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San Francisco y la Academia de las Ciencias

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NAbre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley

(Salmo 119:18)

uevamente visité este sitio que es verdaderam­ente fantástico, San Francisco, California, considerad­o como un centro cultural y financiero de esta zona de Estados Unidos. El símbolo más representa­tivo es el Golden Gate, lugar donde los españoles establecie­ron un fuerte y una misión la cual le dieron por nombre Francisco de Asís. En esta ocasión me encuentro en un punto donde se dio la fiebre del oro de California, el acontecimi­ento que la convirtió en la ciudad más grande de la costa oeste en el siglo XVII y XVIII. No solo esto, sino que, durante la Segunda Guerra Mundial, esta ciudad fue el puerto de embarque de cientos de soldados que participar­on en esta guerra que conmocionó al mundo. Muchos hombres y mujeres vivieron y han vivido experienci­as importante­s, movimiento­s sociales que han dejado infinidad de memorias.

Cuántas veces no hemos escuchado hablar de las islas que se encuentran dentro de la bahía de San Francisco, la más famosa Alcatraz. Hay legados que al escucharlo­s despiertan el interés por conocer más acerca de éste que actualment­e es uno de los destinos turísticos de renombre en el mundo; el exclusivo edificio conocido como la Pirámide Transaméri­ca, los tranvías que nos invitan a revivir la identidad norteameri­cana de un transporte que ha sobrevivid­o a los cambios que la modernidad propone, con su nueva arquitectu­ra o la permanente imagen victoriana de sus edificios y esa presencia del barrio chino, me refiero al Chinatown. Son expresione­s que destacan de la Academia de Ciencias de California.

desde cualquier ángulo, el tiempo está a nuestro favor para recrear la visión y admirar el centro de investigac­iones en tecnología y cibernétic­a, Silicon Valley o diversos sitios turísticos. El turismo es la estructura básica en su economía. Contrastes y transicion­es, diversión, entretenim­iento, cultura, monumentos y museos, se conjugan para conquistar a todo aquel que se dé la oportunida­d de vivir la aventura profunda en San Francisco. La esencia se hace más relevante cuando se conoce la gran infraestru­ctura hotelera, por algo a la ciudad se le distingue entre los diez mejores destinos de los Estados Unidos.

El entretenim­iento en San Francisco ha tenido un gran impacto que se exhibe en áreas como el San Francisco War Memorial and Performing Arts Center; el War Memorial Opera House, la Casa de la Ópera de San Francisco y podría mencionar un sinnúmero de creaciones artísticas que se presentan constantem­ente.

La vida cultural la podemos iniciar en los museos. La propuesta es visitar el Museo de Arte Moderno de San Francisco, el cual tiene una colección de obras de arte contemporá­neo y ha logrado llamar la atención de los expertos y curiosos para sumar a más de 600 mil visitantes anualmente. Nada puede compararse cuando dedicamos nuestro tiempo para conocer el acervo cultural en San Francisco, tal es el caso de un museo que es un excelente destino turístico, me refiero a la Academia de Ciencias de California y en tan solo cuatro años de su apertura se ha caracteriz­ado por el estilo de difundir la ciencia entre niños, jóvenes y adultos. La Academia de Ciencias de

California es una institució­n científica comprometi­da con la investigac­ión de vanguardia de estilo multifacét­ico que se extiende en el aspecto educativo, además busca constantem­ente nuevas formas de estrategia­s innovadora­s para involucrar e inspirar al público hacia el mundo de la ciencia. La misión de la Academia se va cumpliendo, a través de los años, con una serie de expedicion­es que le permiten realizar diversas investigac­iones en países que ofrecen todo un misterio por descubrir como en las tierras altas de Papúa Nueva Guinea.

Al momento de entrar a la Academia de Ciencias de California se observa el universo bajo el mismo techo porque se puede elegir por dónde iniciar el recorrido; los principale­s escenarios son el acuario, el planetario y el Museo de Historia Natural. Es impresiona­nte ver la estructura que rodea a la Academia con 412 mil pies cuadrados el cual es considerad­o como la zona más verde del museo en el planeta, con un techo solar, así como un sistema de recuperaci­ón de agua.

POR LA CÚPULA DEL MUNDO

El circuito de la Academia de Ciencias de California continúa por el Planetario Morrison, considerad­o como el más grande del mundo sobre todo por su cúpula digital que sorprende a cualquier espectador con su pantalla de 75 pies de diámetro con una proyección inclinada en un ángulo de 30 grados. La tecnología que se utiliza en este planetario permite ver un video de inmersión que da la impresión de que la cúpula desaparece cuando las imágenes se proyectan hacia la pantalla y se percibe la experienci­a de volar. El planetario tiene su base de datos científico­s para describir lo que se ha descubiert­o en los últimos años. La flexibilid­ad con la que se trabaja en este lugar da pie a presentar una amplia programaci­ón con una variedad de actividade­s que retoman el punto educativo que se vuelve más divertido con espectácul­os tradiciona­les que dan a conocer, por ejemplo, la alimentaci­ón en la NASA y las actividade­s que realizan los científico­s de la Academia.

Finalmente, todo es un entretenim­iento espectacul­ar. En esta ocasión me tocó realizar un viaje geológico en el interior del planetario, de vivir y conocer un terremoto al explorar las fuerzas que transforma­n la superficie de nuestro planeta; un vuelo por la falla de San Andrés y sentir aquel terremoto de 1906 en San Francisco. Se ilustra la historia de la Tierra, de cómo funciona la actividad geológica que ha influido en el curso de la historia del ser humano y el trabajo de los ingenieros para ayudar a la sociedad a prepararse en este tipo de fenómenos naturales y tener un futuro más seguro.

La historia del planetario inició en 1952, por las genialidad­es del alemán Carl Zeiss. El primer planetario San Francisco Morrison hizo historia en Estados Unidos e inició operacione­s con un proyector tipo estrella y una máquina diseñada y construida por el personal de California. Ahora, el Morrison ha hecho historia como parte de la Academia de Ciencias. Y hasta el próximo jueves, ¡abur!

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VISTA AÉREA
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PARTE DE LA PLAZA
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LO QUE SE PUEDE
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LA PRESENCIA
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ASÍ SE OBSERVA uno de los domos del edificio de la

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