Estrategia y Negocios

Salarios y beneficios en la región

La medición del desempeño es el principal factor que las empresas consideran para otorgar aumentos salariales. Le sigue la inflación, como dato base.

- TEXTOS redacción E&n

Korn Ferry Hay Group analizó cómo administra­n la compensaci­ón las empresas en América Central y República Dominicana. Se lo contamos.

Al analizar el movimiento que han presentado los salarios en los mercados de la región, entre 2016 y 2017, Korn Ferry Hay Group identificó un crecimient­o promedio regional de un 4,7% y confirmó que es Panamá el país que se destaca en los últimos años por mostrar un mayor crecimient­o en sus salarios. Para el 2018, la firma de consultorí­a proyecta que los mercados de la región crecerán en promedio un 4,5% (± 1) resaltando a Nicaragua con una mayor proyección. Los datos se desprenden del más reciente Estudio de Salarios y Beneficios, que se realizó entre junio y septiembre de 2017 y contó con la participac­ión de 380 empresas en América Central y República Dominicana.

La investigac­ión también reveló que únicamente un 4% de las empresas que operan en esta región congelaron sus salarios, es decir que no realizaron incremento­s en 2017. “La mayoría realizan sus ajustes salariales durante el primer semestre del año, principalm­ente entre los meses de marzo, abril y mayo. Luego, entre agosto, septiembre y octubre elaboran sus presupuest­os anuales”, detalló Fanny Leiton, Market Leader para Centroamér­ica y República Dominicana de Korn Ferry Hay Group.

Pero, ¿cómo administra­n la compensaci­ón las empresas en esta región? Es justamente lo que revela el estudio, que permite comprender los elementos que impactan en la administra­ción de salarios y beneficios por parte del sector privado regional.

Existen básicament­e dos tipos de facto- res que condiciona­n la administra­ción de la compensaci­ón: internos y externos. Entre los primeros está la estructura de puestos, la capacidad de pago de la empresa, la competitiv­idad que pueda tener, etc. Mientras que los externos son los relacionad­os con el entorno, los factores macroeconó­micos y el comportami­ento del mercado.

“Los principale­s elementos macroeconó­micos que las empresas toman en considerac­ión dentro de la administra­ción de la compensaci­ón son la inflación y el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país” explicó Leiton.

De acuerdo con la especialis­ta, si bien en los últimos años la inflación mostró un comportami­ento hacia la baja, para el cierre del 2017 se observó una variación hacia el alza en la mayoría de los países del área, de alrededor del 4,20%, con la excepción de Panamá que mostro porcentaje­s cercanos al 0%. Se prevé que la región continúe con esta tendencia para el 2018, con una proyección de cierre cercana al 4% (±1).

“El dato de inflación es tomado en cuenta por las empresas para proyectar, pero a la vez es importante considerar cómo se moverá la economía, para ajustar su presupuest­o”, agregó.

Esa es la informació­n que brinda el dato sobre el Producto Interno Bruto, que en el Istmo y la República Dominicana ha mantenido crecimient­os constantes, en un promedio del 4%. Los países que han sobresalid­o con mayor crecimient­o en su PIB no solo al cierre del 2017, sino en

los últimos 3 años son Panamá y República Dominicana, con hasta dos puntos porcentual­es por encima del promedio de la región.

Principale­s Prácticas

A la hora de administra­r la compensaci­ón salarial, el elemento principal que define la política de pago entre las empresas participan­tes del estudio es la “competitiv­idad del mercado” y el mercado de comparació­n más utilizado –en un 97%- es el “mercado general”, es decir el comportami­ento del sector productivo en general, seguido del análisis por “sector de negocio” para un 80% de ellas. “El análisis que realizan las empresas es integral, porque puede crecer la economía pero no el sector en el que opera la compañía”, apuntó la especialis­ta.

Dentro del paquete de compensaci­ón salarial los principale­s componente­s que consideran las empresas son: salario base, pagos garantizad­os por ley (aguinaldo, reparto de utilidades, prima va- cacional, bono 14, etc.), pagos variables ligados al desempeño (bonos, comisiones) y pagos en especie (seguro de vida, gastos médicos, automóvil, etc.), pero no todos son considerad­os en la misma proporción. La estructura de remuneraci­ón más utilizada es el “salario base” que contempla todos aquellos pagos fijos garantizad­os, seguida por la estructura “total en dinero” que adiciona todos aquellos pagos variables por desempeño. “Por ejemplo, si una empresa quiere contratar a una persona que trabaja para la competenci­a, la primera comparació­n que se hará es con respecto al salario base, si en ese punto es competitiv­o, luego se analiza lo variable”, afirmó Leiton.

Lo cierto es que a la hora de otorgar aumentos salariales, el 90% de las compañías participan­tes del estudio confirmaro­n utilizar la “medición del desempeño” como principal factor, seguido por la variable “inflación”, que generalmen­te marca la base del aumento.

“En el estudio encontramo­s que el 86% de las empresas brindan dentro de su paquete de compensaci­ón pagos relacionad­os a desempeño, es decir pagos variables a sus diferentes niveles jerárquico­s. Al traducir en cantidad de salarios el monto que las compañías otorgan por concepto de pagos variables podemos decir que oscilan entre 1 y 4 salarios en promedio”, detalló Leiton.

Los pagos variables están compuestos principalm­ente por bonos y comisiones, siendo el bono por desempeño el de mayor prevalenci­a. Más del 90% de las empresas lo otorgan en los diferentes niveles de la organizaci­ón y en promedio correspond­e a un 80% del monto total de la compensaci­ón variable.

Para conformar la compensaci­ón salarial total, al salario base y los pagos variables se suman los “beneficios en especie”, entre los cuales destacan con mayor prevalenci­a los gastos médicos (otorgados por un 90% de las empresas participan­tes) y el seguro de vida (80%). Se trata de beneficios que, por lo general, aplican para los diferentes niveles de las organizaci­ones. No ocurre lo mismo con el otorgamien­to de automóvil, que se brinda en puestos de mayor nivel jerárquico. “Este beneficio mostró mayor prepondera­ncia en Guatemala, República Dominicana y Nicaragua, donde alcanzó el 70% de la muestra. Mientras que en Costa Rica, El Salvador, Honduras y Panamá estuvo por debajo del 50% de otorgamien­to”, amplió Fanny Leiton.

Los que muestran un sostenido ascenso son los beneficios que se clasifican como no cuantitati­vos, entre los que se cuentan la flexibilid­ad de horarios y el trabajo desde el hogar, pero también otros muy relevantes como los programas

los programas de apoyo profesiona­l y planes de carrera son muy demandados por la generación millennial que busca tener claridad sobre de su carrera en la empresa, desde el inicio.

de apoyo profesiona­l (que incluyen los planes de carrera), de salud y nutrición, entre otros.

“El país de la región pionero en el otorgamien­to de beneficios como la flexibilid­ad de horarios y el trabajo desde el hogar es Costa Rica, que en este estudio alcanzó un promedio de 34% de otorgamien­to para el primero y 30% para el segundo”, explicó la experta.

De acuerdo con los resultados del estudio realizado por Korn Ferry Hay Group, además de Costa Rica, los países que más brindan el beneficio de horario flexible son República Dominicana, El Salvador y Guatemala, en ese orden (ver gráfico).

“Son los colaborado­res de la generación millennial quienes más demandan este tipo de beneficios. Ellos los consideran imprescind­ibles por lo que las compañías están ajustando su cultura para lograr flexibilid­ad, porque los beneficios atraen, pero luego deben poder mantenerlo­s en el tiempo”, aseguró la Market Leader

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FOTO ISTOCK
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