La mujer y el trabajo
“La discriminación de género en las sociedades de América Latina reduce considerablemente la participación efectiva de las mujeres en el desarrollo de nuevos negocios, condiciona las posibilidades de progreso profesional y limita las oportunidades de desarrollo para sus familias. Más grave, la inequidad impide que las mujeres contribuyan eficientemente al desarrollo empresarial de los países de la región.
De acuerdo con la CEPAL (2016), América Latina sigue siendo la región con la mayor desigualdad económica en el mundo. En la reunión del Foro Económico Mundial de América Latina del 2016 se recomendó a los gobiernos y organismos responsables del crecimiento económico de la región enfocarse no sólo en promover la creación de nuevas empresas sino en apoyar el crecimiento de los 57 millones de Pymes existentes como la mejor estrategia para dar un gran impulso a las economías latinoamericanas a corto, mediano y largo plazo.
Estas recomendaciones son de gran relevancia, dado que, con la excepción de Chile y Costa Rica, países de la región con mejores posicionamientos en la sofisticación de los negocios y la innovación en el último Ranking de Competitividad del Foro Económico Mundial (2017-2018), el resto de las economías de América Latina sigue dependiendo fundamentalmente de los commodities y de empresas de bajo valor añadido.
Los resultados del estudio que hemos realizado en INCAE sobre Emprendimiento y Género en América Latina introducen también mayor claridad sobre las diferencias entre el emprendimiento femenino y masculino en América Latina. Esta comprensión permite abordar, desde una perspectiva de género, el diseño de políticas públicas y corporativas más eficientes para potenciar el emprendimiento en los países de la región. Los hallazgos y observaciones de la investigación permiten considerar las condiciones y barreras específicas para apoyar con mayor probabilidad de éxito el talento emprendedor y así, acelerar el crecimiento económico de América Latina sobre la base de un modelo equitativo y sostenible. Específicamente, para potenciar los emprendimientos de las mujeres se recomienda ofrecer programas de formación en gestión de negocios, servicios profesionales de mentoring y sistemas de financiación. Así mismo, formar equipos gerenciales diversos, en un modelo de liderazgo colaborativo, incorporando más hombres, les ayudará a las emprendedoras a mejorar su capacidad de diagnóstico, a diseñar mejores estrategias, a gestionar más eficientemente los riesgos, acelerar los ritmos de innovación de procesos e incorporar más eficientemente las nuevas tecnologías.
Por otro lado, nuestro estudio llama la atención sobre otra característica cultural importante de las sociedades latinoamericanas que afecta negativamente el emprendimiento femenino. Los encuestados manifiestan que en sus culturas se percibe el matrimonio como un mecanismo efectivo para que las mujeres alcancen la estabilidad económica. Esta percepción pone de manifiesto la ideología machista aún predominante en grandes capas de la población y revela la baja autoestima que experimentan gran parte de las mujeres. La falta de confianza en sí mismas se traduce en barreras para asumir el reto de ser independientes económicamente. En conclusión, los resultados de nuestro estudio en INCAE indican que la combinación de políticas y sistemas de apoyo público y privado repercuten positivamente en la creación de empresas y el crecimiento de las Pymes en la región. Aunque la investigación enfatiza la perspectiva de género, al final de cuentas todo se resume en movilizar eficientemente los recursos disponibles en una sociedad para crecer equitativamente y con inclusión. La discusión en la región, por tanto, debe situar los debates sobre equidad de género en el marco de la reflexión sobre los modelos de desarrollo sostenible”, asevera Ilie.