Inversiones ESG por US $700.000 millones en 2021
La deuda sostenible ha venido sumando saldos de manera significativa en los últimos años. Esta categoría incluye, sobre todo, a bonos verdes, bonos sociales, bonos sostenibles, entre otros. En 2018, las inversiones ESG en el mundo ascendían a US $200.000 millones. En 2019 la cifra sobrepasó los US $300.000 millones; y en 2020 se experimentó una aceleración por el apetito de este tipo de inversiones, con más de US $500.000 millones de flujo de capital, según S&P Global.
Los bonos verdes se han caracterizado como el principal vehículo de inversión ESG; sin embargo, la configuración está cambiando con la llegada de nuevas figuras.
Entre 2018 y 2019, los bonos verdes representaban más del 80 % de la deuda sostenible; en tanto, en 2020 la participación de los referidos instrumentos se desplazó a cerca del 50 %. Y esto no ocurrió por una caída en bonos verdes, sino más por el crecimiento en las colocaciones de bonos sociales y sostenibles.
Este año, la ESG tenderá a continuar su expansión. En 2021 las inversiones en deuda sostenible llegarán a los US $700.000 millones, estima John Piecuch, Jefe Global de Comunicaciones Externas de S&P Global.
“Las inversiones ESG representan alrededor del 25 % de los activos bajo gestión globales y continúan creciendo”, aseveró Piecuh, durante una charla organizada por la Bolsa Nacional de Valores de Costa Rica.
INTERÉS, EN AUMENTO
La pandemia del COVID19 vino a acrecentar el interés por los instrumentos ESG. “Luego de haber pasado con este shock de la pandemia en 2020, sí vemos un cambio fundamental no solo en el interés de los inversionistas, sino también de los fondos de administración, hay un montón de actores vinculados, los emisores, estructuradores, y de cara a los inversionistas sí existe aún mucho por hacer en América Latina por reforzar esos criterios”, dice Carrillo, de PCS.
Piecuh, de S&P Global, dice que tres factores despiertan el ánimo por las ESG: las regulaciones que avanzan para promoverla, los inversores activamente comprometidos con su promoción y los riesgos de impago corporativo.
¿Qué motiva a los inversores a colocar su dinero en instrumentos sostenibles? Al menos un 52 % lo hace para mejorar su rentabilidad en el largo plazo; un 47 % percibe un beneficio en la reputación e impacto benéfico para la marca; y un 37 % piensa que mejorará su gestión de riesgo.
“Al mismo tiempo que hay un rápido crecimiento e interés en ESG hay algunos desafíos en particular, como la inconsistencia en la data”, ilustra Piecuh.
Entre los desafíos principales en estos mercados se encuentra la inconsistencia de datos y, en ocasiones, su ineficacia para el análisis de escenarios, así como clasificaciones ESG en conflicto. Queda por avanzar en la sensibilización de los inversionistas institucionales en la región. “Falta una mayor visión de las oportunidades a las que pueden acceder y sobre todo tener más data sistematizada, porque una de las cosas que conecta a esos instrumentos financieros es tener data que reflejen que efectivamente vas a tener un impacto con la inversión, que en nuestra región es particularmente retador”, dice Carrillo.