TRADICIONES PASCUALES
De distintas latitudes
La Pascua es una de las celebraciones más importantes del año para los cristianos, dado que se conmemora la resurrección de Jesús tres días después de Su crucifixión. Ciertas tradiciones pascuales de diversos países pueden haber tenido origen en otras costumbres o formas de fe. Así y todo, están imbuidas de un sentido con el que podemos identificarnos fácilmente.
En Japón florecen todas las primaveras lirios silvestres en los campos baldíos. Por eso no es de extrañar que hayan tomado el lirio como símbolo preferido de la Pascua; lo mismo ocurre en muchos otros lugares del mundo. Las flores blancas con toda su pureza nos recuerdan que Jesús nos tomó, tiznados como estábamos por el pecado, y nos limpió de toda impureza. Así como los lirios brotan luego de un largo invierno, Jesús nos da nueva vida por medio Su resurrección.
En Rusia los cristianos ortodoxos hacen vigilia de oración la víspera de Pascua. Colocan sobre un altar una vela de gran tamaño que representa a Jesús, la luz del mundo, y con ella se enciende la vela de cada feligrés. Esa tradición simboliza la propagación de la luz del Señor por todo el mundo.
A los niños ortodoxos de Grecia y Europa Oriental a veces se los ve chocando huevitos decorados. Uno de ellos dice: «Cristo ha resucitado», y el otro contesta: « Así es, así es».
En muchos lugares se escenifica la Pascua mediante teatralizaciones de la Pasión. Tal vez una de las más famosas sea la que montan los vecinos de Oberammergau, en el sur de Alemania. La tradición se inició en 1634 a raíz de una promesa que hicieron durante un brote de peste bubónica. Desde 1680 han montado la obra cada 10 años, con apenas 3 excepciones.
En los países de Europa Oriental el cordero es un símbolo trascendente de la Pascua. Muchas personas sirven cordero para la celebración de la Pascua o preparan una torta con forma de cordero. La Biblia varias veces hace referencia a Jesús como el Cordero de Dios. Por ejemplo, al ver a Jesús, Juan el Bautista exclama: «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» 1. El mismísimo día en que Jesús fue crucificado se inmolaba el cordero pascual en el templo judío. Los corderos pascuales debían ser inmaculados2. Jesús fue libre de pecado. Con Su muerte pagó el perdón de nuestros pecados y la salvación para todos los que lo acepten como Salvador.
La Pascua es una ocasión para celebrar nuevos comienzos. Si aún no lo has hecho, deja que Jesús sea parte tu vida. Te dará el Cielo en el más allá, y además un espléndido nuevo comenzar ahora mismo. 1. Juan 1: 29 2. V. Éxodo 12: 5. 3. http://elixirmime. com