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Contra el cambio climático, todos
COMPROMISO. Los países deben cumplir, y la ONU vigilar, sus promesas previas
La emergencia climática causa estragos en el mundo. Las sequías, olas de calor, incendios forestales e inundaciones destrozan la vida de millones de personas. Ahora es tiempo de hacer un cambio y la COP26 o Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático será una nueva oportunidad para reafirmar los compromisos de los Estados.
La Conferencia de este año se llevará a cabo en Glasgow, Escocia, del 1 al 12 de noviembre, y reunirá a más de 200 líderes del mundo. Es importante por dos razones: es el único mecanismo internacional para detener el cambio climático, y se trata de un problema que necesita ser solucionado de forma multilateral.
“El cambio climático está asociadoaunaseriedeemisiones que independientemente de donde sean producidas el impacto es global. Por lo que, la única manera que puede ser abordado es a través de la cooperación internacional”, sentenció Nain Martínez, doctor en Ciencias, Política y Gestión Ambiental.
Uno de los principales retos a los que se enfrentarán los líderes durante esta conferencia es que el tiempo no se detiene, el docente del Colegio de México argumentó que entre más tardemos en actuar, los efectos del cambio climático y los costos para su mitigación serán mayores.
Otro problema es que los compromisos previos de otras COP no han sido cumplidos. De acuerdo con la ONU, la falta de ambición es algo que tienen en común muchas naciones. Un ejemplo fue el histórico acuerdo de París que se dio en el marco del la COP21, en 2015, cuando los Estados se comprometieron a desacelerar el aumento de la temperatura mundial. A seis años de la adopción del acuerdo, Naciones Unidas declararon que los países no cumplieron.
El especialista detalló que el problema es que en la ley internacional no es posible llamar a los países a cuenta, de manera efectiva, si incumplen con los tratados o compromisos internacionales.
Aunque la ley internacional no permite hacer a los Estados responsables, Martínez mantiene la esperanza, pues detalla que hay otras opciones que se están considerando.
La primera es aplicar un impuesto a países que no cumplan con los compromisos climáticos. Está es una iniciativa liderada por la Unión
Europea y Estados Unidos. Este mecanismo podría incentivar de forma efectiva el cumplimiento a nivel domestico de los acuerdos climáticos.
La segunda es la presión de los ciudadanos: “En la medida que la ciudadanía considere el cambio climático como un tema crucial y le exprese un costo político a los tomadores de decisiones que incumplan”.