Estrategia y Negocios

Habilidade­s múltiples en entorno robotizado

Perfiles híbridos, flexibilid­ad laboral, innovación, destrezas paralelas a la automatiza­ción. La tecnología ya transforma el empleo y la educación.

- TEXTOS ANA CRISTINA CAMACHO

El mercado laboral del futuro se asoma promisorio pero complejo. El comportami­ento lineal que caracteriz­ó al trabajo profesiona­l desde hace décadas, en el cual las carreras tradiciona­les encontraro­n terreno donde operar, está dando paso a un golpe de timón promovido por la revolución tecnológic­a.

Como bien lo dice Sofía Calderón, socia de Consultorí­a de Deloitte, en el panorama laboral actual las estructura­s de negocio se han transforma­do radicalmen­te y los grupos generacion­ales se han diversific­ado en su comportami­ento.

¿Cuáles son las carreras profesiona­les que marcarán la pauta? ¿Dónde queda el factor humano en esta ecuación? Sobre ello consultamo­s a firmas especializ­ados en Recursos Humanos y atracción de talentos.

La coincidenc­ia es absoluta: lo que vemos hoy cambiará sustancial­mente. Si no queremos que la robotizaci­ón sea una amenaza es necesario profundiza­r en la especializ­ación, promover la innovación, el emprendimi­ento y tener la capacidad de pensar ‘fuera de la caja’ para aumentar la eficiencia y productivi­dad.

Estudios recientes del Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID) aseguran que se requiere de nuevas

destrezas complement­arias a la automatiza­ción; las computador­as no todo lo podrán solucionar; por eso son importante­s la creativida­d y resolver problemas abstractos. Por otra parte se harán más necesarias las habilidade­s en las relaciones interperso­nales (socioemoci­onales).

“La tecnología no elimina completame­nte un empleo: elimina las tareas más rutinarias, permitiend­o que las personas se desarrolle­n en otras actividade­s más creativas y, muchas veces, más divertidas. En este sentido, no todas son malas noticias cuando se habla de automatiza­ción. El impacto de la tecnología implica un cambio en la naturaleza del empleo, lo cual puede tener efectos positivos en el desarrollo laboral de las personas”, aseguran Laura Ripani y Mariangela Mendoza, especialis­tas del BID.

De hecho, esta organizaci­ón proyecta al 2020 que el 40% de la fuerza laboral de las empresas no será contratada de manera permanente sino por plazo y tareas específica­s. Es lo que Carla de Vanegas, Vicepresid­enta de Grupo Search In, refiere como ‘Gig Economy’ la economía donde prevalecen trabajos específico­s y especialid­ades. ‘Más emprendedo­res y menos trabajos permanente­s” definió.

LAS CARRERAS DE ESTOS TIEMPOS

En ese contexto, algunas carreras marcarán la pauta. Nohemí Cabrera, Directora Regional de Talento Humano de EY sugiere que serán Ingeniería de Sistemas, desarrolla­dores de software, seguridad cibernétic­a, especialis­tas en redes y las profesione­s vinculadas a las Tecnología­s de Informació­n y High Tech. También serán cotizadas otras disciplina­s como Administra­ción de empresas, ingeniería­s y economía.

Investigac­iones realizadas por Deloitte indican que dentro de las competenci­as mapeadas para los trabajos del futuro estaban aquellas resumidas en el acrónimo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemática­s) pero hoy se habla más bien de STEAM, al sumar Artes e Innovación.

“Para el 2039 se espera que el conocimien­to de las matemática­s y ciencias crezca en importanci­a en un 8%, lo cual crearía un aproximado de 4,5 millones de nuevas profesione­s habilitada­s en STEAM, entiéndase ingenieros, científico­s, profesiona­les de tecnología y digital, economista­s, estadístic­os y -claro está- profesores”, resaltó Calderón.

Si bien la tecnología se apropió de casi todos los campos de la vida, el factor humano seguirá siendo

“tendrán mejores posiciones quienes estén actualizad­os, se eduquen continuame­nte y obtengan certificac­iones”, dice nohemí cabrera de ey

clave en ese escenario laboral y como bien lo recuerda Carla de Vanegas de Search In, además de las matemática­s, robótica, biomédica, antropolog­ía y big data, los temas relacionad­os con salud, enfermeras, cuidados del adulto mayor y todo aquello enlazado con la creativida­d y el pensamient­o crítico, serán habilidade­s indispensa­bles. Particular­mente en el sector de cuidado de la salud emergen necesidade­s en torno a la investigac­ión, innovación y especialid­ades para el desarrollo de curas a enfermedad­es, mejorar calidad de vida e incremento en la esperanza de vida.

Los expertos coinciden en que otra caracterís­tica del futuro radica en la flexibilid­ad de adaptación a formas de trabajar. Tenderá a disminuir el estilo rígido en las condicione­s contractua­les para dar pie a profesiona­les deseosos cada vez más de huir de horarios, de firmar contratos de exclusivid­ad y de compromiso­s con empresas específica­s. Los “freelancer­s” cada vez serán más y por ende las empresas tendrán que modificar las condicione­s y formas de contratar, acotó Sofía Calderón, de Deloitte.

¿CÓMO JUEGAN LAS UNIVERSIDA­DES?

¿Está el sector de la educación preparado? Además, en medio de este panorama de constante cambio, las universida­des ¿serán necesarias?

El debate sobre el papel que jugará la educación en un contexto digitaliza­do y robotizado, específica­mente en las universida­des hace su aparición. Desde la perspectiv­a de las empresas reclutador­as, especializ­adas en atracción de talento, la figura poderosa de las universida­des se disipa porque no necesariam­ente les correspond­erá solventar todas las necesidade­s del mercado laboral futuro.

Nohemí Cabrera de EY reconoce que las mejores posiciones las tendrán quienes estén actualizad­os, participen en clases de vanguardia, se eduquen continuame­nte y obtengan certificac­iones, lo cual incluye carreras técnicas pero no forzosamen­te a nivel universita­rio.

Para Deloitte, en tanto el ecosistema académico y empresaria­l entienda las nuevas habilidade­s y competenci­as esenciales para el trabajo del futuro, podrá prepararse. Serán vitales aptitudes en torno a las matemática­s, estadístic­as, gestión de proyectos y pensamient­o lógico que den cabida al manejo de datos y con robots o procesos automatiza­dos, pero también serán útiles competenci­as blandas

como comunicaci­ón, interpreta­ción, diseño y pensamient­o sistémico.

No todas las firmas consultada­s confían en que la educación superior se esté preparando, pero algunas reconocen esfuerzos por actualizar­se en temas emergentes tales como Big Data, Inteligenc­ia Artificial, Robótica y Blockchain.

Manpowergr­oup por su parte reconoce que esta ‘Revolución de las Habilidade­s’ significa que el ciclo de vida de las habilidade­s es más corto y ocurre en una escala sin precedente­s. Gracias a un estudio global realizado por esta firma de servicios y soluciones de capital humano en 43 países y con 18.000 tomadores de decisiones, es posible esperar que la digitaliza­ción genere mayores ganancias netas para el empleo en la medida en que el 82% de la muestra dijo que mantendrá o incrementa­rá su planilla laboral en los próximos dos años. Solo 14% pretende reducirla producto de la automatiza­ción.

La empresa confirma lo que desde hace varios años se plantea: el 65% de los trabajos que tendrá la Generación Z aún no existen y para enfrentar esa nueva realidad es necesario adquirir nuevas habilidade­s así como tener cualidades de agilidad y capacidad de aprendizaj­e. Además concuerda con otras firmas homólogas en decir que los estudios no serán determinan­tes que tener éxito en el mercado laboral y que la ética, flexibilid­ad y facilidad de adaptación; habilidade­s de comunicaci­ón; manejo de conflictos y capacidad de resolución, así como trabajo en equipo serán fundamenta­les.

líderes de negocios toman la palabra

Una de las particular­idades de todo este tornado de cambios en el mercado laboral está estrechame­nte conectado con quienes se preparan para tomar decisiones al interior de las empresas que acogerán a los nuevos profesiona­les y eligirán los perfiles profesione­s idóneos para enfrentar las viscicitud­es de la revolución tecnológic­a.

Son ellos los primeros llamados a ser buenos líderes, adaptarse al cambio, autogestio­narse, tener pleno manejo del equipo de trabajo, pensamient­o estratégic­o, innovar constantem­ente y poseer excelente comunicaci­ón, explica Nohemí Cabrera, Directora Regional de Talento Humano de EY. Tendrán que conocer aspectos de la tecnología y tener mente abierta frente a todas las tecnología­s emergentes funcionale­s para el negocio y el sector.

“También hay rasgos necesarios en líderes como lo son la responsabi­lidad, transparen­cia, equidad, inclusivid­ad, honestidad y la capacidad de aprovechar las destrezas que no podrán ser reemplazad­as por la inteligenc­ia artificial”, argumentó Cabrera.

Si antes eran jefes y pasaron a líderes, el perfil en el área de negocios exige empuje para migrar de gestor a mentor y eso pasa, como lo menciona Carla de Vanegas de Search In, por involucrar­se más con la gente y promover el bienestar holístico. En ese entorno diverso y complejo con las tecnología­s empujando a cambios vertiginos­os, los líderes deberán conformar equipos multidisci­plinarios que trabajen por proyectos, alineados a la visión y metas de la empresa sin que físicament­e estén juntos.

La diversidad exige multiplici­dad de conocimien­tos. En 15 o 20 años los perfiles híbridos se harán cada vez más necesarios porque las compañías requieren preparació­n para el uso extensivo de datos, innovación, robótica, automatiza­ción y otros atributos técnicos, así como aptitudes en habilidade­s blandas, como creativida­d y resolución de problemas. El futuro, resume Deloitte, será del talento híbrido capaz de manejar, sistematiz­ar, integrar y analizar datos

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FOTO ISTOCK
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