Emprender es tener la libertad de elegir
Ketan Makwana, emprendedor en serie y mentor, revela los secretos para recorrer el camino sin morir en el intento, y alcanzar esa libertad que toda la gente busca para hacer lo que quiera, a la hora que quiera y con quien quiera. Lo resume en una palabra: elección. Emprender es tener la libertad de elegir.
En respuesta a la brecha de habilidades Emergente Entre Educación, Empleo y Empresa Ketan lanzó Enterprise lab, que se ha convertido En una agencia disruptiva
¿Cómo se convirtió en emprendedor?
Hice muchas cosas para convertirme en emprendedor accidentalmente. Mi viaje al mundo de los negocios y el emprendimiento de nuevos negocios empezó cuando me enfrenté al riesgo de perder mi trabajo.
Cuando estás en ese ambiente en el que te encuentras contra la pared y empiezas a preguntarte de dónde vas a sacar el dinero para pagar las cuentas y sostener a la familia, llegué a un punto en el que solo tenía una opción. O me quedaba en la fila esperando una oportunidad de empleo o me inventaba uno.
No me convertí en un empresario. Transformé mi situación para pasar de “empleado” a “desempleado” a “autoempleado”. De no haber sido por la crisis yo no habría comenzado a hacer todo esto.
¿Qué tipo de educación habría elegido?
No elegiría una formación académica en emprendedurismo. Trataría de entender qué es eso que se necesita tener o acoger como individuo para establecer un negocio. Muchos eligen el emprendimiento como una moda o tendencia que otorga libertad. Yo no lo hice por obtener libertad, sino por necesidad. Necesitaba dinero, y esa es la verdad oculta, eso es lo que toda la gente quiere, quieren riqueza y describen la libertad, por medio de la riqueza. Y cuando empiezan a aterrizar se dejan llevar más por la riqueza que por el valor de un negocio y el emprendimiento en sí mismos.
Usted insta a las personas a perder el miedo. ¿Es eso lo más importante?
Hemos oído mucho frases hechas como: “persigue tus sueños”, “Atrévete y lánzate al vacío como un acto de fe”, dale un “voto de confianza”. Yo soy un poco más cauteloso con ese tipo de afirmaciones, porque es peligroso lanzar a alguien, sobre todo por las expectativas que esto pueda generar. La certeza absoluta no existe, pero si podemos crear conocimiento y experiencia para saber qué hacer en caso de incertidumbre. Y de eso se trata el liderazgo.
Hay distintos tipos de emprendedores ¿Cómo diferenciarlos?
Existen cuatro tipos, que se diferencian por su mentalidad.
El primero es el autoempleado, que se convierte, debido a que deja el empleo formal o lo pierde. Pero convertirse en emprendedor no ocurre de la noche a la mañana. Toma mucho tiempo convertirse en empredendedor. De seis a siete años después de estar practicando un negocio. Un profesional autoempleado es solo eso, solo crea un empleo y no crea riqueza. La limitante es que el negocio solo llega hasta donde llega su capacidad. No es una entidad escalable.
El segundo tipo es el llamado “solopreneur” o soloemprendedor. Es una persona que inicia un negocio, como el autoempleado, pero crea un rol en una compañía para atender personalmente. Asume todos los roles en el negocio y logra un rendimiento promedio. Se resiste a que otros hagan lo que él o ella hacen. Logra buenos negocios pero se quema, porque ocupa el 100% de su tiempo al trabajo. La parte más difícil de este tipo de emprendedores es generar su primer millón, pero luego se les facilita crear un sistema, aunque al principio haya sido el centro de toda la operación.
El tercer tipo es el dueño de un negocio, que es muy diferente a los dos anteriores. Es más responsable de crear un sistema, en vez de crear puestos de trabajo. Es capaz de enseñar a otros cómo participar en el sistema. Indican cómo quiere que otros desarrollen su idea. De esa forma se puede vivir del trabajo que otros hacen para la compañía, y no solo de un trabajo.
El cuarto es el que invierte en nuevos negocios. Son aquellos que empezaron con proyectos pequeños, crearon su propia empresa, dedicándole hasta 18 horas diarias hasta que crearon un sistema que les permitió convertirse en inversionistas. Este tipo de emprendedor hace que el dinero trabaje para él. Pero más que construir un sistema, construyen redes. Dedican su tiempo a crear una red a su alrededor, que funciona con sistemas y éstos producen recursos para hacer el trabajo