Desarrollo profesional
Los ejecutivos hoy en día están sujetos a una fuerte presión de un mercado muy cambiante, con una competitividad encarnizada en casi todos los sectores de actividad, con mucha movilidad y gran competencia.
Ricardo Greco, presidente de la Escuela de Negocios Aden, observa un mundo en el que las nuevas generaciones están presionando para encontrar su lugar, especialmente los millennials que se espera que para el año 2025 representen el 75% de la fuerza laboral de cualquier empresa. “Para los baby boomers y para la generación X, que hoy por hoy comandan las empresas, es un desafío lidiar con ésta generación, y para la generación Y o los millennials, tener que incorporarse a la fuerza laboral es otro reto”.
Una habilidad necesaria es ser muy permeables al cambio permanente. En las empresas aún subsisten ejecutivos acostumbrados a las empresas jerárquicas, piramidales, “y las nuevas generaciones vienen a derrumbar las jerarquías tradicionales, a imponer ámbitos de comunicación abierta, instantánea, donde no hay oficinas, cubículos, donde son todos ambientes más abiertos y todos se comunican, hay que aprender de todo esto”, propone Greco.
Las escuelas de negocios, y los centros que brindan educación para ejecutivos han tenido que redefinir sus diseños curriculares para ofrecer soluciones de acuerdo con los nuevos desafíos que enfrentan las empresas. “Los ejecutivos necesitan diseñar e implantar estrategias en entornos altamente complejos e inciertos”, sentencia Camelia Ilie, decana de educación ejecutiva de INCAE Business School. “La comprensión de la complejidad, la capacidad de responder con rapidez, la flexibilidad mental para adaptarse a continuos cambios, la capacidad de liderar equipos multinacionales y virtuales, son algunas de los competencias adicionales que necesitan los negocios y los ejecutivos hoy en día”, detalló.
“Lo único constante es el cambio”, escribió Heráclito en el siglo V antes de Cristo. Si Heráclito anotó esa frase hace más de dos mil años, ¿No será aún más vigente ahora en un mundo en donde la información es instantánea y los cambios se viven a diario, con impactos inmediatos?”, dice Julio Zelaya, presidente & CEO de EMPRENDEU. “Es una decisión muy personal reinventarnos o no. El cambio ocurrirá, lo deseemos o no. Lo que es una decisión voluntaria es el impacto que el cambio tiene en nuestras vidas. Podemos escoger cam--
biar para bien o para mal”, advierte el autor del libro La travesía, el poder de emprender.
En síntesis, las tendencias que se imponen son:
1) Más e-learning y programas flexibles. El recurso más escaso de los ejecutivos es el tiempo. “Se encuentran desafiados por alcanzar el éxito no solo en su carrera profesional sino también en su vida familiar”, dice María Teresa Bistué, rectora de Aden. Por ello, incorporan la tecnología como una modalidad de vida. “Lo digital se ha posicionado como el vehículo de comunicación y formación en los ámbitos académicos. Los dispositivos son el medio a partir de los cuales los ejecutivos, piensan, se informan, deciden y aprenden”.
Desde el ESI School of Management coinciden: “La tendencia muestra a personas cada vez más ocupadas, con la necesidad de capacitarse bajo una modalidad flexible, accesible y que brinde educación en el mundo de los negocios”. Por ello, todos los programas educativos de ESI se imparten en modalidad híbrida (semi presencial), asistiendo presencialmente una vez por semana y el resto en la plataforma online de la escuela -EsiLearning- para que cada estudiante pueda conectarse en el mejor momento, conforme administren su tiempo.
Las investigaciones en el aprendizaje de adultos señalan que una formación blended-learning, que combina sesiones presenciales y virtuales son las más recomendadas para asegurar un desarrollo integral de un ejecutivo, plantea Ilie de INCAE.
“El e-learning permite cada vez más flexibilizar la enseñanza. Antes eran PDF´s o archivos colgados para lecturas, hoy la educación virtual tiene una riqueza multimedia sorprendente, desde foros que permiten interactuar, simuladores en línea, hasta realidad virtual”, hace notar Greco.
2) Aprender para el trabajo. Cada vez más, los ejecutivos solo están dispuestos a hacer un esfuerzo de aprendizaje si se les garantiza que agregará valor a su perfil profesional. “La empleabilidad y el crecimiento de la competitividad salarial impulsan fuertemente esta lógica”, advierte Bistué.
Los entornos laborales se convierten en espacios de aprendizaje. “Las estructuras organizativas de las empresas son cada vez más planas, los espacios cada vez más abiertos, no existen separaciones, hay entornos mas colaborativos. Hoy por hoy trabajar inter-áreas, inter-departamentos es cotidiano”, destaca Greco.
3) Formación global para competir en el mundo. Todos los negocios tendrán un componente internacional. Por tanto, todos los programas deben incluir mejores prácticas y conocimientos globales. “Es la única manera de desarrollar líderes latinoamericanos capaces de competir globalmente”, afirma la decana de educación ejecutiva de INCAE.
3) Carreras más cortas o certificaciones. Una tendencia dentro de la formación ejecutiva se orienta a carreras intensivas más cortas y enfocadas en un área específica. En Aden, se ha incrementado la demanda de los One Year MBA con orientación. Por otro lado, las certificaciones de instituciones como el Project Management Institute, un programa completo de certificaciones para quienes practican la profesión y tienen diferentes niveles de educación y experiencia, están provocando en el mercado que los interesados en estos temas en lugar de buscar carreras con formación integral más largas sobre temáticas específicas, busquen solamente el entrenamiento para salir exitosos en los exámenes que les brindarán la certificación de estas acreditadoras internacionales.
4) Nuevas temáticas de estudio. INCAE ha ido rediseñando sus programas ejecutivos para adaptarlos a las necesidades de los nuevos ejecutivos y el escenario de la región, en el que es cada vez más necesario tener habilidades para la tecnología, la innovación, el emprendedurismo, el diseño de servicios, data mining (minería de datos), business intelligence, marketing digital, liderazgo e inclusión de la mujer en la alta gerencia, entre otros, afirmó Ilie.
Los ejecutivos también demandan formación en temáticas blandas como liderazgo, trabajo en equipo, negociación, coaching y productividad personal. Para los ejecutivos de habla hispana, son relevantes temáticas tales como felicidad organizacional, productividad digital, autogestión del talento y excelencia laboral.
5) Formación conectada con el mercado. En el caso de INCAE, la enseñanza busca estar muy conectada a la realidad del mercado, analizando casos reales de diferentes industrias, a través de profesores con experiencia empresarial, y realizando programas de consultoría, como el Management Consulting Project (MCP), en el que grupos de estudiantes deben ir por dos meses a empresas para aplicar las herramientas aprendidas para solucionar un problema real.
Aden recurre a herramientas de carácter tecnológico para que los alumnos tengan experiencias realmente novedosas, atractivas, en las que se simula lo que es la vida real, para que tengan un aprendizaje vivencial o lúdico.
Entre ellas, destaca la plataforma Canvas, que tienen las mejores escuelas de negocios del mundo y la cual permite un serie de aplicaciones y de interacciones útiles a la hora del aprendizaje.
Las universidades de la región –y del mundo- se enfrentan a un mercado laboral que demanda a sus egresados “no sólo conocimientos académicos formales, sino cada vez más habilidades blandas, la capacidad de resolver problemas, trabajar en equipo, que se reinventen y aporten a la cultura organizacional”, definió el rector de la Universidad San Marcos Costa Rica (USAM), Henry Rodríguez Serrano.
La tecnología es otro detonante de la reinvención en la capacitación. “Nosotros nos apoyamos en la tecnología para ofrecer nuevas y más estimulantes formas de aprendizaje”, destacan en la Universidad Latina (ULATINA) de Costa Rica.
Juan Carlos Fernández Saca, decano de la Facultad de Posgrados y Educación Continua de la Universidad José Matías Delgado, de El Salvador, rescata como tendencia crítica la selección de carreras que permiten desarrollar competencias fácilmente aplicables en el mundo laboral; aquellos programas académicos que se basan casi de forma exclusiva en aspectos teóricos, tienen un bajo nivel de demanda.
Según Roberto Moreno Godoy, rector de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), en la formación superior “el conocimiento memorístico, lo dogmático y lo absoluto debe ser superado, el desarrollo del pensamiento crítico es una prioridad”. La UVG está migrando de un enfoque academicista a uno de desarrollo de competencias.
Otra tendencia son los cursos cortos. “En un mercado variable y diversificado, definitivamente los cursos de actualización tienen una cabida muy importante, siempre y cuando ofrezcan una muy buena relación entre precio y calidad”, la rectora de la Universidad del Istmo de Panamá. Adriana Angarita
Los nuevos profesionistas necesitan carreras cada vez más conectadas con el mercado. De ahí que quienes los forman estén fortaleciendo la vinculación entre universidad y mundo laboral. La Universidad Don Bosco de El Salvador constató que el 95% de los estudiantes de postgrado se encuentran laborando al momento de ingresar a sus programas.
¿Carreras en boga? Hoy, las ingenierías brillan como las de mayor demanda en las universidades centroamericanas. “En particular, las que ofrecen innovaciones en el área de Administración, Mecatrónica, Electrónica y Ciencias de la Computación”, apuntan desde la UVG.
“Las ingenierías y carreras técnicas (sobre todo, aquellas relacionadas con el desarrollo de aplicaciones y software para dispositivos móviles y el Internet de las cosas) siempre aparecen entre las más destacadas en demanda”, coincide la Universidad Hispanoamericana de Costa Rica.
Además, “Los profesionales reconocen la importancia de especializarse en áreas como Mercadeo, Finanzas y Recursos Humanos”, planteó Oscar León, rector de Quality Leadership University (QLU) de Panamá