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INE responde con consulta austera El ejercicio impulsado por el presidente López Obrador para preguntar a los ciudadanos si debe juzgarse a los expresidentes tendrá como característica el sello de su administración: será austera; se utilizarán materiales
Planean colocar 57 mil casillas en todo el país y gastar 528 millones de pesos
La Consulta Popular, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador para juzgar a cinco exmandatarios, se realizará el próximo 1 de agosto con materiales reciclados y austeridad por la falta de presupuesto.
El Instituto Nacional Electoral (INE) diseñó el plan luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó su solicitud para obligar al Gobierno federal a otorgarle recursos para organizar por primera vez en el país ese ejercicio de participación ciudadana.
El argumento del presidente López Obrador para negar los recursos extra -por al menos mil 500 millones de pesos- fue que el órgano electoral es el más caro del mundo; además de que la consulta la podría organizar ahorrando en lo que gastan en sus sueldos y prestaciones de los consejeros y altos funcionarios.
Ante ese escenario, el INE armó su estrategia para que 93 millones de mexicanos puedan responder la pregunta: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.
De forma inicial, el instituto tenía planeado gastar más de mil 500 millones de pesos en la instalación de 162 mil casillas, pago de funcionarios, impresión de materiales, conteos y demás erogaciones por la organización.
Sin embargo, ante la falta de recursos, sólo se instalarán 57 mil centros de votación en todo el país y se convocará a 17 mil funcionarios, por lo que el INE prevé invitar a los mismos ciudadanos que realizaron esa labor en los comicios del pasado de junio.
Es decir, se reducirán 65% de casillas y en lugar de votar 750 personas, como es el estándar del INE en otros procesos electorales, en cada una de éstas podrán recibir más de 2 mil sufragios sólo tres personas: presidente, secretario y escrutador.
También por falta de recursos se eliminará el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) para la consulta popular y el Conteo Rápido, por lo que se prevé que los resultados sean emitidos esa misma noche,
basados en los conteos distritales.
Respecto a los materiales electorales, se reciclarán en su totalidad mamparas, tinta indeleble, productos desinfectantes y urnas utilizadas en las pasadas elecciones federales, por lo que no habrá publicidad de la consulta, sino que se mantendrán los logotipos del proceso electoral 2021.
A su vez, la boleta será austera pues no se contempla que cuente con papel seguridad como el utilizado en las elecciones comunes y será de tamaño media carta.
Aunque austera y disminuida, el INE destinará 528 millones de pesos para la consulta popular.
Sobre la propaganda para invitar a los ciudadanos a votar en ese ejercicio, hasta ahora, el INE no ha confirmado que utilice sus tiempos de radio y televisión oficiales para promoverla.
Para que la consulta popular no quede como un acto anecdotario sería necesario que voten a favor de enjuiciar a Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox, Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari, al menos 37.2 millones de personas, que representan 40% de la Lista Nominal.
La ley señala que si se alcanza ese margen de votación, la consulta será vinculatoria a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; eso significa una votación similar a la del 6 de junio pasado, considerada como histórica.