Lo que me apaSIoNa
A mí me gusta hacer ejercicio, pero también me encanta la comida. Preparar un buen plato me da una satisfacción y una felicidad inmensas. Suelo leer libros de cocina como si fueran novelas. Por eso, sabiendo de mi pasión por la comida y por el buen estado físico, y teniendo en cuenta todos los videos de ejercicios y las estupendas recetas que comparto en las redes sociales, te imaginarás que soy una chica en excelente forma, que solamente consume comidas finas.
Alguien me hizo un comentario de ese tenor el otro día en mi muro de Facebook. Eso me llevó a pensar que algunas cosas que me apasionan no están muy bien representadas en mi vida real. A decir verdad, con las justas logro hacer ejercicio durante 20 minutos 4 veces a la semana, y cocino algo espléndido tal vez una vez a la semana.
Me pregunto si otras cosas que me gustan también están pobremente representadas en mi vida. Por ejemplo, si analizaras mi vida, ¿se haría patente mi pasión por Jesús? ¿Se trasluciría? ¿Tanto lo conozco que resultaría evidente?
Quiero que mi relación con Jesús sea un rasgo distintivo de mi vida, no apenas un dato biográfico más. Si bien no tengo mucho tiempo para leer la Palabra de Dios, para orar y adorarlo todos los días, algo tengo, y quiero sacarle el máximo provecho.
Esa es mi conclusión: sacarle provecho. Si apenas dispongo de 20 minutos para hacer ejercicio, me esforzaré al máximo. Los días que pueda cocinar y ponerme creativa, emplearé todas mis habilidades culinarias y me concentraré. Y en los ratos que aparto para cultivar mi relación con Jesús, lo haré de todo corazón. Reverenciaré Su Palabra como el tesoro que es. Buscaré Su verdad.
Aunque no me dedique todo el día a mis pasiones, constituyen una buena parte de lo que le otorga sentido y razón de ser a mi existencia.