millones) al PIB mundial anual en 2025, o lo que es lo mismo, un incremento del 26 %. La cifra equivaldría al tamaño combinado actual de las economías de EEUU y China.
El escenario alternativo, si se siguiera el ejemplo de los países del mundo que mejor luchan contra la brecha de género, ese alza sería de US$12 billones, hasta un 11% el PIB Global. Si Latinoamérica siguiera el trabajo de Chile en este sentido, el más avanzado en la región, el incremento del PIB latinoamericano se cifraría en un 14 %.
Parecen billones de razones para trabajar por una mayor inclusión de la mujer en la economía.
El emprendimiento es la apuesta económica en los países desarrollados. “Por ejemplo, en Alemania y Suiza, las pymes generan el 90% del empleo total, en EEUU crean más del 85% de los puestos de trabajo. En Costa Rica el 95% del parque empresarial son mipymes, pero solo el 17% están en
manos de mujeres”, asegura Kissling, quien cree que para la mujer el emprendimiento es una oportunidad esencial “con el fin de generar su autonomía económica y ser dueña de su vida y sus decisiones”.
Generando oportunidades para las mujeres, el impacto multiplicador que se genera es “inmenso”, apunta la presidenta de Voces Vitales. “Una mujer que se integra al mercado laboral, que se prepara y estudia impacta no solo a las demás mujeres a su alrededor; sino que genera un impacto en sus familias y por lo tanto en las comunidades y el país”.
“Lo que tenemos que hacer como institución que busca el desarrollo de la región –dice Camelia Ilie, decana de Educación Ejecutiva de INCAE Business School y Chair del Centro de Liderazgo Colaborativo y de la Mujer (CLMC) – es entender que si descuidas a la mitad de la población, en quien además como Gobierno has invertido, estás perdiendo el dinero que has puesto, la mitad del aporte que la sociedad puede dar y por tanto estás debilitando el futuro de los países”.
“QUEREMOS ENFOCAR EL PROGRESO DE LA MUJER EN LA PARTE SÓLIDA DE
LOS NEGOCIOS, DONDE EL TECHO DE CRISTAL ES YA LA PRESIDENCIA” (CAMELIA ILIE - INCAE)
LA EDUCACIÓN Y EL TECHO DE CRISTAL
La mitad la población es mujer, ya educada con el mismo nivel del hombre.
¿Entonces? ¿Qué ocurre con la brecha y el techo de cristal? Lo que pasa es que hay un problema con el tipo de educación que reciben las mujeres, “y ahí el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) se queda corto en la medición del índice de género”, apunta Ilie, porque este mide la brecha de educación de manera cuantitativa, no cualitativa: estudia cuántas mujeres tienen el mismo nivel de educación que los hombres. Pero falta por ver qué tipo de carreras son las que toman.
“Si todavía es educación en comunicación, social, enfermería, ayuda administrativa... Nosotros, por el tipo de educación que le damos, la sacamos con un techo de cristal fijo, y entonces tenemos ejecutivas frustradas que dicen: “no podemos romperlo” y no lo van a poder hacer nunca, porque no las hemos metido a ser ingenieras, a ser arquitectas, matemáticas, físicas, químicas, a saber de finanzas…”, explica la decana de Incae.
“Este es el tema que queremos abordar y enfocar el progreso de la mujer en la parte sólida de los negocios, en la parte donde está el valor añadido, donde el techo de cristal es ya la presidencia, y no la gerencia media”.
Ilie incide en que pueden desarrollar lo que quieran, con el entrenamiento adecuado, “por eso queremos que sean también empresarias”. Que vayan más allá de la ejecución, ya dentro de la empresa, lo que llama emprendedurismo corporativo.
“El techo de cristal nos lo ponemos nosotras. Seamos también nosotras generadoras de empleo y riqueza. Es el momento de que no solo pidamos y esperemos cosas, sino que lo demos. Estamos capacitadas”, abunda Camelia Ilie.
“El emprendedurismo interno representa una oportunidad de aportar nuevas ideas para desarrollos a favor de clientes y consumidores en pro del crecimiento de las organizaciones. Crea valor, fomenta la innovación y compromiso en las personas”, explica Xavier Vargas, CEO de Cargill Centroamérica. Cargill (socio del CLCM, junto a Incae) es miembro fundador una coalición de empresas a nivel mundial, el movimiento “Paradigma para la paridad”, donde se establecen una seria de acciones a nivel corporativo con el fin de lograr paridad de género para el 2030.
ACCESO A FINANCIAMIENTO
En América Latina, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, apenas el 22 % de las pymes son propiedad de mujeres (una cifra que en Costa Rica baja hasta el 17 %) y la mayoría no pasan de micro y pequeña empresa. ¿Quiere esto decir que las mujeres son menos emprendedoras que no los hombres?
La respuesta a esta pregunta es no. “En realidad las mujeres son muy emprendedoras”, explica Roxana Víquez, gerente de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de BAC Credomatic.
Uno de los problemas con el que se encuentran a la hora de emprender es la dificultad de acceder al financiamiento. A juicio de Víquez no hay algo explícito para negarle el crédito a las mujeres, por parte de las entidades financieras, pero sí se da.
Lo que ocurre, es que al haber estado menos expuestas a productos financieros y a la relación con los bancos, tienen un menor nivel de educación financiera. “Desde la demanda de las mujeres, son más temerosas –de acercarse a los bancos–, con educación financiera más limitada en términos generales”.
Al contar además con menos activos que los hombres, son menos sujeto a crédito.
Un ejemplo: más del 40 % de los alimentos del mundo son producidos por mujeres, pero son dueñas
UNO DE LOS PROBLEMAS CON EL QUE SE ENCUENTRAN LAS MUJERES A LA HORA DE EMPRENDER ES LA DIFICULTAD DE ACCEDER AL FINANCIAMIENTO
de menos del 1% de la tierra productora. “La mujer trabaja y conoce el negocio, pero no tiene la garantía”, explica Víquez.
También ocurre que las mujeres son mucho más cautelosas a la hora de la garantía. Un hombre podría estar dispuesto a hipotecar su casa para un negocio, algo que –por lo general– una mujer no haría, ya que piensa antes en la seguridad de su familia.
“Al tener menores ingresos la incorporación al mercado es muy en la informalidad, tienen condiciones crediticias menos favorables”, comenta la gerente regional de RSC de BAC Credomatic.
Y viéndolo desde el lado de la oferta, no solo los bancos, sino la sociedad “ha visto el tema como pobrecitas las mujeres, como algo casi de caridad”.
Uno de los avances que la Global Banking Alliance For Women ha mostrado es que las mujeres son un excelente cliente. “Hay un mercado potencial, se trata del nuevo mercado naciente más importante del mundo”, asevera Víquez.
Adicional a esto, en los bancos hay poca sensibilidad en lo que se refiere a paridad de género; muchos altos funcionarios bancarios dicen que las tratan exactamente igual q a los hombres “ese es el problema”, apunta la alta ejecutiva: “Hablar de equidad no es tratar a todos igual, porque al venir de niveles distintos, al darles lo mismo se mantiene la diferencia. Hay que darle a cada uno lo que necesita, para llegar a la igualdad” de oportunidades.
En definitiva, los bancos no están sensibilizados con que el trato hacia las mujeres debe de ser distinto.
Sí que poco a poco, algunos de ellos están trabajando en esta dirección. BAC Credomatic lanzó el año pasado una experiencia para empezar a conocer al sector y sensibilizar a sus ejecutivos.
En Costa Rica funciona el programa “Mujer Acelera” enfocado hacia empresarias de pymes, en el que busca conocer sus necesidades y está tratando de configurar Banca Mujer. “Ya lo vamos a comenzar también en Honduras y El Salvador, para en tres años tener un área consolidada de mujer”.
También podemos encontrar algunos esfuerzos del Banco Nacional en esa línea, y del Banco de Costa Rica, con su proyecto de Banca Krystal.
Según Global Banking Alliance For Women, la transformación del sistema bancario hacia un enfoque de mujer sería beneficioso, ya que hay un potencial enorme de mercado: ellas cuentan con índices de morosidad mucho más bajos, índices de ahorro más alto y un manejo más cuidadoso de las finanzas