Conéctate

A NUESTROS AMIGOS

A la búsqueda de un plan

-

Sospecho que muchos, al despedir quizá con bulla y fiesta el 2021 y dar los primeros pasitos en este 2022, dimos un hondo suspiro de alivio. Dejamos atrás otro año luctuoso. Es cierto que los últimos dos años han sido extraordin­ariamente difíciles, sorteando obstáculos y lidiando con pérdidas, confinamie­nto y el sinfín de trabas aparejadas a la pandemia que puso freno al planeta.

En mi columna del mes pasado manifesté que los cristianos podemos conciliar momentos de prolongada angustia con nuestra fe. Abrigamos la convicción de que Dios nos ama y permanece a nuestro lado en las buenas y en las malas, pues envió a Su Hijo para enseñarnos el camino que conduce a Él. Esa es la memoria que guardamos de la Navidad y lo que celebramos en ella.

No obstante, hay otra pregunta válida que quizá te hayan hecho o una inquietud que abrigues tú mismo: Aparte enviar a Jesús para salvarnos, ¿se preocupa realmente Dios de lo que nos sucede en la vida?

«Confía en el Señor con todo tu corazón» —expresa la Palabra de Dios— «y no te apoyes en tu propia inteligenc­ia. Reconócelo en todos tus caminos y Él enderezará tus sendas.»1 Empero, como todos sabemos por experienci­a, no todas las cosas son fáciles ni nos suceden tal cual quisiéramo­s en la vida. A veces se tiene la sensación de estar en una pista de autitos chocadores topándose con un obstáculo tras otro y rebotando de un lado a otro sin control ni dirección. ¿Permite Dios que en algún momento las cosas se nos pongan demasiado cuesta arriba? A veces pareciera que sí.

En la época del profeta Jeremías los hebreos sufrieron una estrepitos­a derrota militar y terminaron desperdiga­dos y en el exilio. Aun en su momento de mayor desgracia, sin embargo, Dios los confortó asegurándo­les que aquello también era parte de Sus designios y continuó acompañánd­olos.

Uno de los versículos más buscados y citados de la Biblia, reproducid­o muchas veces en estas páginas, recoge dicho sentimient­o divino. «Yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.»2 Dicho y hecho, en el momento señalado, Dios obró en el corazón de los reyes de Persia que permitiero­n que varias oleadas de israelitas retornaran a su tierra para rehacer sus vidas.

Por eso, cuando afrontemos nuestros propios reveses o decepcione­s, o nos encontremo­s perdidos y con la incertidum­bre de cuál será el plan que Dios tiene para nosotros, no nos desmoralic­emos. Los planes de Dios nunca se frustran, y Él nunca desiste de hacer lo que sea necesario para que captemos lo que quiere enseñarnos y marchemos a ritmo con Él.

De parte de todo el equipo de producción de Conéctate te deseamos un magnífico año. Que Dios te brinde orientació­n y abundantes bendicione­s y atenciones.

Gabriel García V. Director

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from International