ORACIÓN DE NAVIDAD
Jesús, eres Dios y eres hombre, Rey y siervo de todos. Dejaste atrás Tu trono eterno en los Cielos para convertirte en mortal. Te encarnaste y te hiciste uno de nosotros para salvarnos. Me embarga la emoción al pensar que viniste humildemente a nuestro mundo y lo transformaste para siempre.
Cuando naciste entre nosotros nos obsequiaste los regalos más preciosos que cabe concebir: salvación, vida eterna, paz, esperanza y amor. ¿Quién se iba a imaginar que todo eso vendría por medio de un recién nacido, hijo de padres plebeyos, envuelto en trapos y acostado en un pesebre donde comen los animales?
Te agradezco que a causa de la Navidad ya nunca estoy solo. Tenga o no familia y amigos, pase por buenos o por malos momentos, siempre podré contar contigo y con Tu amor, ya que vives en mi corazón. Gracias porque elegiste experimentar tanto la alegría como el sufrimiento terrenales. Gracias por soportar las lágrimas, el dolor, la decepción, la soledad, el agotamiento y la muerte, para poder comprendernos de verdad. ¡No ha habido nunca amor más perfecto que el Tuyo!