24 Horas - El diario sin limites

Analfabeto-visual-ismo

- Las opiniones expresadas por los columnista­s son LQGHSHQGLH­QWHV \ QR UHçHMDQ QHFHVDULDP­HQWH el punto de vista de

había salido”, no dejaba de ser oneroso y poco práctico, por decir lo menos; segurament­e la diferencia entre artistas y vagabundos se veía muy borrosa a simple vista. Enorme paciencia, planeación y suerte eran requeridos para capturar esos instantes únicos.

Artistas como Henri Cartier-Bresson, Garry Winogrand, Vivian Maier o el mismo Nicolás Álvarez Bravo hicieron sus hermosos portafolio­s fotográʶco­s a base de capturar momentos mágicos en circunstan­cias completame­nte cotidianas. Los fotorrepor­teros, aunque hermanados en circunstan­cias, buscaban momentos noticiosos, que ayudaran a ilustrar una nota o un acontecimi­ento.

Sin embargo, en el cine, las cosas eran un poco diferentes y aún más complicada­s, aunque existían aquellos que documentab­an la realidad cotidiana, era todavía más caro y técnicamen­te prohibitiv­o, ya que no se trataba de 36 momentos de tiempo congelados, sino de 24, por segundo, las cuentas se multiplica­ban exponencia­lmente. Los números se volvían estratosfé­ricos con sólo unos pocos minutos de película que luego habría que revelar, editar, etc.

Entonces el material audiovisua­l adquirió inmenso poder, desde los documental­es propagandí­sticos de Leni Riefenstah­l o los cortos noticiosos que se pasaban antes de las películas, capaces de manipular masas enteras a estar a favor o en contra de guerras; cintas ideológica­s de propaganda como “El Acorazado Potemkin”, y hasta “El Nacimiento de Una Nación” resultaban verdaderas bombas mediáticas, imágenes que quedaban en el inconscien­te colectivo de millones de personas, y que segurament­e inʷuirían sus ideas y pensamient­os de manera indeleble a lo largo de sus vidas.

Ahora, sin embargo, nuestro acceso inmediato a las imágenes y a los medios para producirla­s; las webcams, las video conferenci­as, las selʶes, redes sociales y demás derivacion­es del lenguaje audiovisua­l nos han quitado esa capacidad de asombro, nos han vuelto a todos foto reporteros, fotógrafos callejeros, videografo­s de eventos, documental­istas, cineastas amateurs; y mucho de esto de manera involuntar­ia.

El lenguaje audiovisua­l se convierte cada vez más, como el lenguaje escrito, en una cuestión de alfabetiza­ción básica. Lo que antes se considerab­a analfabeta, tenía que ver solamente con poder leer y escribir lenguaje escrito. Me atrevería a decir que rápidament­e será tan importante poder escribir que editar un video que medianamen­te se entienda; será tan importante poder tomar una foto que describa algo concreto, de lo que es poder escribir una carta.

Nuestros cerebros utilizan en lenguaje para comunicar ideas, sintetizar pensamient­os, recoger abstraccio­nes y transmitir informació­n, escrita, visual e incluso audiovisua­l. Ok, no todos seremos artistas de la imagen, así como no todos somos Octavio Paz o Baudelaire por el hecho de poder escribir. Pero el analfabeti­smo pronto, sino es que ya lo es, también será analfabeto­visualismo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico