Números favorables
Entre 2010 y 2019, el PIB real de Centroamérica creció a una tasa anual promedio de 3,9%, 1,5 puntos porcentuales por encima del promedio del resto de América Latina. Fue clave para esta tendencia el dinamismo de Estados Unidos, principal socio comercial del istmo (su PIB aumentó 2,3% anual en ese mismo lapso). El crecimiento y las condiciones macroeconómicas estadounidenses repercutieron en Centroamérica por tres canales: el comercial, a través de su demanda importadora de bienes y servicios; las remesas de trabajadores emigrantes, fortalecidas por la firmeza del mercado laboral; y la política de bajas tasas de interés de la Reserva Federal. Con todo, el promedio de la región asume comportamientos heterogéneos ya que Costa Rica, Guatemala y Honduras evolucionaron a tasas cercanas a la media, 3,6%, 3,5% y 3,6%, respectivamente. El Salvador se ubicó en el rango inferior con 2,5%; Panamá se destacó con 6,2% y en Nicaragua el promedio del decenio (3,1%) refleja desempeños muy distintos entre 2010-17 (5,1%) y 201819 (-3,9%). La actividad económica fue enfriándose con el transcurso de los años; entre 2010 y 2013, el PIB se expandió 4,5% por año, con una trayectoria de aceleración que alcanza un máximo a inicios de 2012, anclada en la sólida recuperación posterior a la gran crisis financiera. Entre 2014 y 2017, con el comercio mundial afectado por presiones recesivas y deflacionarias, la mejora se estabiliza y se reduce (4% por año) y en 2018 y 2019, el enfriamiento se acentúa (2,6% anual), en particular por la crisis en Nicaragua y una desaceleración de la actividad en Costa Rica. El impacto causado por la pandemia del Covid-19 intensificó este deterioro. Malouf apunta que, en el caso de Guatemala, a julio último las exportaciones acumulan un crecimiento del 21%, en términos de valor, y del 15% en volumen: “El porcentaje hacia Estados Unidos y hacia Centroamérica es muy similar. El año pasado, el comercio con la región fue ligeramente superior; lo que hay es una mayor diversificación de productos, lo que significa que nuestras industrias nacionales están creciendo”. Añade hay más operaciones hacia Honduras (a julio son 29% del total a la región) y que la decisión de El Salvador de sumarse al proceso permite estimar que 65% de las exportaciones guatemaltecas gozarán de “procesos ágiles en frontera, posibilitando que las operaciones en ventanilla se realicen en siete minutos, como máximo”.