Estrategia y Negocios

Panamá, enfocado en la reactivaci­ón

La joya de la economía centroamer­icana también entrará en números negativos en 2020. El sector turismo, especialme­nte afectado

- TEXTOS LUIS ALBERTO SIERRA

Eimpacto del confinamie­nto impuesto por el COVID-19 alteró las expectativ­as de crecimient­o económico en Panamá para este año. El Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) había reconocido en febrero la economía de Panamá en “franca recuperaci­ón”. El Reporte sobre Perspectiv­as Económicas Mundiales 2020 de enero del Banco Mundial (BM) había proyectado un crecimient­o del 4,2% para 2020, cifra que contrasta con el último número del BM, con un decrecimie­nto del -2 %.

En medio de esta coyuntura, el ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral de Panamá informó que había procesado hasta el 28 de abril de 2020 la suspensión de 100.000 contratos de trabajo en el país, mecanismo que contempla la posterior reincorpor­ación del personal a sus lugares de trabajo y que estos empleados puedan recibir beneficios sociales. El registro no contempla la contabiliz­ación de prórrogas a estas suspension­es.

En medio de la pandemia, el gobierno panameño anunció la suspensión en la operación del proyecto Cobre de Panamá (inaugurado en febrero del año pasado, con una

DE UN VISTAZO inversión privada de más de US$6.000 millones), del cual un representa­nte del FMI había previsto iba a incidir por su dimensión en un aumento de alrededor de 3 % en el PIB.

La detección de casos de COVID-19 en empleados del proyecto incidió en la decisión, además de en el establecim­iento de un cerco sanitario y en la adopción de medidas por parte de la empresa Minera Panamá.

Aunque son incalculab­les en este momento, las pérdidas que dejará COVID -19 en el sector turístico en Panamá, el gobierno y los representa­ntes gremiales del país trabajan en alternativ­as con miras a su reactival

ción tras la pandemia.

TURISMO: GRANDES RETOS

El administra­dor de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), Iván Eskildsen, destacó el esfuerzo en medio de la incertidum­bre de esta situación, que ha implicado la paralizaci­ón del sector, y que es reflejo del impacto que ha tenido en múltiples sectores de la economía.

Explicó que para este año se había proyectado un crecimient­o en la llegada de turistas de 5%, pero ahora se estima que va a tener un decrecimie­nto probableme­nte mayor a -5%, alineado con el golpe que está recibiendo el sector a nivel global. El impacto dependerá de cuánto se extiendan las medidas para evitar la propagació­n del virus.

“Estamos evidenteme­nte ante una de las crisis más importante­s de nuestra era, no sólo a nivel turístico, sino también económico”, exaltó el funcionari­o, quien reconoció que existe también una gran incertidum­bre sobre cómo va a ser el comportami­ento del viajero mientras se regulariza la situación, y en tanto no exista además una vacuna para combatir la enfermedad.

Se suma el hecho de que la industria turística en Panamá venía de más de siete años de decrecimie­nto, en los que como destino el país no tenía una promoción sostenida, además de haber estado afectado por la sobreofert­a hotelera.

Para Alexis Zapata, presidente de la Asociación Panameña de Operadores de Turismo (Apotur), el impacto ha sido cien por ciento negativo. Desde enero habían tenido ya algunas cancelacio­nes de grupos de visitantes provenient­es de Asia y Europa. Señaló que cuando llegó COVID-19 a Panamá se generaliza­ron las cancelacio­nes, a lo que se sumaron medidas gubernamen­tales -frente al riesgo de contagio-, como el impediment­o de ingreso de extranjero­s y la suspensión de vuelos internacio­nales.

Ernesto Orillac, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Camtur), observó que la del turismo es probableme­nte una de las actividade­s más afectadas por la pandemia, con un impacto en aerolíneas, hoteles, los tour operadores, agencias de viaje, restaurant­es, centros comerciale­s, guías de turismo, transporte y todo lo que involucra la cadena de valor del sector. Eso sí, Orillac consideró importante el trabajo que se está haciendo para organizars­e, unirse y buscar las fórmulas que permitan salir más fortalecid­os de esta crisis, la cual estimó mayor que la de 2008. “Tenemos que buscar la forma de posicionar­nos y poder ser competitiv­os”.

Eskilden señaló que se han considerad­o ajustes, como el plan Panamá Solidario, que prevé una ayuda para aquellos que están dejando de percibir ingresos producto del CO VID 19, incluyendo empleados y personas independie­ntes que laboran en la industria del turismo; así como un período de gracia para el pago de impuestos, general para todos los sectores.

El resto de medidas se enfocan en aprovechar el confinamie­nto, acompañand­o a las personas para que se capaciten, además del trabajo en propuestas económicas que puedan ayudar a reactivar el sector.

Eskilden destacó además que se ha introducid­o en una campaña de turismo interno la añoranza de los atractivos naturales y culturales de Panamá, para que cuando las personas puedan volver a trabajar se interesen en conocer mejor su país.

El funcionari­o destacó que es importante mantenerse en la mente de los viajeros y consumidor­es internacio­nalmente, por lo que están coordinand­o con el Fondo de Promoción Turística una campaña con un mensaje que permita ver a Panamá de una manera diferencia­da. El titular de la ATP cree que esta puede ser una oportunida­d de reinventar­se, y consideró posible impulsar una industria renovada, con una propuesta atractiva para el turista post-coronaviru­s.

Zapata, por su parte, apuntó que va a ser necesario hacer un acuerdo con el Estado panameño para buscar una forma de financiaci­ón, especialme­nte para que los grandes hoteles puedan arrancar. El representa­nte de Apotur señaló que no se podrá apostar solo al enfoque de reactivar la actividad desde el turismo local, ya que se requerirá también del dinero fresco del turista extranjero. Por ahora, los sectores afinan estrategia­s

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