Unidad y conexión: garantía de mayor impacto social
El proyecto “El amor en caja”, en Guatemala, ha beneficiado a más de 59.000 personas, con la entrega de más de 11.816 cajas de alimentos para 15 días. La distribución y entrega es liderada por United Way Guatemala.
Al 30 de junio, más de 120 organizaciones de la sociedad civil salvadoreña, han logrado entregar más de US$17 millones en ayuda para 8 sectores de inversión social, como parte de la iniciativa +Unidos Somos+. Representa un gran esfuerzo de coordinación.
AED, Costa Rica, está impulsando en apoyo a la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), un programa de 10.000 paquetes solidarios para familias de 5 personas afectadas por la pandemia. Es la primera etapa. nar sus negocios de manera distinta. Van a tener mayor capacidad de adaptarse a esta nueva realidad”, sostiene Sauma.
Juan Pablo Morataya, director ejecutivo de Centrarse, de Guatemala, coincide con esa visión. “Cuando las empresas ponen al ser humano en el centro, entienden que el modelo empresarial debe tener un impacto positivo en las personas y en la sociedad. Creo que el virus (COVID -19) lo puso sobre la mesa”, dijo a E&N.
Refirió que están analizando una plataforma denominada Business for Nature, una coalición global que está llamando a revertir las pérdidas de la naturaleza, a través de políticas que ayuden a preservar
y restaurar dichas pérdidas, y estimular su uso sostenible, ya que más de la mitad del PIB global está expuesto, bajo riesgo por las pérdidas de la naturaleza.
“Antes del coronavirus, la necesidad de crear economías y sociedades más resilientes era clara, ahora es inevitable. Las sociedades saludables, las economías resilientes y las empresas prósperas, dependen de la naturaleza”, señalan en una misiva pública los líderes de Business for Nature, dirigida a los CEO´S en el mundo.
Morataya destacó también la estrecha relación entre la pandemia del COVID -19 y el medio ambiente. “Hemos visto reducción de emisiones por las medidas de aislamiento, también reducción de niveles de calentamiento global, que era una de las acciones propuestas en la COP-25 el año pasado, pero que no se consiguió porque no se logró un acuerdo político. Ahora la naturaleza se encargó de hacerlo. Estábamos muy desconectados de la naturaleza, viviendo el tema de los ecosistemas desde el discurso y no desde la práctica real. La pandemia lo vino a poner en primer plano”, señaló el dirigente gremial.
“Lo que las organizaciones promotoras de la RSE no habíamos conseguido a través del discurso y de nuestras acciones, la COVID lo vino a mover. Se están replanteando nuestros modelos económicos,