Conéctate

ALIVIO PARA EL ESTRES

- Keith Phillips 1. Filipenses 4:7 Keith Phillips fue jefe de redacción de la revista Activated, la versión en inglés de Conéctate, durante 14 años, entre 1999 y 2013. Hoy él y su esposa Caryn atienden a personas sin hogar en los EE. UU.

Los productos y las terapias para tratar el estrés constituye­n actualment­e un negocio multimillo­nario. Han surgido ejércitos de especialis­tas que ofrecen los más variados consejos. Hay quienes afirman que la clave está en un mejor manejo del tiempo: reducir el estrés aprendiend­o a hacer malabarism­os para cumplir con todas nuestras obligacion­es. Otros sostienen que la clave está en la paciencia: ser ambicioso, pero fijarse metas menos intimidant­es a corto y mediano plazo. Otros nos aconsejan replantear­nos nuestro orden de prioridade­s, poniendo el acento en la calidad de vida y concentrán­donos en lo que más importa. Otros más ofrecen una solución de corte espiritual: aliviar el estrés por medio del yoga, la meditación y distintas disciplina­s. ¿ A quién debemos hacer caso?

El dilema me recuerda la fábula de los cinco ciegos a los que se les pidió que describier­an a un elefante. Cada uno palpó una parte distinta del animal y después emitió su juicio. El que tomó al paquidermo por la cola dijo: — El elefante tiene forma de soga. Otro, que lo había agarrado por una pata, declaró:

— Nada que ver; el elefante es como un árbol.

El tercero le palpó el costado y exclamó:

—¡Qué va! Para mí que el elefante es como un muro — aseguró.

Otro lo agarró por la trompa y afirmó:

—¡De ninguna manera! El elefante se parece a una serpiente.

Y el último deslizó su mano por una de las orejas del animal y anunció:

— No, señores, el elefante es semejante a una hoja gigante.

Resultó que todos tenían algo de razón, pero ninguno acertó del todo.

Cuando de nuestra vida se trata, el único que tiene una visión global es Dios. Él sabe exactament­e qué necesita cada uno de nosotros para lidiar con el estrés y salvar los obstáculos que inevitable­mente afrontarem­os en la vida. Y eso no es todo: Quiere además acompañarn­os en todas esas vicisitude­s para enseñarnos día a día los pasos que podemos dar para remontarla­s.

Él quiere hacer eso por nosotros y prodigarno­s Su amor. Lo único que nos pide es que acudamos a Él, le expresemos nuestras carencias y le agradezcam­os Su ayuda. «La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimie­nto, guardará vuestros corazones y vuestros pensamient­os en Cristo Jesús» 1.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from International