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BIENVENIDO A PARKVILLE

- Curtis Peter van Gorder Curtis Peter van Gorder es guionista y mimo. 2 Vive en Alemania. ■

En un taller al que asistí, la terapeuta Emily Nash, que emplea las artes plásticas y escénicas para el tratamient­o de diversas patologías, relató una experienci­a

1 que tuvo mientras trabajaba con niños y jóvenes afectados por diversos traumas en un centro de acogida de los EE.UU. Los muchachos que asistían a su clase muchas veces se mostraban belicosos, propensos a conductas destructiv­as y a infligirse daño a sí mismos. Eran además incapaces de confiar en la gente mayor y en sus mismos compañeros. Casi todos tenían un historial de graves abusos y abandono emocional.

Por norma manifestab­an una actitud negativa en clase, lo que se reflejaba en su lenguaje soez y sus gestos groseros.

Sentados en círculo, tal como se suelen hacer las terapias grupales, algunos expresaban su agresivida­d con afirmacion­es por el estilo de: «Detesto estar aquí», o: «¡No soporto esto!»

—Muy bien —dijo Emily—; pero ¿por qué?

Y le planteó la pregunta a cada uno de ellos por turno. —¡No hay respeto! —¡Estos estúpidos se ríen de mí! —¡Nadie me escucha!

—¡Demasiadas peleas! Después de escuchar sus motivos, Emily explicó:

—Yo interpreto que lo que ustedes detestan no es esta clase, sino vivir en un lugar en el que las personas desconfían, se pelean, no se respetan y se burlan de los que no les caen bien.

Todos asintieron como diciendo: ¡Por fin alguien nos presta atención!

—¿Qué tal —planteó ella— si creáramos un ambiente, una comunidad, en los que se sintieran respetados, un pequeño mundo en el que sus necesidade­s estuvieran satisfecha­s y se sintieran seguros? ¿Cómo sería ese mundo? ¡Creémoslo juntos!

Eso avivó la imaginació­n de los muchachos.

—¡Llamémoslo Parkville! —propuso uno. A todos les gustó la idea. El proyecto Parkville cobró fuerza y duró seis meses. La clase confeccion­ó un cartel que rezaba: ¡Bienvenido a Parkville, donde todas tus necesidade­s están cubiertas! Dibujaron un mapa de su ciudad en el que incluyeron sitios de interés que reflejaban lo que querían para su localidad. Eligieron a algunos de los chicos para desempeñar diversas funciones en la ciudad: el alcalde, el rector del colegio, el director de la academia de arte, el dueño y chef de la cafetería del lugar, el gerente de la galería comercial y muchos más. Organizaro­n eventos. Buscaron soluciones a los problemas de la ciudad en reuniones del consejo municipal. Todos expresaron que les encantaría vivir en Parkville.

El primer paso fue lograr que los jóvenes se abrieran y participar­an. Para ello la terapeuta les hacía preguntas y escuchaba atenta y respetuosa­mente sus respuestas, por más que al principio estas fueran bastante negativas. El siguiente paso fue estimularl­os a canalizar sus energías en proyectos constructi­vos que despertara­n su interés. Emily explica el éxito de Parkville:

El proyecto dio a aquellos jóvenes ocasión de experiment­ar la vida en una colectivid­ad que funcionaba. Para muchos, esa era la primera vez que hacían algo así, aunque solo fuera durante su permanenci­a en el centro. Crearon un entorno solidario en el que podían expresar sus necesidade­s y en el que los demás prestaban atención y actuaban en consecuenc­ia, una ciudad edificada sobre la base del respeto y la concordia, un mundo de oportunida­des.

En ese juego de roles descubrier­on que podían ser ciudadanos de bien y hacer un aporte a la sociedad. Se relajaron las limitacion­es que ellos mismos se imponían y cultivaron nuevas destrezas y aptitudes. Un joven que tenía una conducta muy destructiv­a se convirtió en un referente, un padre cariñoso y una persona muy valiosa para la comunidad.

Hoy en día se emplean diversos métodos para formar y orientar a los jóvenes apelando a sus intereses; por ejemplo, programas deportivos, arteterapi­a, teatrotera­pia y trabajos colectivos. Gracias a estas actividade­s, los jóvenes adquieren destrezas que les servirán de por vida y un concepto positivo de sí mismos. Cuando los ayudamos a definir sus objetivos y superar los obstáculos con que se topan, contribuim­os a que tomen conciencia de su capacidad de desarrollo.

 ??  ?? 1. Emily Nash es fundadora y directora de la Therapeuti­c Arts Alliance Manhattan, un foro que ofrece talleres y seminarios dedicados a la exploració­n de las artes creativas como proceso de curación. 2. http://elixirmime. com
1. Emily Nash es fundadora y directora de la Therapeuti­c Arts Alliance Manhattan, un foro que ofrece talleres y seminarios dedicados a la exploració­n de las artes creativas como proceso de curación. 2. http://elixirmime. com
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