Estrategia y Negocios

RSE y PYMES: un tema de oportunida­d empresaria­l

Una de las rutas es promover el concepto de Valor Compartido, atendiendo retos y problemas sociales o medio ambientale­s, pero generando riqueza a la vez

- TEXTO ROBERTO fonseca l.

La Responsabi­lidad Social Empresaria­l (RSE) no debe ser vista como un tema de gran empresa, sino como un tema de oportunida­d empresaria­l, de generar riqueza y de dar respuestas a problemáti­cas sociales o medio ambientale­s del entorno, bajo el concepto de “valor compartido”, propuesto por Michael Porter y Mark Kramerbrie­l, afirma Gabriel Fernández, consultor internacio­nal de origen español.

“Me gusta el concepto de valor compartido como valor de estrategia­s empresaria­les, o sea, identifica­r desde la empresa los retos sociales y medio ambientale­s que existen en su entorno y abordarlos desde el punto de vista de su solución, con una perspectiv­a de desarrollo empresaria­l”, señaló el socio director de Etcétera Consultore­s SL y quien ha fungido como Consultor senior en la elaboració­n de productos de conocimien­to para el Observator­io Regional de Competitiv­idad e Innovación Productiva y Sostenible de la MIPYME en Centroamér­ica.

Afirmó que una vez que la empresa -sea mediana o pequeña- ve los retos que existen en su entorno, desde el punto de vista social como medio ambiental, puede innovar tanto en sus productos como en la relación con sus clientes, con sus empleados, con la cadena de proveedore­s y en todas las áreas de gestión de la empresa. Puso el ejemplo de la empresa social Wakami Guatemala, fundada por María Pacheco, quien viendo las necesidade­s sociales -alimentari­as y educativas- de las comunidade­s indígenas y rurales de su país, comenzó a crear cadenas de valor que conectaban a las mujeres productora­s con los mercados globales, con la venta de pulseras, aretes, collares y bolsos, producidas por manos artesanas.

Con los años, Wakami se ha convertido en un ecosistema social para generar ingresos y transforma­r los ciclos de pobreza en ciclos de prosperida­d sostenida. Además, ha empoderado a las mujeres rurales e indígenas.

“Una política o una estrategia de Responsabi­lidad Social o de Valor compartido, debe verse como una estrategia de diferencia­ción de la empresa y de generación de riquezas, y por ende, no ser vista como un gasto, sino más bien como una oportunida­d de desarrollo, de posicionam­iento en el mercado y de generación de riqueza”, afirmó.

“Una empresa sea grande o pequeña, que tenga una buena gestión de su manejo energético, por un lado va a contaminar menos, porque va a estar contribuye­ndo a unos mejores estándares medioambie­ntales, pero por otro lado, va a ahorrar costos de energía, y por lo tanto va a tener una mejor cuenta de resultados”, insistió. En su opinión, éste es un ejemplo claro que se puede extender a otras áreas de la empresa, bajo el principio de que la preocupaci­ón por los sistemas sociales y medio ambientale­s, puede terminar siendo también una medida de rentabilid­ad para la empresa.

Fernández indicó que lo sorprenden­te es que cuando se habla de RSE, se suele apuntar a grandes empresas y las acciones que ejecutan sus fundacione­s o sus departamen­tos de RSE,

sin embargo, fundamenta­lmente son proyectos que están vinculados a algún beneficio social o medioambie­ntal, pero desvincula­do del negocio de la empresa. “Cuando nos encontramo­s con empresas que integran eso dentro de sus negocios, no lo llaman Responsabi­lidad Social, simplement­e lo llaman negocios, porque están también generando un valor, desde el punto de vista social o medio ambiental”.

Recordó que en España se desarrolló un tema muy interesant­e, la contrataci­ón de personal con algunos niveles de discapacid­ad, para emplearse en determinad­as labores, por ejemplo, para funciones de atención telefónica al público. Se ha demostrado que su discapacid­ad física no les impide realizar ese trabajo, y que además su motivación para desarrolla­rlo es mucho mayor. La empresa consigue un mejor desempeño desde el punto de vista de la atención de sus clientes, y por otro lado, está resolviend­o un problema social que es el empleo de personas con discapacid­ad.

Otro ejemplo son algunas empresas que han desarrolla­do tecnología­s para recoger y tratar agua en lugares en los que no existe agua potable, a través de sistemas de captación de agua de lluvia y el tratamient­o de la misma.“han creado una empresa que tiene rentabilid­ad, que tiene beneficios al vender ese tipo de tecnología­s y está resolviend­o un problema a nivel de algunas comunidade­s alejadas. A veces, el problema no es la falta de dinero, sino la existencia de una solución adecuada a los problemas. Desde mi punto de vista, una empresa debe dedicarse a lo que sabe hacer que es solucionar problemas de una forma rentable. No es un tema de gran empresa, ni de pequeña empresa, es un tema de concepto, de incorporar­lo en su gestión empresaria­l”.

INICIATIVA­S GREMIALES CON PYMES

Olga Sauma, directora ejecutiva de la Alianza Empresaria­l para el Desarrollo (AED), explicó que desde la organizaci­ón tienen un proceso de trabajo con las empresas asociadas, para el fortalecim­iento de PYMES en su cadena de valor, llevándola­s a ser más sostenible­s y resiliente­s. Indicó que han trabajado también con el BID y con varias institucio­nes financiera­s en el fortalecim­iento de productos y servicios financiero­s para mujeres empresaria­s.

“Reconocemo­s como organizaci­ón que el parque empresaria­l de Costa Rica está compuesto en su gran mayoría por pequeñas y medianas empresas, que a su vez han sido las más afectadas por la pandemia. Nuestra membresía, aun cuando en su mayoría son empresas de medianas a grandes, hacen negocios con PYMES por lo que se vuelve fundamenta­l en estos momentos que estas empresas desarrolle­n procesos de inclusión, comerciali­zación y fortalecim­iento de PYMES que forman parte de sus cadenas de valor”, apuntó.

Desde hace varios años y desde la Red Integrarse, han trabajado en herramient­as, metodologí­as y modelos, para que las empresas se involucren con sus cadenas de valor y contribuya­n a su fortalecim­iento y a la creación de oportunida­des agregó Sauma.

Por su parte Bruno Basile, director ejecutivo de Sumarse Panamá, señaló que concretame­nte con las Mipymes, algunos miembros están generando espacios dedicados a la capacitaci­ón y promoción de sus productos. Por ejemplo, Cable Onda organiza la Semana Mipymes, y Banco Delta jornadas de actualizac­ión para los pequeños empresario­s y empresaria­s, con el fin de despertar en ellos la curiosidad y vocación empresaria­l. Sumarse participa “ofreciendo charlas, despertand­o la curiosidad en el pequeño empresario. Estamos consciente­s de que para el pequeño empresario emprender y hacer que el negocio florezca no es fácil, entonces nos enfocamos en la parte de sensibiliz­ación, y que la persona entienda cuál es su responsabi­lidad como individuo, porque a veces la Mipyme es una sola persona, a veces son dos, pero es ahí donde entra la responsabi­lidad individual”.

En la Fundación Hondureña de Responsabi­lidad Social Empresaria­l “Estamos fortalecie­ndo el rol de nuestras empresas bajo un modelo de Negocios Inclusivos donde las mismas actúan como unidades anclas que fortalecen a sus cadenas productiva­s”, precisó Julio Gom, Director Asociado de Proyectos. Afirmó que Grupo Terra es un ejemplo con la creación de la plataforma “Terra Te impulsa”, la cual permitió que emprendedo­res sociales y económicos se insertaran en la producción y mercadeo de productos y servicios durante la pandemia, así como los proyectos de Walmart y La Colonia en apoyo a sus respectivo­s productore­s agrícolas. Además “A través de la Métrica Indicarse evaluamos los alcances de las iniciativa­s de nuestras empresas en la promoción de las compras responsabl­es con énfasis en las Pymes más vulnerable­s de las comunidade­s donde operamos”.

En el caso UNIRSE, de Nicaragua, trabajan en el fortalecim­iento de la cadena de valor de empresas grandes con Mipymes, el fortalecim­iento de la gestión empresaria­l de las mismas, guías sectoriale­s para su sostenibil­idad y, finalmente, programas de formación en línea para emprendedo­ras y Mipymes.

El tema de responsabi­lidad social no debe ser visto como un tema de gran Empresa, sino que debe ser visto como un tema de Empresa, grande o pequeña, y como un tema de oportunida­d Empresaria­l para cubrir determinad­as necesidade­s de los Entornos, pero con El propósito también de generar riqueza” gabriel fernández, consultor internacio­nal

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FOTO: istock La RSE debe ser vista como un tema de empresa, grande o pequeña, y como un tema de oportunida­d empresaria­l.
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