¿QUÉ NOS HACE SINGULARES?
cuando el sol me roza la cara, cuando me deleito con el rocío del agua de mar o quedo hechizado con el esplendor de un paisaje, suelo reflexionar sobre el lugar tan singular que es nuestro planeta.
Por ejemplo, cuando los astrónomos anuncian el descubrimiento de un por lo general se refieren a cuerpos celestes que tienen una gravedad relativamente parecida a la nuestra, que están a una distancia bastante cercana de su estrella como para ser cálidos pero no excesivamente y que pueden o no albergar agua en estado líquido. Sin embargo, aparte de esos tres factores esenciales hay muchos más que hacen de nuestro hogar planetario un sitio singular. A continuación reproduzco una lista incompleta de las razones por las que la Tierra se distingue entre los numerosos cuerpos celestes.
La Tierra tiene una ligera inclinación y como un trompo se tambalea levemente al girar, lo que causaría cambios climáticos extremos. Sin embargo, gracias al efecto estabilizador que tiene la luna en nuestra órbita, nuestro clima es más estable.
La regularidad y frecuencia del día y la noche en nuestro planeta desempeña un papel preponderante en la prevención de temperaturas extremas y el desarrollo de la vida.
Nuestro sol es un enano amarillo, un tipo de estrella relativamente raro, que es tanto pequeño como estable. Cuenta también con larga vida. Las estrellas más grandes normalmente arden más, pero mueren más pronto, mientras que las más pequeñas tienden a producir enormes columnas de radiación.
Si bien el sol y la luna son esenciales para nosotros, hay algo más que
1.
V. Salmo 8:3; 33:6
planeta similar a la Tierra,
contribuye a hacer habitable la Tierra: Júpiter. En general, los gigantes gaseosos tienden a agruparse en torno a sus estrellas. Pero dado que los de nuestro sistema solar están más allá de nuestro planeta respecto del sol, su intensa gravedad atrapa asteroides y cometas errantes para beneficio nuestro.
La Tierra ha sido favorecida con un campo magnético fuerte y estable que rechaza rayos cósmicos y erupciones solares, los cuales, de no mediar dicho campo, abrasarían periódicamente nuestro planeta.
La capa de gas que se encuentra a gran altitud nos protege de cantidades letales de radiación.
Esos son apenas unos pocos factores de una larga lista, que hacen de la Tierra un lugar habitable único en comparación con cualquier otro planeta del que tengamos conocimiento. El hecho de que la lista de características esenciales sea tan larga sugiere que la vida es increíblemente escasa y bien puede que nuestro planeta sea el único que satisface todas las condiciones necesarias para ella.
Naturalmente, no hay modo de saberlo a ciencia cierta, pero el hecho de que se den en la Tierra las muchas condiciones necesarias para la vida, de forma perfecta, apunta hacia un sublime Creador, que sabía muy bien lo que hacía.
Dispuso las estrellas y estableció las órbitas de los planetas. Tuvo un propósito al crear el agua y la nieve, la luz y la oscuridad, la risa y el amor.1 Cada uno de nosotros es único y fue formado por un Creador amoroso que nos dio un planeta bellísimo e intrincadamente concebido para que viviéramos en él y lo disfrutáramos.
Chris Mizrany es diseñador de páginas web, fotógrafo y misionero. Colabora con la fundación «Helping Hand» en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.