Estrategia y Negocios

25 años de TLC’S en la región

Tras dos décadasde acuerdos comerciale­s, Centroamér­ica debe abocarse a mejorar los indicadore­s de educación, de energía limpia, del clima de negocios, de reformas fiscales y los índices de competitiv­idad global.

- Por roberto Fonseca roberto.fonseca@estrategia­ynegocios.net

Después de más de dos décadas de negociació­n y de suscripció­n de Acuerdos Comerciale­s bilaterale­s y regionales, ¿qué impacto han tenido los TLC en las economías centroamer­icanas?, ¿llegaron a su fin?, y ¿qué falta por hacer para sacarles mayor provecho?. A estas preguntas responde el Profesor Alberto Trejos, de la Escuela de Negocios INCAE.

¿Qué han representa­do para Centroamér­ica, los acuerdos comerciale­s suscritos desde hace más de dos décadas??

De hecho, el proceso empieza antes, el acuerdo Costa Rica-méxico es de 1994. Me parece que estos acuerdos hay que verlos en el contexto de la política comercial más amplia, por lo menos para varios países de la región.

En el caso de Costa Rica en particular, hay un cambio en la política comercial que viene desde mucho antes, desde mediados de los ´80, cuando éramos países bastante aislados del mundo y empezamos a insertarno­s en el mercado internacio­nal agresivame­nte, inteligent­emente, con el objetivo de que las exportacio­nes y la Inversión Extranjera Directa no solo crecieran, sino también que se diversific­aran y se sofisticar­an, y esas políticas, en general, fueron exitosas para esos propósitos.

En el caso de Costa Rica, antes de la apertura comercial de los ´80 y los acuerdos comerciale­s, del ingreso a la OMC y de los acuerdos comerciale­s bilaterale­s, las exportacio­nes estaban concentrad­ísimas en dos productos agrícolas no procesados. Hoy las exportacio­nes son más de veinte veces de lo que eran entonces, están repartidas en un montón de productos de manera que ya casi que ninguno representa más del 15% del total, y hoy las exportacio­nes, al menos en Costa Rica, son mucho más sofisticad­as.

Entonces, en vez de ser el vagoncito que va atrás y que lo jalan hacia el desarrollo, mas bien es como el motorcito que va jalando. En ese sentido, el resultado ha sido muy positivo. Y lo que está claro, por otro lado, es que casi todos los países de la región nos hemos orientado comercialm­ente en la dirección correcta.

Sin embargo, hay otras áreas en que no hemos hecho la tarea: en educación, en infraestru­ctura, en la sostenibil­idad ambiental de la producción, en el costo y capacidad de la generación eléctrica, en mantener una macroecono­mía estable y mientras no hagamos la tarea, no nos vamos a graduar. Tenemos que hacer bien no una cosa, sino muchas cosas, la política comercial está dentro de lo que hacemos bien.

EN C.A. HAY MUCHAS EMPRESAS QUE SON EXCEPCIONA­LES DEL PORTÓN PARA ADENTRO, ASÍ QUE EL PROBLEMA ESTÁ DEL PORTÓN PARA FUERA”

¿Cree que los acuerdos comerciale­s obedeciero­n a una corriente política y al impulso de los gobiernos de Estados Unidos?, ¿Comparte ese criterio?

No, no lo comparto en varios sentidos. Para empezar el proceso empieza con otros socios, no empieza con Estados Unidos y en el 94, cuando Costa Rica negocia con México, no se tenía aún la expectativ­a de una ventana de oportunida­d para negociar con Estados Unidos. La negociació­n de acuerdos comerciale­s con Estados Unidos se llevaban muchos años, ninguna administra­ción Norteameri­cana tenía un TPA, que es la autorizaci­ón que el Congreso le da al Ejecutivo para negociar acuerdos y de hecho, en aquel entonces, Estados Unidos además estaba orientado a otras regiones del mundo, pero no a Centroamér­ica ni a América Latina, así que el empuje para buscar un acuerdo entre Centroamér­ica y Estados Unidos vino de Centroamér­ica y en particular de Costa Rica.

Tuvimos que convencer a Estados Unidos de que ésta era una negociació­n que les convenía, en un momento en que los Estados Unidos, como le repito, estaba pensando mucho más en otros acuerdos que negoció en aquel entonces.

Aparte de Costa Rica, ¿cree que el resto de países de la región está sacándole provecho a los acuerdos regionales con Estados Unidos y la Unión Europea?

Sí, definitiva­mente se les saca provecho, más unos países que otros, ¿por qué?, porque las cosas que complement­an a una buena política comercial van más avanzadas en un país que otro y eso se puede medir en muchas formas. Los países tenemos distintos resultados en el tamaño de la variación del comercio logrado, en el tamaño de la desviación favorable del comercio, en la tasa de utilizació­n de los beneficios arancelari­os, en la trayectori­a que podamos tener en la solución de controvers­ias, en el monto de inversión atraída, en cuánto hemos logrado diversific­ar o sofisticar nuestro comercio, en fin, tenemos récords muy distintos.

También los países tenemos conjuntos de tratados diferentes. Todos tenemos acuerdos con México, con Chile, pero son diferentes; algunos tenemos acuerdos con China, con Canadá, con Colombia, con Panamá y otros no.

¿Cree que las generacion­es de los acuerdos comerciale­s han llegado a su fin o podría venir una nueva oleada?

Me parece que desde el punto de vista de quiénes son los socios, básicament­e vamos llegando al final del camino. Por ejemplo, Costa Rica tiene acuerdos con Canadá, Estados Unidos, México, toda Centroamér­ica, Panamá, Colombia, Perú, Chile y todo el Caribe.

Lo que falta es Mercosur, que es un mercado demasiado distante para nosotros, tenemos la Unión Europea y algunos países europeos, China, Singapur, algunos otros mercados asiáticos, entonces, desde el punto de vista de con quién más, claramente quedan las regiones del mundo que no quieren tener acuerdos con nadie, o las regiones del mundo donde no urge, porque de por sí no tenemos nada que ver con ellos.

Entonces desde el punto de vista de con quiénes más, parece que el reto está más bien en lograr sacarle provecho a ciertos instrument­os que ha surgido desde entonces, en el caso nuestro (Costa Rica), estar en la Alianza del Pacífico sería una oportunida­d valiosa que desgraciad­amente no hemos aprovechad­o.

Entonces, en este momento más que tener de tarea establecer esos acuerdos, la tarea está en aprovechar esos acuerdos, en hacer el trabajo doméstico que es necesario para sacarles más provecho y eso tiene que ver con educación para poder ingresar en actividade­s exportador­as más sofisticad­as.

También tiene que ver con infraestru­ctura, para que el costo logístico del comercio baje a la vez que el costo fiscal. Además, tiene que ver con que la región pueda tener más energía, limpia y más barata, un área que algunos van más adelante que otros. Ver cómo hacemos para ser un mejor aprovechad­or de los acuerdos y ahí la tarea es doméstica.

En algún momento cuando el presidente Donald Trump optó por renegociar el NAFTA, en Centroamér­ica se alzaron voces de preocupaci­ón de que se renegociar­a el CAFTA-DR. ¿Cree que eso es viable, aunque ya no esté Trump al mando?

Eso siempre es un peligro y ciertament­e sería muy mala noticia. A mí me parece que Trump tiene una visión del mundo en ese sentido muy equivocada, él y su gente piensan que el comercio es un juego de suma y cero, en que si hay un ganador tiene que haber un perdedor, y como los demás se benefician, entonces se supone que ellos se perjudican.

Es una filosofía muy proteccion­ista que va también dirigida a traer el apoyo de ciertos sectores productivo­s y de ciertas regiones del país, que es donde él cuenta sus votos y sus aliados políticos, y donde ese lenguaje proteccion­ista vende bien.

Además el proteccion­ismo calza muy bien con el lenguaje tan agresivo, a veces xenófobo, a veces racista, que ha sido utilizado por la administra­ción Trump y sus bases de apoyo

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras