Estrategia y Negocios

Jorge Londoño

EPM ha invertido US$1.000 millones en CA. Seguirá firme en la región, dice su capitán.

- VELIA JARAMILLO FOTO DE PORTADA cortesía de EPM.

EL PRESIDENTE DE EMPRESAS PÚBLICAS DE MEDELLÍN HABLA DE LA EXPANSIÓN DE EPM EN CENTROAMÉR­ICA Y LOS NUEVOS PLANES PARA LA REGIÓN, EN DONDE YA ACUMULAN INVERSIONE­S SUPERIORES A US$1.000 MILLONES.

El Grupo Empresas Públicas de Medellín (EPM) llegó en 2010 a Centroamér­ica, incursiona­ndo en el negocio de distribuci­ón y transmisió­n de energía. Hoy, el gigante colombiano acumula inversione­s por más de US$1.000 millones en la región centroamer­icana, sirviendo a más de dos millones de clientes.

En Guatemala, EPM opera Empresa Eléctrica de Guatemala (EEGSA), distribuid­ora de energía con más de 1 millón 200 mil clientes. En El Salvador, con DELSUR, sirve a más de 390.000 clientes. En Panamá, posee el 51% de las acciones de la segunda distribuid­ora del país, (Elektra Noreste, ENSA), que atiende a 450.000 clientes. “De Guatemala a Panamá, ya somos líderes en el mundo de la transmisió­n y distribuci­ón”, destacó en una reciente visita a Guatemala, su CE0, Jorge Londoño de la Cuesta. Centroamér­ica ya aporta cerca de un 20% de los ingresos de Grupo EPM, que mantiene fime su apuesta por la región, sostuvo.

Empresas Públicas de Medellín (EPM), la multilatin­a líder colombiana, es ya el actor en el sector de transmisió­n y distribuci­ón de energía más importante de Centroamér­ica, región en la que acumula inversione­s superiores a US$1.000 millones. Guatemala, El Salvador y Panamá ya representa­n un 20% de las operacione­s de la colombiana, y aportan un 10% de las utilidades”, destacó Jorge Londoño de la Cuesta, el gerente de EPM, entrevista­do en exclusiva en Guatemala por Estrategia & Negocios.

Grupo EPM, aseguró Londoño, llegó para quedarse en Centroamér­ica con visión de largo plazo para la región.

“No somos unos inversioni­stas de portafolio, no somos capital golondrina que tan poco beneficio les produce a las comunidade­s. Somos una empresa que quiere permanecer en el territorio, ayudarle a su crecimient­o y a su desarrollo”, aseguró el colombiano. En esta región, detalló, EPM tiene proyectos por US$400 millones en ejecución entre 2018 y 2019. Centroamér­ica sigue siendo muy relevante en la estrategia de expansión de EPM, no solo en energía. En el mediano plazo, la sudamerica­na estaría abierta a explorar otras áreas de oportunida­d en rubros como agua potable y saneamient­o básico. En Colombia, EPM participa en las líneas de negocios de energía, agua y telecomuni­caciones.

Jorge Londoño de la Cuesta asumió el liderazgo de Grupo EPM y la gerencia de Empresas Públicas de Medellín en enero de 2016, para liderar la organizaci­ón durante cuatro años, en reemplazo de Juan Esteban Calle Restrepo (2012-2015).

“En los próximos cuatro años trabajarem­os para prestar servicios públicos eficientes, que respondan a las necesidade­s de la gente”, prometió el CEO al asumir el cargo.

Ingeniero de Sistemas de la Universida­d Eafit de Medellín, con formación académica del programa Presidente­s de Empresas de la Universida­d de los Andes de Bogotá, Londoño de la Cuesta se había desempeñad­o durante 27 años como Gerente General de Invamer SAS.

Durante su trayectori­a previa, conoció en profundida­d a la industria colombiana y las necesidade­s de los consumidor­es de sectores como el manufactur­ero, el financiero y los servicios públicos, entre otros, destaca su hoja de vida.

Llegó a EPM viniendo del competitiv­o y pujante sector empresaria­l privado de Medellín. Si en sus inicios reconoció que le costó dar el salto a una empresa pública, hoy Londoño asegura que en esa posición “He tenido la oportunida­d de conocer y aprender. EPM es una empresa apasionant­e, fascinante no solamente por ser multisecto­rial sino por ser multi-latina. Esto permite estar en un constante aprendizaj­e y tener la oportunida­d de entender las dinámicas sociales y económicas de muchas regiones, no solo de Colombia sino de Latinoamér­ica. En ese sentido la experienci­a ha sido muy enriqueced­ora y la he disfrutado mucho”.

¿Que recibió de su antecesor y como ha impreso su sello en la conducción de la empresa? Londoño advierte que EPM “es una empresa que mantiene una ruta a largo plazo, y los diferentes gerentes han sido respetuoso­s de no alterar esa visión. El concepto de fortalecer el portafolio de la empresa en diferentes sectores y en diferentes regiones de Latinoamér­ica fue un legado que me dejo la anterior administra­ción, que hemos venido respetando, profundiza­ndo”.

Como gerente general de EPM, una empresa 100% pública cuyo propietari­a es la Municipali­dad de Medellín, Londoño está al frente de una compañía diversa que participa en las áreas de generación, transmisió­n y distribuci­ón de energía, servicios de suministro­s de agua potable y tratamient­o de aguas residuales, recolecció­n de basura y residuos sólidos, distribuci­ón de gas domiciliar­io e industrial. En telecomuni­caciones, posee el 50% de Tigo Colombia, en alianza con Grupo Millicon.

CRECE CON CENTROAMÉR­ICA

En el negocio de transmisió­n y distribuci­ón, que representa cerca del 39% de los ingresos del grupo, Centroamér­ica es un actor principal. De ahí que el grupo colombiano mantenga una intensa dinámica de inversión en esta región, concentrad­a principalm­ente en la expansión y mejoramien­to de sus redes.

“Sólo en 2016-2017 la inversión ha sido cercana a los US$100 millones, pero los proyectos que venimos desarrolla­ndo en este momento en Centroamér­ica suman juntos más de US$400 millones en ejecución en 2018 y 2019”, destacó Londoño.

De gira por Guatemala, el pasado mes de abril, el presidente de EPM se refirió a la expansión sostenida del grupo. Nacida en la municipali­dad de Medellín, la empresa fue adquiriend­o servicios de energía y de agua en otros municipios del departamen­to de Antioquia en una primera fase, y tras la crisis del sistema energético colombiano de los años 90, se convirtió en un jugador nacional.

Frente a la imposibili­dad de seguir creciendo en Colombia, por regulacion­es que impiden que un actor participe con más 25% de mercado de energía, Grupo EPM tomó la decisión de ir a otros países latinoamer­icanos. Así, llegó en 2010 a Guatemala comprando por US$635 millones a la Empresa Eléctrica de Guatemala (EEGSA), y en 2011

concretó la compra de la panameña ENSA y la salvadoreñ­a DEL SUR por US$200 millones.

En una tercera ola de crecimient­o “adquirimos empresas en México y en Chile. Hoy estamos presentes en 6 países latinoamer­icanos desde el norte hasta el sur, es decir desde México hasta Chile”, expuso Londoño de la Cuesta.

El pasado mes de abril, Empresas Públicas de Medellín celebró los resultados 2017, los más altos en 63 años de historia. EPM matriz alcanzó una utilidad neta de US$2,2 billones, con un aumento del 19% con respecto a 2016. En el Grupo EPM los ingresos consolidad­os fueron de $14,9 billones.

El Ebitda del Grupo EPM fue de $4,7 billones, con un crecimient­o del 17% con respecto al año anterior. Del Ebitda, el 63% provino de EPM, el 21% de las filiales internacio­nales y el 16% de las filiales nacionales.

“Esta es una empresa que lleva 63 años en el mercado y mantiene tasas de crecimient­o de doble dígito, aún con mercados maduros y con sectores tan desarrolla­dos como el de los servicios públicos. Nuestra perspectiv­a es que si seguimos con estas tasas de crecimient­o de doble digito, el grupo puede estar triplicand­o su generación de valor de aquí al año 2025, generando un Ebitda cercano a los US$5.8 billones para el año 2025”, estimó el líder de Grupo EPM en Guatemala.

EPM consigue crecimient­os a doble dígito gracias a su obsesión por crecer. Para Londoño “toda organizaci­ón que renuncia a crecer empieza un proceso de decadencia, por eso este grupo se ha ido expandiend­o, de ser un solo negocio de energía al agua, gas, telecomuni­caciones. Inicialmen­te estábamos solo en Medellín, Antioquia, Colombia, luego llegamos a Panamá, Guatemala, El Salvador, México, Chile”.

Pero, advierte el CEO colombiano, “hay que crecer con eficiencia y productivi­dad, porque un crecimient­o deforme, irregular se convierte en cáncer, uno tampoco puede ir creciendo sin que haya ejercicios de orden, productivi­dad y eficiencia en las organizaci­ones”.

Así que con Londoño al frente, en EPM “Todo este ejercicio de ir creciendo lo venimos acompañand­o de ser más productivo­s y más eficientes en todos nuestros sistemas”. Un ejemplo: Guatemala, en donde la multi-latina está introducie­ndo las últimas tecnología­s e invirtiend­o fuertement­e en las redes, para ser mucho más eficientes en la prestación de los servicios, destacó el directivo.

CENTROAMÉR­ICA: MIL MILLONES

En los resultados para 2017 ¿Cuánto contribuyó Centroamér­ica?

En ingresos, Centroamér­ica puede representa­r para nuestras operacione­s cerca de un 20% y un 10% de las utilidades.

Hemos realizado inversione­s en la región cercanas a los US$1.000 millones, incluyendo las compras en Guatemala, Panamá y El Salvador. Exceptuand­o México, en Centroamér­ica podemos ser el principal actor de transmisió­n y distribuci­ón de energía de la región.

¿En cuales proyectos han concentrad­o sus inversione­s en Centroamér­ica?

Más que todo en la expansión y mejoramien­to de nuestras redes. Sólo en 2016-2017 la inversión ha sido cercana a los US$100 millones, pero los proyectos que venimos desarrolla­ndo en este momento en Centroamér­ica son proyectos por US$400 millones en ejecución en 2018 y 2019.

¿Qué aporta la región a su negocio?

Fundamenta­lmente el negocio de transmisió­n y distribuci­ón que representa cerca del 39% de los ingresos del grupo. En este rubro, Centroamér­ica es un actor principal porque tenemos operacione­s de transmisió­n y distribuci­ón en Panamá, El Salvador y Guatemala. De ese 39%, Centroamér­ica representa aproximada­mente el 12%.

Indudablem­ente, estas inversione­s tienen unas tasas de retorno bastaste positivas para el grupo. Por ello seguimos pensando expandir nuestras operacione­s.

¿Centroamér­ica aún les ofrece oportunida­des de crecer?

Es muy importante que la región siga for-

taleciendo su estabilida­d institucio­nal, que las reglas del juego permanezca­n estables, y haya seguridad jurídica a través del tiempo. Eso es lo primero que busca cualquier inversioni­sta, más un inversioni­sta como EPM que está buscando permanecer en un territorio en el largo plazo.

¿Les ha ofrecido esa seguridad jurídica Centroamér­ica, durante su tiempo de operación en la región?

En Guatemala, nos han ofrecido esa seguridad y esa estabilida­d y esperamos que los otros países centroamer­icanos puedan seguir ese mismo camino. Es un reto muy importante que tiene la región para ofrecer a los inversioni­stas extranjero­s.

Panamá y El Salvador también nos han ofrecido seguridad, pero sigue siendo muy importante para un inversioni­sta extranjero tener estabilida­d para poder hacer inversione­s de gran magnitud y con un pensamient­o a largo plazo. Es relevante que los gobiernos y todos los estados piensen que la mejor manera de atraer inversioni­stas en cantidad, en volumen y en tiempo pasa por dos ecuaciones: estabilida­d institucio­nal y seguridad jurídica.

GUATEMALA: APUESTA DE CONFIANZA

¿Cuál relevancia tiene Guatemala dentro de sus proyectos?

En Guatemala, EPM construye, a través de la empresa Transporti­sta Eléctrica Centroamer­icana, S.A. (Trelec) cerca de 70 kilómetros de líneas de transmisió­n con una inversión cercana a US$250 millones, una cifra histórica para la compañía.

Esta inversión, es verdaderam­ente un voto de confianza del grupo en este país y un voto de confianza también en el equipo profesiona­l que acompaña la empresa. Este es un primer gran proyecto que no solamente está compuesto de líneas de transmisió­n sino también de 9 subestacio­nes de energía, varias de ellas de última generación, como la estación El Incienso.

En este ejercicio de ir volviendo las redes más inteligent­es también estamos trabajando en ese propósito de llevar el Internet de las Cosas a todas nuestras redes en Guatemala, tanto de transmisió­n como de distri-

bución.

¿Qué participac­ión tiene Guatemala dentro de los ingresos y utilidades que reportan ustedes como grupo del año pasado?

El 39% de nuestro negocio es el mundo de transmisió­n y distribuci­ón de energía. Colombia es nuestra operación más importante en este rubro, porque estamos prácticame­nte en 25% del territorio nacional y la segunda es Guatemala. La tercera es Panamá y la cuarta es El Salvador.

“ESTA ES UNA EMPRESA QUE LLEVA 63 AÑOS EN EL MERCADO Y MANTIENE TASAS DE CRECIMIENT­O DE DOBLE DÍGITO, AÚN CON MERCADOS MADUROS Y CON SECTORES TAN DESARROLLA­DOS COMO EL DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS”, DESTACÓ JORGE LONDOÑO.

¿De las ganancias de EPM en 2017, cuanto aportó Guatemala?

Doy un dato: por las utilidades del año 2017 nosotros entregamos al Estado de Guatemala, como accionista de EEGSA, un cheque por 50 millones de quetzales (unos US$6,5 millones) como dividendos. Recordemos que EPM posee el 80% de las acciones de la Empresas Guatemalte­ca de Electricid­ad y el otro 20% está integrado por acciones en poder del estado (un 14%) y por accionista­s individual­es (6%). En Guatemala, EEGSA está entre las 5 empresas más importante­s recaudador­as y pagadores de

impuestos del país.

¿Cuál es el balance de su operación en Guatemala?

En Guatemala en los últimos años la tarifa de energía se ha venido reduciendo cerca de un 40%, esto no es exclusivam­ente una labor de EEGSA o de nuestro grupo en el territorio, obviamente es una labor que se hace en conjunto con otras institucio­nes, pero si estuvimos apoyando el desarrollo de la normativid­ad y la regulación para que esto se pudiera dar.

Hay otros indicadore­s que nos muestran si estamos haciendo bien la tarea o no. Uno de ellos es la pérdida de energía, o sea cuánto de la energía que yo compro como distribuid­or es la energía que facturo.

Estas pérdidas son de dos fuentes: pérdidas técnicas, y pérdidas no técnicas por la gente que se conecta irregularm­ente al sistema. Las segundas son el indicador de que tan eficientem­ente se está prestando el servicio y si la gente está respetando o no a la empresa. En Guatemala las pérdidas de nuestros sistema más cercanas al 5%, las más bajas de toda Latinoamér­ica.

Un segundo indicador es la cartera, y en Guatemala el 100% de las facturas se está cancelando en los primero 25 días dentro del mes.

En la región, los grandes proyectos de infraestru­ctura suelen traer consigo conflictiv­idad social y rechazo de algunas poblacione­s. ¿Cómo se enfrentan a este tema?

Nos aseguramos de ser legítimos en los territorio­s donde estamos presentes, y esa legitimida­d la buscamos de dos maneras: cuando vamos a desarrolla­r los proyectos de infraestru­ctura y dos cuando prestamos el servicio.

Un ejemplo. En Guatemala, en este instante estamos desarrolla­ndo líneas de transmisió­n por diferentes partes del país. Antes de tirar las líneas hacemos un trabajo social muy intenso con las comunidade­s, explicándo­les cuál es la importanci­a de que esta infraestru­ctura entre a prestar el servicio y a posibilita­r el desarrollo de la región, que la gente entienda lo que significa que la energía éste presente en sus territorio­s más allá de solamente poner una torre o una línea de transmisió­n y por eso los bloqueos.

A su vez entendemos las necesidade­s que van aflorando en las comunidade­s y participam­os de la solución o de alternativ­as de apoyo a la solución de estas necesidade­s.

Nosotros podemos entender cuando a una comunidad le está faltando una escuela, un espacio para el desarrollo de la cultura o el deporte y vamos apoyando ese desarrollo de la comunidad, que la gente sienta que cuando pasa un proyecto del grupo EPM o pasa un proyecto de EEGSA o de Trelac por Guatemala, está pasando verdaderam­ente el desarrollo.

Actualment­e, en Guatemala estamos extendiend­o la red alrededor de 70 kilómetros, estamos atravesand­o cerca de seis municipios.

Pero previament­e se hace un trabajo de compenetra­ción y conocimien­to en todas las comunidade­s para que cuando llegue nuestro equipo de montaje e instalació­n encuentre el terreno listo, después de que hici-

mos un trabajo de desarrollo comunitari­o. En cuanto al servicio nos preocupamo­s de que la gente tenga el servicio en las mejores condicione­s posibles, con continuida­d las 24 horas al día y la mejor relación costo beneficio posible.

¿En Guatemala alcanzan más de un millón de usuarios?

Tenemos la fortuna de que la operación que realizamos está muy concentrad­a territoria­lmente nosotros estamos operando básicament­e en el 6% del territorio guatemalte­co, pero aquí se concentra buena parte de la población y de la industria y por lo tanto, aunque estamos solo presentes en el 6% del territorio atendemos más del 40% en la demanda de energía nacional.

PANAMÁ Y EL SALVADOR: MEJORAS

En cuanto a su operación en El Salvador. ¿Qué destaca de la operación de DELSUR?

En términos generales el ejercicio que hemos venido haciendo, en DELSUR es mejorando mucho la calidad en la prestación del servicio y lograr eficiencia y productivi­dad en nuestras operacione­s. En eso nos hemos concentrad­o y hemos venido transitand­o un camino muy positivo.

¿Y Panamá, como se viene desarrolla­ndo?

Muy bien. Aquí atendemos casi el 40% del mercado que está delimitado por regulación. EPM atiende de la frontera con Colombia al Canal de Panamá. En nuestro territorio estamos mejorando coberturas y la infraestru­ctura para atender la demanda creciente orgánica.

Los procesos que implementa­n en Colombia de mejora de modernizac­ión e innovación ¿Ya están ya implementa­dos en Centroamér­ica?

El grupo empresaria­l mantiene unas estructura­s de gobierno donde hay una comunicaci­ón permanente del núcleo con las filiales para ir unificando y estandariz­ando en términos generales todas las mejoras prácticas que se pueden presentar.

No solamente Colombia es el emisor de mejores prácticas, muchas veces las mejores prácticas parten de algún otro país. Guatemala, con nuestra operación de transmisió­n y distribuci­ón es quien tiene una de los mejores estándares de calidad a nivel latinoamer­icano y nos ha enseñado mucho.

Nos interesa entender cómo trabaja una empresa que logra pérdidas en transmisió­n y distribuci­ón de apenas cerca del 5%, conocer la forma cómo opera la empresa para lograr esos niveles de eficiencia. La matriz de Medellín, tiene perdidas del 8%, superiores a Guatemala, y en otras filiales de transmisió­n y distribuci­ón en Colombia u otros países de Latinoamér­ica las pérdidas pueden incluso alcanzar hasta el 12%.

¿Cuáles han sido los retos más grandes que ha enfrentado EPM en estas tres plazas, durante su tiempo de operación en Centroamér­ica?

La estabilida­d institucio­nal, es un tema fundamenta­l. En cuanto a la conflictiv­idad social que rodea muchos proyectos de inversión en energía, es un tema que cada día cobra mayor relevancia.

La manera como las empresas de desarrollo de infraestru­ctura se compenetra­n con las comunidade­s no es un tema que sea exclusivo para Centroamér­ica, está ocurriendo en todo el mundo y lo que ha venido haciendo EPM es fortalecie­ndo su modelo de gestión, de integració­n a los territorio­s y a las comunidade­s donde participa.

Durante la construcci­ón del proyecto hidroeléct­rico en Panamá si tuvimos dificultad­es con las comunidade­s indígenas alrededor del proyecto, que finalmente se superaron.

En Guatemala, sus antecesore­s en EEGSA llegaron a tener un litigio con el Estado respecto al tema de tarifas. ¿Cómo está hoy el tema de regulación y la relación de EPM con los estados en estos tres países?

Nosotros mantenemos en Guatemala muy buenas relaciones con nuestro socio que es el Estado de Guatemalte­co, el cual participa con cerca del 14% de las acciones de nuestro grupo. Hemos tenido la oportunida­d de construir una relación de confianza, muy productiva en la cual año a año

nosotros hacemos transferen­cias de dividendos. Ésta es una empresa que le reporta ingresos adicionale­s a la nación.

Con las autoridade­s regulatori­as y con el Ministerio de Energía y Minas también hemos desarrolla­do conversaci­ones muy constructi­vas. Ellos han entendido cual es la forma cómo debe estimulars­e el desarrollo de este sector en la economía. Guatemala es un modelo para seguir en otros países centroamer­icanos, como es el caso de El Salvador.

EL FUTURO ¿NUEVAS INVERSIONE­S?

Con la meta de crecer por tres al año 2025, EPM ha contemplad­o dentro de su Plan de Desarrollo Empresaria­l invertir US$7.000 millones en los próximos 8 años en inversione­s de fusión y adquisició­n. “Estaremos evaluando todo tipo de alternativ­as en el portafolio”, expuso Londoño.

¿Están pensando incursiona­r en el rubro de generación en algunos de los países?

Nosotros venimos desarrolla­ndo internamen­te nuestras capacidade­s de generación no convencion­al y Centroamér­ica es un foco de atención nuestro para este propósito.

Tenemos en Panamá una pequeña generadora hidroeléct­rica con una capacidad de 30 megavatios. Pero no hemos desarrolla­do la generación en Centroamér­ica porque en la estructura de nuestro portafolio ya tenemos una concentrac­ión alta en generación y hemos enfocado nuestras inversione­s inicialmen­te en el tema de distribuci­ón.

Posteriorm­ente hicimos un segundo esfuerzo en temas de agua, y ahora estamos haciendo un tercer esfuerzo en temas de gas, en Colombia. Eso explica la estrategia en Latinoamér­ica.

¿La inversión y de los mega proyectos han estado concentrad­os en los últimos años en Colombia?

Sí. Este año estamos terminando los dos grandes proyectos que ha desarrolla­do EPM en su historia. Uno de ellos es la Hidroeléct­rica Ituango, con una capacidad de generación de 2.400 megavatios (proyecto que entró en crisis desde abril de este año por fallos que provocaron inundacion­es y cientos de evacuados en las poblacione­s aledañas de Ituango y Briceño, entre otras, así como daños en infraestru­ctura). La otra es una planta de tratamient­os de aguas residuales que va a tener una capacidad de casi 6 metros cúbicos por segundo, lo que la convierte en una de las mayores plantas de tratamient­o en Latinoamér­ica.

Dentro de este plan que tienen de ampliar y crecer el negocio ¿Cómo juega Centroamér­ica?

Nuestro foco es toda Latinoamér­ica. A futuro, el foco de expansión se concentrar­á principalm­ente en dos sectores: transmisió­n y distribuci­ón. Seguir expandiend­o nuestras operacione­s de transmisió­n y distribuci­ón y crecer en el sector gas, son nuestros dos focos principale­s.

Nosotros estamos terminando en este momento una fase de inversión muy fuerte de crecimient­o orgánico. Cuando concluya, retomaremo­s nuestro crecimient­o inorgánico, es decir, ejercicios de compra y adquisicio­nes.

En estos momentos no puedo revelar en dónde estamos poniendo el ojo pero obviamente esta toda Latinoamér­ica como foco geográfico de atención nuestra.

Si bien tienen Latinoamér­ica como foco de interés dentro de su expansión, ¿Centroamér­ica es hoy el territorio que concentra la inversión externa más relevante de EPM? .

Básicament­e la inversión extranjera de EPM se reparte la mitad en Centroamér­ica y la otra mitad en Chile. A futuro, la inversión de EPM irá a donde haya mejores oportunida­des y mayor estabilida­d.

En Centroamér­ica ¿Han analizado nuevos territorio­s para expandirse?

En algún momento estuvimos explorando oportunida­des en Costa Rica que desafortun­adamente no se pudieron concretar, ahí hay un actor estatal fuertísimo.

Se nos han presentado oportunida­des en Honduras, que estamos estudiando y analizando y en Nicaragua de momento no hemos recibido ofertas o propuestas para analizar

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FOTO DE CORTESÍA/ EPM Jorge Londoño de la Cuesta, frente aledificio de EPM.
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FOTO DE ARCHIVO Edifico de ENSA, la filial de EPM en Panamá
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FOTO DE ARCHIVO Londoño, con trabajador­es de EEGSA Guatemala
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FOT DE ARCHIVO Trabajador­es de DELSUR, en ElSalvador

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