Para paliar los primeros impactos
Hasta el cierre del informe, al menos 120.000 empleados se veían impactados. Algunos de ellos optaron por ampararse en los esquemas de ayuda económica que el Gobierno de Juan Orlando Hernández implementa.
Para el segundo semestre del año, bajo el supuesto que a junio 2020 la pandemia esté controlada, los empresarios indican que el Banco Central de Honduras deberá liberar más liquidez y financiamiento de capital de trabajo para las empresas, a fin de impulsar el reabastecimiento de materias primas y renovar inventarios, reabrir tiendas, hoteles, fábricas, para intentar retornar el ritmo del negocio.
El Cohep, por su parte, pide al Gobierno imponer medidas fiscales que ayuden al equilibro de la economía en las empresas, promover el diferimiento de pagos de tributos y otras cargas para todas las empresas, flexibilización laboral, disponibilidad de liquidez para la banca y fondos de garantías, así como adoptar medidas para una apertura gradual e inteligente de ciertas actividades productivas. El presidente Hernández prometió implementar una “salida inteligente”, aunque al cierre de esta nota no se tenía fecha para reapertura, sí se contaba con acercamientos con empresarios y otros sectores para poderla decretar. “Preparamos lo que será la gran estrategia de salida inteligente de este encierro en el que estamos en este momento”, dijo Hernández a mediados de abril en una cadena nacional