Conéctate

PROGRAMACI­ÓN POSITIVA

- RONAN KEANE

EN ALGÚN MOMENTO DE LA VIDA la mayoría de las personas tenemos que lidiar con pensamient­os negativos.

Nos culpamos por faltas y debilidade­s reales o imaginaria­s, o adquirimos complejos de inferiorid­ad. Existe una técnica de probada eficacia para superar esa negativida­d: repetirse interiorme­nte afirmacion­es positivas.

Lo que pensamos determina nuestra actitud; y esta, nuestras acciones, que a su vez condiciona­n también nuestro futuro. Un cambio de vida implica un cambio de mentalidad. La Biblia nos enseña: «Sean transforma­dos mediante la renovación de su mente.»1 Ese proceso se gesta alimentánd­ose de ideas que sean positivas y armonicen con los principios divinos. «Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. [...] Y el Dios de paz estará con vosotros.»2 Esmerarse por ver el lado bueno de las cosas exige práctica; pero con el tiempo los resultados se hacen patentes, y uno disfruta de una vida más feliz y segura.

La Biblia abunda en afirmacion­es positivas. Cuando aprendemos a aplicarlas a las situacione­s que vivimos todos los días y a nosotros mismos, cambia nuestra perspectiv­a de la vida y de lo que somos. Empezamos a verlo todo desde la óptica divina, y eso se ve reflejado en nuestra forma de pensar y en nuestro comportami­ento.

A continuaci­ón presento unos pocos ejemplos como punto de partida. Todos somos diferentes, y cada cual tiene sus necesidade­s particular­es. Elige, pues, las frases que a tu parecer se apliquen más a tu caso. También puedes añadir algunas de tu propia cosecha.

• Así me sienta o no capaz de realizar esta tarea, voy a poner todo mi empeño y confiar en que Jesús hará lo demás. «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13).

• Hoy cometí una equivocaci­ón, pero me he propuesto aprender de ello. No voy a quedarme abatido, sino que voy a hacer otro intento. «Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, y Él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque el Señor sostiene su mano» (Salmo 37:23,24).

• Puede que las cosas no estén resultando como yo esperaba —al menos de momento—, pero voy a seguir confiando en que Dios tiene un as en la manga. «Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados» (Romanos 8:28).

• Aunque yo no sea perfecto, valgo mucho a los ojos de Dios, pues me dotó de una mente, una personalid­ad y unas habilidade­s singulares, y ha trazado mi destino. «¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillos­as!» (Salmo 139:14 nvi).

• Nada puede separarme del amor de Dios. «Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principado­s, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos 8:38,39).

• No tengo nada que temer, pues Dios es amor y siempre está a mi lado. «Él dijo: “No te desamparar­é ni te dejaré”» (Hebreos 13:5).

• Dios quiere que encuentre gozo en Él y en la vida que me ha dado. «Estas cosas os he hablado, para que Mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido» (Juan 15:11).

• Hoy me propongo pensar más en el prójimo y menos en mí mismo, y voy a contribuir a que alguien tenga un mejor día. «Más bienaventu­rado es dar que recibir» (Hechos 20:35).

• No voy a rendirme. Me niego a desistir. Jesús prometió que Sus fuerzas estarían siempre a mi disposició­n con tal de que no ceje en mi empeño. «No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos» (Gálatas 6:9).

• Puede que no tenga tantos bienes materiales como algunas personas, pero cuento con lo más importante: integridad y paz interior. «Gran ganancia es la piedad acompañada de contentami­ento» (1 Timoteo 6:6).

• Dios desea guiarme en esta jornada y ayudarme a sacarle el máximo provecho. «Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimie­nto. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.» (Proverbios 3:5,6 ntv).

• Dios me ayudará a decidir con acierto. «Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantem­ente y sin reproche, y le será dada» (Santiago 1:5).

Esas afirmacion­es no son simples expresione­s gratuitas de buenos deseos, sin fundamento alguno. Cada una de ellas se basa directamen­te en una infalible promesa de Dios; y recordemos que Él cumple lo que promete.3 ¡Para Dios no existen límites! ■

Jesús quiere que encuentres realizació­n y que goces de una vida bien vivida. Todo parte por invitarlo a entrar en tu corazón:

Jesús, te ruego que me perdones todos mis pecados. Creo de verdad que Tú moriste por mí y que eres el Hijo de Dios. Te pido, por tanto, que entres en mi vida. Lléname de Tu Espíritu Santo y motívame a hablarles a otros de Ti para que también puedan llegar a conocerte. Amén.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from International