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El Teatro se niega a morir...
Ante la crisis sanitaria, los escenarios han sufrido grandes pérdidas, aunque los productores luchan para recuperar el gusto de la gente
Los productores intentan mantener el telón en alto, pero a pesar de sus esfuerzos la venta de boletos sigue en picada; los musicales empiezan a desaparecer
El teatro se resiste a morir. Pese a la baja venta de boletaje y el miedo de la gente de regresar a las butacas; sin embargo, los productores luchan por hacerlo sobrevivir en medio de una crisis sin precedente que trajo la pandemia del Covid-19.
El saldo hasta ahora de la crisis pandémica en los teatros ya cobró sus primeras víctimas, el musical
Ghost, la sombra del amor, producción de Morris Gilbert no logró superar las 100 representaciones cumplidas el pasado fin de semana y cerró temporalmente, prometiendo regresar a escena en cuanto la economía y las condiciones sanitarias lo permitan.
En tanto, se vislumbran otras puestas en escena que aproximan su cierre de telón y se encuentran en la llamada “gira de despedida” como es el caso de La Jaula de las
Locas, producida por Juan Torres, y que despide su obra con la presencia de Mario Iván Martínez, quien cuenta con experiencia en teatro, televisión, radio, cine y literatura infantil.
Luego de experimentar por streaming, otras puestas como
Hoy No Me Puedo Levantar, producción de Alejandro Gou, se mantiene en taquilla pero con boletos que represetan un costo de al menos mil 200 pesos lo más baratos, llegando hasta los 3 mil pesos.
Y en el caso de el productor Gerardo Quiroz, la búsqueda de nuevos espacios para representar su reciente obra Sueños en Broadway, lo han llevado a experimentar centros de entretenimiento para tener mayor alcance en el público.
La puesta en escena que aún está en el tintero y no ha visto de vuela la luz es Fiebre de Sábado por
la Noche, también producción de
Quiroz.
La baja en la venta de boletos que amenazan las inversiones y ganancias de los mencionados productores se debe, según Morris Gilbert a varios factores: “miedo al virus, la pérdida de la costumbre de ir al teatro, lo problemas económicos, y el reto de siempre de llevar la gente al teatro”.
“Hay mucha gente que aún tiene mucho miedo de salir; mucha gente que se olvidó del teatro, porque más de un año y cuatro meses estuvimos cerrados, por eso nos urgía tanto abrir, porque finalmente el hombre es un animal de costumbres y entonces cuando pierdes la costumbre de algo, es difícil que la vuelvas a adquirir. Ya sabíamos que tendríamos que invertir para rescatar esta costumbre y con esto creemos que sí quedo un tanto rezagado en el consciente colectivo el teatro en sí”, dijo a 24 HORAS.