Para su aniversario

La multi galardonada cinta Amores perros (2000), que empujó a Hollywood a Alejandro González Iñárritu y a Gael García Bernal, cumplió 20 años y, en vísperas de la conmemoración del Día del Cine Mexicano, se reestrena con restauración digital 4K la cinta ganadora de los Premios de la Crítica en Cannes, Bafta a Mejor Película en Lengua no Inglesa, 11 Arieles y nominaciones al Oscar y al Globo de Oro.

Desde este viernes 13 se exhibirá en la Cineteca Nacional donde permanecerá al menos un mes en la cartelera cotidiana, así que será parte de la programación del Día del Cine Mexicano, que se celebra este domingo 15 de agosto.

De acuerdo con la información proporcionada por la distribuidora de Amores Perros, la restauración digital 4K fue emprendida por The Criterion Collection, Estudios México Films y Altavista Films, y en ella se removieron partículas de suciedad y escombro, entre otras acciones de limpieza.

“Un nuevo transfer digital fue creado en resolución 4K con profundidad de color a 16-bit en un escáner Lasergraphic Director a partir del negativo original de 35mm, el cual pasó por el proceso de retención de haluros de plata en el baño de revelado”, señala el documento técnico sobre la restauración.

Agrega que nuevos efectos de sonido y trabajo de Foley fueron añadidos a detalle a lo largo de la película y la nueva banda sonora fue supervisada y aprobada por el director González Iñárritu y por el supervisor de diseño y edición de audio, Martín Hernández; fue mezclada por Jon Taylor en NBCUniversal StudioPost en Universal City, California. Además, los supervisores de transferencia fueron el mismo González Iñárritu, Lee Kline y el director de fotografía del film, Rodrigo Prieto.

El trabajo de colorista fue llevado a cabo por Yvan Lucas para Harbor Picture Company, en Santa Mónica, y la masterización del disco estuvo a cargo de la compañía estadounidense Pixelogic Media.

Amores perros, de 151 minutos de duración, fue producida, dirigida y editada por González Iñárritu en 1999, a partir del guión de Guillermo Arriaga y con fotografía de Rodrigo Prieto, quienes también después de esta cinta impulsaron su carrera internacional y, el primero, como cineasta y novelista.