24 Horas - El diario sin limites
ALBERTO GONZÁLEZ
Consciente o inconscientemente, el presidente López Obrador ‘infló’ la figura de Ricardo Anaya a tres años de la elección presidencial, y seguramente tiene en sus manos el alfiler para intentar sacarle el aire en el momento en que lo requiera.
Al cuestionarlo desde la conferencia mañanera y hasta recomendarle qué hacer si no debe nada, abre ese foro a la figura del panista y debilita la posibilidad de una futura escisión en el morenismo, cuando menos ruidosa, encabezada por otro Ricardo, el senador Monreal.
Al hacer eco de las indagatorias de la FGR, que presuntamente involucran al excandidato presidencial en una cadena de complicidades para “entregar el petróleo a las empresas extranjeras”, AMLO pone a prueba la popularidad y la credibilidad que tiene Anaya y provoca una amalgama adelantada de apoyo en torno al panista, que calcula será mínima.
Monreal se sabe marginado de la confianza presidencial y si no abandona Morena en estos momentos es porque considera que le facilita las cosas a quienes lo quieren ver fuera. Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, dos de los personajes identificados como posibles candidatos morenistas por el mismo Presidente, corren en las pistas que les asignó: Más hábil y con mayor proyección, el secretario de Relaciones Exteriores aprovecha los temas de la adquisición de vacunas, el envío de víveres a Haití, el ofrecimiento de asilo a los perseguidos de los talibanes, y avanza en su sorpresiva demanda contra firmas estadounidenses por la venta indiscriminada de armas en EU afectando indirectamente a México...Y