Habilidades múltiples en entorno robotizado
Perfiles híbridos, flexibilidad laboral, innovación, destrezas paralelas a la automatización. La tecnología ya transforma el empleo y la educación.
El mercado laboral del futuro se asoma promisorio pero complejo. El comportamiento lineal que caracterizó al trabajo profesional desde hace décadas, en el cual las carreras tradicionales encontraron terreno donde operar, está dando paso a un golpe de timón promovido por la revolución tecnológica.
Como bien lo dice Sofía Calderón, socia de Consultoría de Deloitte, en el panorama laboral actual las estructuras de negocio se han transformado radicalmente y los grupos generacionales se han diversificado en su comportamiento.
¿Cuáles son las carreras profesionales que marcarán la pauta? ¿Dónde queda el factor humano en esta ecuación? Sobre ello consultamos a firmas especializados en Recursos Humanos y atracción de talentos.
La coincidencia es absoluta: lo que vemos hoy cambiará sustancialmente. Si no queremos que la robotización sea una amenaza es necesario profundizar en la especialización, promover la innovación, el emprendimiento y tener la capacidad de pensar ‘fuera de la caja’ para aumentar la eficiencia y productividad.
Estudios recientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aseguran que se requiere de nuevas
destrezas complementarias a la automatización; las computadoras no todo lo podrán solucionar; por eso son importantes la creatividad y resolver problemas abstractos. Por otra parte se harán más necesarias las habilidades en las relaciones interpersonales (socioemocionales).
“La tecnología no elimina completamente un empleo: elimina las tareas más rutinarias, permitiendo que las personas se desarrollen en otras actividades más creativas y, muchas veces, más divertidas. En este sentido, no todas son malas noticias cuando se habla de automatización. El impacto de la tecnología implica un cambio en la naturaleza del empleo, lo cual puede tener efectos positivos en el desarrollo laboral de las personas”, aseguran Laura Ripani y Mariangela Mendoza, especialistas del BID.
De hecho, esta organización proyecta al 2020 que el 40% de la fuerza laboral de las empresas no será contratada de manera permanente sino por plazo y tareas específicas. Es lo que Carla de Vanegas, Vicepresidenta de Grupo Search In, refiere como ‘Gig Economy’ la economía donde prevalecen trabajos específicos y especialidades. ‘Más emprendedores y menos trabajos permanentes” definió.
LAS CARRERAS DE ESTOS TIEMPOS
En ese contexto, algunas carreras marcarán la pauta. Nohemí Cabrera, Directora Regional de Talento Humano de EY sugiere que serán Ingeniería de Sistemas, desarrolladores de software, seguridad cibernética, especialistas en redes y las profesiones vinculadas a las Tecnologías de Información y High Tech. También serán cotizadas otras disciplinas como Administración de empresas, ingenierías y economía.
Investigaciones realizadas por Deloitte indican que dentro de las competencias mapeadas para los trabajos del futuro estaban aquellas resumidas en el acrónimo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas) pero hoy se habla más bien de STEAM, al sumar Artes e Innovación.
“Para el 2039 se espera que el conocimiento de las matemáticas y ciencias crezca en importancia en un 8%, lo cual crearía un aproximado de 4,5 millones de nuevas profesiones habilitadas en STEAM, entiéndase ingenieros, científicos, profesionales de tecnología y digital, economistas, estadísticos y -claro está- profesores”, resaltó Calderón.
Si bien la tecnología se apropió de casi todos los campos de la vida, el factor humano seguirá siendo
“tendrán mejores posiciones quienes estén actualizados, se eduquen continuamente y obtengan certificaciones”, dice nohemí cabrera de ey
clave en ese escenario laboral y como bien lo recuerda Carla de Vanegas de Search In, además de las matemáticas, robótica, biomédica, antropología y big data, los temas relacionados con salud, enfermeras, cuidados del adulto mayor y todo aquello enlazado con la creatividad y el pensamiento crítico, serán habilidades indispensables. Particularmente en el sector de cuidado de la salud emergen necesidades en torno a la investigación, innovación y especialidades para el desarrollo de curas a enfermedades, mejorar calidad de vida e incremento en la esperanza de vida.
Los expertos coinciden en que otra característica del futuro radica en la flexibilidad de adaptación a formas de trabajar. Tenderá a disminuir el estilo rígido en las condiciones contractuales para dar pie a profesionales deseosos cada vez más de huir de horarios, de firmar contratos de exclusividad y de compromisos con empresas específicas. Los “freelancers” cada vez serán más y por ende las empresas tendrán que modificar las condiciones y formas de contratar, acotó Sofía Calderón, de Deloitte.
¿CÓMO JUEGAN LAS UNIVERSIDADES?
¿Está el sector de la educación preparado? Además, en medio de este panorama de constante cambio, las universidades ¿serán necesarias?
El debate sobre el papel que jugará la educación en un contexto digitalizado y robotizado, específicamente en las universidades hace su aparición. Desde la perspectiva de las empresas reclutadoras, especializadas en atracción de talento, la figura poderosa de las universidades se disipa porque no necesariamente les corresponderá solventar todas las necesidades del mercado laboral futuro.
Nohemí Cabrera de EY reconoce que las mejores posiciones las tendrán quienes estén actualizados, participen en clases de vanguardia, se eduquen continuamente y obtengan certificaciones, lo cual incluye carreras técnicas pero no forzosamente a nivel universitario.
Para Deloitte, en tanto el ecosistema académico y empresarial entienda las nuevas habilidades y competencias esenciales para el trabajo del futuro, podrá prepararse. Serán vitales aptitudes en torno a las matemáticas, estadísticas, gestión de proyectos y pensamiento lógico que den cabida al manejo de datos y con robots o procesos automatizados, pero también serán útiles competencias blandas
como comunicación, interpretación, diseño y pensamiento sistémico.
No todas las firmas consultadas confían en que la educación superior se esté preparando, pero algunas reconocen esfuerzos por actualizarse en temas emergentes tales como Big Data, Inteligencia Artificial, Robótica y Blockchain.
Manpowergroup por su parte reconoce que esta ‘Revolución de las Habilidades’ significa que el ciclo de vida de las habilidades es más corto y ocurre en una escala sin precedentes. Gracias a un estudio global realizado por esta firma de servicios y soluciones de capital humano en 43 países y con 18.000 tomadores de decisiones, es posible esperar que la digitalización genere mayores ganancias netas para el empleo en la medida en que el 82% de la muestra dijo que mantendrá o incrementará su planilla laboral en los próximos dos años. Solo 14% pretende reducirla producto de la automatización.
La empresa confirma lo que desde hace varios años se plantea: el 65% de los trabajos que tendrá la Generación Z aún no existen y para enfrentar esa nueva realidad es necesario adquirir nuevas habilidades así como tener cualidades de agilidad y capacidad de aprendizaje. Además concuerda con otras firmas homólogas en decir que los estudios no serán determinantes que tener éxito en el mercado laboral y que la ética, flexibilidad y facilidad de adaptación; habilidades de comunicación; manejo de conflictos y capacidad de resolución, así como trabajo en equipo serán fundamentales.
líderes de negocios toman la palabra
Una de las particularidades de todo este tornado de cambios en el mercado laboral está estrechamente conectado con quienes se preparan para tomar decisiones al interior de las empresas que acogerán a los nuevos profesionales y eligirán los perfiles profesiones idóneos para enfrentar las viscicitudes de la revolución tecnológica.
Son ellos los primeros llamados a ser buenos líderes, adaptarse al cambio, autogestionarse, tener pleno manejo del equipo de trabajo, pensamiento estratégico, innovar constantemente y poseer excelente comunicación, explica Nohemí Cabrera, Directora Regional de Talento Humano de EY. Tendrán que conocer aspectos de la tecnología y tener mente abierta frente a todas las tecnologías emergentes funcionales para el negocio y el sector.
“También hay rasgos necesarios en líderes como lo son la responsabilidad, transparencia, equidad, inclusividad, honestidad y la capacidad de aprovechar las destrezas que no podrán ser reemplazadas por la inteligencia artificial”, argumentó Cabrera.
Si antes eran jefes y pasaron a líderes, el perfil en el área de negocios exige empuje para migrar de gestor a mentor y eso pasa, como lo menciona Carla de Vanegas de Search In, por involucrarse más con la gente y promover el bienestar holístico. En ese entorno diverso y complejo con las tecnologías empujando a cambios vertiginosos, los líderes deberán conformar equipos multidisciplinarios que trabajen por proyectos, alineados a la visión y metas de la empresa sin que físicamente estén juntos.
La diversidad exige multiplicidad de conocimientos. En 15 o 20 años los perfiles híbridos se harán cada vez más necesarios porque las compañías requieren preparación para el uso extensivo de datos, innovación, robótica, automatización y otros atributos técnicos, así como aptitudes en habilidades blandas, como creatividad y resolución de problemas. El futuro, resume Deloitte, será del talento híbrido capaz de manejar, sistematizar, integrar y analizar datos