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EL ÚLTIMO TANGO EN MADRID
River Plate y Boca Juniors definirán el Superclásico pampero más importante de la historia, rodeados de espectadores de todo el mundo
Después de la infinidad de escenarios que se especularon para la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, todo está preparado para que el domingo en el Santiago Bernabéu se juegue el partido que arrojará al campeón de América.
Pese a las muchas protestas que se suscitaron cuando se dio a conocer que la capital española sería el lugar donde se coronaría el monarca del nuevo continente, todos cataron la decisión. Con alegría o a regañadientes, se llegó a la conclusión de que era lo mejor, pues en Argentina no estaban garantizadas las medidas de seguridadpara jugadores y aficionados.
De primera instancia, Boca en voz de su presidente Angelici, no tenían intención de viajar a Madrid y continuarían con la pelea sobre el escritorio. Sin embargo, Conmebol desestimó la apelación del conjunto xeneize sobre los ataques que recibieron sus jugadores previo al partido de vuelta en el estadio Mo- numental, y aceptaron dar la lucha en el campo, por lo que fueron los primeros en viajar a España.
Si bien los protagonistas tampoco están satisfechos con cruzar el charco, pero saben que es un compromiso que deben honrar. El defensa millonario, Jo natanMai dan a, aseguró que ambos equipos se encuentran muy parejos. “Fue un episodio desagradable y ojalá no hubiera pasado, por lo que este nuevo partido cambia el no poderse definir con nuestro público, pero se dio de esta manera y nos enfocamos en lo que se viene. Estamos en igualdad de condiciones, los dos estamos muy bien. Es una linda final. Ojalá podamos disfrutar de este momento a pesar de lo que pasó. Somos unos privilegiados y hay que disfrutarlo”, dijo.
La fiebre por ser testigo del partido que enloquece a la Argentina en suelo hispano se ha convertido en tema del mundo del balompié, tanto que jugadores y aficionados de diversas latitudes del planeta han viajado hasta Madrid para sentir de primera mano el ambiente que las hinchadas bonaerenses ponen en estos encuentros y cautivan a todos los extranjeros.
Por una noche, el Santiago Bernabéuse dividir áconl os colores de Boca
y River, y sus instalaciones retumbarán con los ánimos y gritos que no cederán en ningún momento para alentar cada hinchada a su equipo, más que su equipo, a su amor de toda una vida, y de paso, ¿por qué no?, hundir al acérrimo rival.